La Villana del Loto Dorado

Lo Justo

Zhao llegó pensativo a la mansión Chu, realmente estaba convencido de que su plan funcionaría, atrapar a Tolui a través de Xian y a su vez sacudirse esa sospecha sobre Xian, pero para ello debía alejar a Lian.

"Qué injusto"

"O más bien, ¿eso era lo justo?"

Pensó Zhao mientras caminaba por los jardines de peonias, tal vez, el no poder estar con Lian era su castigo por los crímenes cometidos antes de conocerla.

La miró de lejos, podando peonias con cierta duda en su brillante mirada, era hermosa, era perfecta, inteligente, espontánea, divertida, fuerte y determinada, ¿cómo pudo imaginar que merecía a una mujer como ella?

Zhao suspiró con resignación, Lian no parecía haber notado su presencia aún, hasta que el Príncipe estuvo a su lado.

- A'li- la llamó con suavidad, la chica pegó un salto perdiendo el control de su mano y violentamente cortando una peonia buena.

Lian chasqueó los dientes.

- Rayos, esa estaba bonita- se quejó Lian en voz baja antes de girarse a Zhao.

La chica no parecía molesta por el susto o la flor perdida, tan solo sonrió con picardía.

- Pero tú sin duda eres la flor más bonita- saludó Lian en un coqueteo divertido, Zhao se sonrojó sin poder evitarlo, eso no era apropiado, no era una flor, era un Príncipe, y una mujer no debería decir esas cosas, pero en fin, era Lian.

- Soy yo quien debería decir esas cosas- contestó.

- Pues yo lo dije primero, búscate tus propios elogios.- rió Lian abrazando sorpresivamente el torso del Príncipe, Zhao sintió como su corazón latía con fuerza, acarició la cabeza de la chica, sentir su calidez y su afecto genuino lo aterró y lo llenó de culpa.

- Tenemos que hablar- comenzó Zhao con voz seria, Lian frunció el ceño aún recargada en el pecho de Zhao, "incluso en la ficción de una China Antigua existía esa famosa frase" se reprochó Lian.

Con un suspiro, la chica se separó de Zhao para buscar su mirada, el chico estaba triste, conflictuado.

- ¿Qué ocurre?- cuestionó Lian con determinación, una determinación que permitía al Príncipe ser vulnerable y tener la certeza de que esa pequeña chica lo protegería, una sensación tan hermosa como vergonzosa para el arrogante y soberbio Príncipe que jamás se permitió ser débil ocultando incluso su enfermedad crónica.

Pero a lado de Lian podía quitarse aquella máscara, tirar la armadura y desnudar su alma, dejó que la chica acunara su rostro con sus pequeñas manos y permitió que esa calidez recorriera su cuerpo, Dios sabe cuanto la extrañaría después de lo que haría.

- Padre nos citó para hablar, a mí y a Tao...- comenzó.

- ¿Hablar de qué?-

- La sucesión del trono.- Lian sintió escalofríos cuando Zhao dijo esas palabras, ese era un tema delicado, ahora que lo recordaba, esa era la temporada en la que Zhao mataría a su Padre, poco después, Tao se aliaría con Tolui, salvarían a Xian y matarían a Zhao y Xen.

- Zhao...- lo llamó.

- Padre me ha nombrado sucesor...- confesó, eso no reconfortaba a Lian.

- Tao...-

- Tao lo propuso, creo, que Tao y yo estamos bien, me refiero, a nosotros como hermanos, creo, que confía en mí, me preguntó por el Khan, le dije que yo no lo había hecho, planeo contarle toda la investigación que tenemos con Chang.-

- ¿Crees que es honesto?- preguntó Lian preocupada, no podía evitar pensar que eso podía ser una trampa, Zhao sonrió.

- Lo creo, Tao puede ser muchas cosas, pero no un mentiroso, no un conspirador... esa es más mi área creo- se burló Zhao de sus propios hábitos.

- ¿Entonces qué ocurre?- preguntó Lian, pues el Príncipe seguía triste.

Zhao vaciló un momento, quería guardar la sensación de la cercanía de Lian por siempre.

- Necesito que salgas de la Capital...-

- ¿Qué?- cuestionó Lian confundida.

- La guerra es inminente, no falta mucho para que Tolui envíe sus tropas, irán detrás de todo lo que sea importante para nosotros, por eso te necesito fuera...-

- Zhao...-

- También tengo un plan para atraer al mismo Tolui y deshacernos de él lo antes posible, Lian...- Zhao se preparó para lo que tenía que decir.- ... me casaré con Xian.- confesó.

La mirada de Lian le partió el corazón, estaba herida, apenas unos días atrás casi se besaban, y ahora le decía que la quería fuera del país y que se casaría con Xian, ¿a qué diablos estaban jugando?

- Zhao, ¡no!, ¿por qué?- cuestionó Lian incrédula.

- A'li, escúchame, Tolui irá por Xian en cuanto sepa de la boda, además, creo, creo que Chu Xian oculta algo, y necesito saber qué.- explicó Zhao.

- Entonces lo descubriremos juntos, no necesitas sacarme de la jugada-

- Por tu seguridad, te sacaré de la jugada, al menos hasta que tengamos la verdad.-

- Pero el amuleto del fénix...-

- Se lo darás a Xen en cuanto te saque del país, nosotros lo resolveremos, tú te irás, no es una pregunta, ni una sugerencia, te vas, es una orden real del Príncipe Heredero.- concluyó Zhao soltando a Lian para darse la vuelta y marcharse sin dejar espacio para el contraargumento.

- ¡Zhao!- lo llamó Lian con rabia, pero el Príncipe apretó los puños y siguió su camino sin mirar atrás.

En su camino hacia la salida Zhao se encontró con Xen, el General lo detuvo curioso, Zhao parecía alterado.

- ¿Qué ocurre?... ¿Lian?- preguntó preocupado.

- Es el momento Liu.-

- ¿El momento de qué?-

- Hazlo tan pronto pase la boda de Feng y Wong, no vuelvas, manda el amuleto del fénix con uno de los soldados, eso harás.- sentenció Zhao saliendo de la mansión.

Xen entendió, había ocurrido más pronto de lo que había pensado, pero si Zhao estaba así de alterado era porque Lian ya lo sabía.

Lian.

Xen se apresuró hacia el ala de la habitación de Lian.

Zhao volvió tan pronto como pudo al Palacio, sólo quería encerrarse en Roble de Armonía y tranquilizarse, pero en cuanto entró, se encontró con Tao apuntando con su espada a un pálido Chang Yu.

- ¿Chang?- lo llamó Zhao deteniéndose en seco en la puerta.

- Su Alteza...- respondió el chico aterrado.

- Vine a tu habitación para hablar acerca del atentado al Khan y este sujeto llegó con mucha prisa buscándote, ¿a qué se debe eso Zhao?- cuestionó Tao amenazante.

- Tranquilo, baja la espada, Chang Yu, es un amigo, su hermano, forma parte del grupo de soldados que desapareció junto a Kang Bo, los sospechosos de la muerte del Khan.- afirmó Zhao.

- ¿Su Alteza?- Yu lo llamó confundido.

- Está bien Chang, lo que sea que hayas venido a decirme puedes hacerlo frente a Tao... confío en él.- aseguró Zhao directamente a Tao con completa honestidad, el Primer Príncipe lo entendió y bajó la espada.

- Su Alteza, es Kang Bo... lo encontramos.- indicó Yu.

- ¿Dónde?, ¿lo llevaron ya a un cuarto para interrogarlo?- se apresuró Zhao, Yu negó con la cabeza.

- No señor, eso no será posible.-

- ¡¿A qué te refieres?!- preguntó Tao amenazante alzando de nuevo su espada.

- ¡Kang Bo está muerto!- exclamó Yu.

- ¿Cómo?- cuestionó Zhao.

- Asesinado... mucho antes que el Khan, no tenía su placa de Teniente, parece que alguien se la llevó.- informó Yu, los hermanos intercambiaron miradas confundidos.

- Si Kang Bo está muerto y su placa no está, entonces, ¿alguien usurpó su identidad?- reflexionó Zhao.

- ¿Pero quién?- cuestionó Tao.