Crímen

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Chang Yu caminaba exhausto entre los árboles, un mercader le había informado de un joven uniformado que había comprado provisiones para un grupo grande y que lo había visto marcharse en dirección al bosque algunas semanas atrás, así que ahí estaba, Chang Yu recorriendo todo el bosque para encontrar al soldado o si bien le iba, a todo el ejército.

Cansado y fastidiado pateaba las rocas, hasta que una cayó directamente hasta la cumbre de una colina y de ahí rodó cuesta abajo al otro lado, frente a él debia haber una depresión de las montañas, por mera curiosidad, Chang Yu se asomó, la impresión fue superior.

- ¡Alguien!, ¡Soldados!, ¡Acá!- exclamaba Chang Yu bajando la colina tan rápido como podía.

Miró a su alrededor, los había encontrado, los 60 soldados de Kang Bo, esparcidos... muertos.

Los soldados de Chang Yu revisaron los cuerpos, habían sido envenenados, la mayoría tenían aún a lado los platos con sopa envenenada, llevaban ya varios días muertos, Yu caminó entre los cadáveres, por fin había encontrado a los desaparecidos, pero ninguno con vida, tratando de ocultar su desesperación buscó a su hermano entre los rostros en descomposición.

- Ministro- lo llamó uno de los soldados, Yu se volvió a verlo tratando de concentrarse.

- ¿Qué ocurre?-

- Contamos 59 cuerpos- afirmó el soldado.

Yu frunció el ceño.

- ¿59?, deberían ser 60.- recordó Yu.

- Los hemos contado dos veces, son 59, ¿quiere que revisemos los alrededores por el último soldado?-

- Sí, hagan eso- asintió Yu.

El soldado se marchó y dio las instrucciones, Yu caminó por los alrededores con cierta sensación de fracaso y ansiedad.

Con un suspiro se sentó sobre una piedra, ¿ahora cómo encontrarían un testigo para el Emperador?

Fue entonces cuando el sonido de los arbustos moviéndose a su lado lo sacaron de sus pensamientos, alarmado se puso de pie.

Lo que le faltaba, un ladrón, un asesino.

- ¿Quién está ahí?, si lo que quiere es dinero, solo llevo unas monedas conmigo, se las entregaré- dijo Yu con voz temblorosa.

Poco a poco, el extraño salió, era un hombre, sucio, más temeroso que el mismo Chang Yu.

- ¿Yu?- lo llamó el hombre, Chang Yu se paralizó y observó al intruso, su rostro le resultaba familiar.

- ¿Fu?- reconoció Yu a su hermano, de inmediato, ambos corrieron a encontrarse en un fuerte abrazo sin importarles la suciedad, el cansancio  y sudor.

- ¿Qué haces aquí?- cuestionó Chang Fu.

- ¡Buscándote!, no sabes cuan preocupada tienes a Madre...- reprochó Yu, Fu solo desvió la mirada.-... ¿qué estabas pensando?, ¿porqué desapareciste así, de la nada?, ¿sí sabes que tu escuadrón está siendo buscado por traición?, ¡Desertores, Fu!- Yu decía con desesperación.

Chang Fu negó con la cabeza, parecía desconcertado.

- No es así, debes creerme, recibimos ordenes de Kang Bo, nos dijo que los mongoles estaban planeando un ataque y que el General Liu nos enviaba a una misión secreta de atacar al Khan, incluso nos dijeron que había informantes en el campamento que nos ayudarían con la misión... una chica, ella nos dio la información de cuando y donde atacar...- balbuceó Chang Fu.

- ¿Una chica?- cuestionó Yu.

- Sí, una Señorita de buen ver...- afirmó.

- ¿La reconocerías si la ves?-

- Supongo que sí-

La mirada de Yu brilló ante la respuesta de su hermano, él era el testigo que necesitaban.

- ¿Qué pasó aquí?- preguntó Yu.

- Cuando terminamos la misión, volvíamos a la capital, pero un soldado llegó con ordenes de Kang Bo y provisiones, nos dijo que esperáramos en las montañas hasta que nos dieran la orden de volver, cuando el soldado se fue, preparamos el almuerzo con las provisiones que trajo, yo no comí porque estaba muy cansado y preferí dormir un momento, cuando desperté, el grupo entero estaba muerto, sospecho que fue la sopa, los ingredientes, seguro estaban envenenados- dijo Fu con genuino horror en su voz.

Yu suspiró, tenían a su testigo, el soldado seguramente había sido el sujeto que Liu Xen había informado, y más importante aún, su hermano estaba vivo.

- Vamos, no te preocupes, estás a salvo, volvamos a casa.- Yu dio una palmada en el hombro de su hermano.

En la mansión Chu, todos iban de un lado a otro en busca de Mei, el Ministro había visto la carta que le habia dejado Mei, mas no lo aceptaba.

En su habitación, Lian volvía a leer la suya.

"Gracias a ti, tengo el valor de buscar mi lugar en el mundo, siempre serás mi hermana, A'li."

Lian percibía paz y desición en las palabras de Mei, mas no podía evitar sentir acongojado el corazón, Mei se había ido, y no sabía si algún día la volvería a ver, su único consuelo era saber que Mei no formaría parte de la guerra por lo que su vida no correría riesgo.

Un amargo nudo se formaba en su garganta, estaba feliz y melancolíca a la vez, distraída, tanto que no escuchó a Xen entrar.

- A'li- la llamó con voz ronca, la chica se giró hacia el General, parecía dolido también.

Lian se puso de pie y se acercó a abrazarlo, no estaba segura de quién lo necesitaba más, si ella o él.

- Sólo espero esté bien- murmuró Lian.

- La encontraré, juró que lo haré.- aseguró Xen.

- ¿Y si ella no quiere volver?- cuestionó Lian.

- No tiene porqué hacerlo, solo debo saber dónde está, se lo debo, a la tía Yue, para que descanse en paz.- dijo Xen, Lian observó a Xen.

- ¿Como vas con lo de tu mamá?- se atrevió a preguntar la chica, Xen tomó aire.

- No es fácil.- admitió Xen, Lian le dirigió una pequeña sonrisa.

- No lo será, pero no estás solo, me tienes a mí, a Zhao, a Tao.- dijo Lian en tono de consuelo, Xen asintió con simpatía.

- Me gusta pensar que atrapar a Lun Feng'en hará justicia también por mi familia.-

- Te prometo que ese crímen no quedará impune.- afirmó Lian.

Ambos chicos intercambiaron miradas de consuelo y complicidad.

Un sirviente interrumpió al General y a Lian.

- General Liu, llegó un llamado urgente del Palacio, el Emperador lo requiere.- informó el chico.

Xen miró a Lian.

- Definitivamente voy contigo- aseguró Lian.

Xen y Lian llegaron a Palacio tan pronto les fue posible, en la oficina ya los esperaban, Zhao, Tao, el Ministro Chang y un desconocido.

- Lamentamos la demora.- dijo Xen.

- Liu, Lian, les presento, él es Chang Fu.- Zhao fue directo al punto.

La Villana del Loto DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora