La Villana del Loto Dorado

Ganar sin Perder

El camino sería largo, y los ánimos no eran buenos, tal como Xen había prometido, el carruaje que transportaba a Lian y Xian estaba a su lado, el Ministro y Wong tenían su propio carruaje cerca del Emperador, desafortunadamente ambas chicas ya no tenían mucho que conversar la una con la otra.

Se limitaron a mirar por las ventanas, mirar sus uñas y alisar sus vestidos, sin duda sería un viaje infernal.

Lian no pudo resistirlo más y se asomó por la pequeña ventanita del carruaje rogando que el paisaje le indicara el final del camino, pero no era así, solo veía árboles y soldados, entre ellos, Xen, el General se dio cuenta de la pequeña cara que se asomaba con fastidio y se acercó.

- A'li no tenía que venir- reprochó Xen en voz baja, Lian chasqueó los dientes.

- ¿También tú hubieras preferido que me quedara en el Palacio con Feng?- cuestionó Lian, Xen soltó una risilla.

- Al menos no estaría aburrida y cansada como ahora.-

- Vengo por mi sagrada tarea de evitar que usted, General, se meta en algún lío- sentenció Lian, Xen sonrió, pero su sonrisa no era plena, parecía incómoda...culpable, Lian no tenía dudas, el guión original los seguía hasta este punto, no importaba si había conocido el lado más vulnerable de los villanos, de Xen, Zhao, de Mei, al final todo los llevaría al final que conocía y eso le lastimaba el corazón, cerró la persiana y clavó su mirada reflexiva a sus manos temblorosas, ¿la sangre de quién sería la próxima en manchar sus dedos?

- Tan solo quisiera saber quien de los tres es tu primera opción, ¿o sólo elegirás al que ofrezca lo mejor?, si es así, deberías dejar de jugar con el General, no puede dar más que un Príncipe.- dijo Xian con voz grave y acusatoria, Lian levantó la mirada y sintió unos escalofríos recorrer su cuerpo, ¿qué era esa mirada?, Xian la miraba con rencor, como a una villana.

- No sé de que hablas prima- aseguró Lian con voz débil, Xian sonrió con burla.

- Eres peor que Mei, al menos ella es abiertamente vil, no como tú que escondes tus fechorias detrás de tu imagen inocente- concluyó Xian desviando la mirada para dar por terminado el intercambio de palabras.

Lian quedó perpleja, ¿en qué momento Xian se había vuelto en su contra?, analizó por un momento su situación, Xian la odiaba, Tao la trataba indiferente ahora, era cercana a Xen, a Zhao, incluso a la misma Mei, Lian estaba del lado de los villanos, ¿eso la hacía villana a los ojos de la protagonista Chu Xian?, sin saberlo, había recorrido el camino de la villana, sin hacer mal a nadie, sin conspirar, con el simple hecho de regalarle su sonrisa y confianza a los villanos, ella era ahora uno de ellos.

Recordó las muertes de sus ahora amigos, todo por la felicidad de la chica que ahora la ignoraba, todos muertos por la sonrisa de Chu Xian, incluso ella, ¿realmente solo podía ser un camino u otro?, ¿ser heroína para unos, villana para otros?

¿Cómo ganar sin perder a nadie?...

El trayecto infernal llego a su fin tres días y dos noches después, entumecida, acalorada y con los pensamientos sombríos bajó del carruaje, era un hermoso paisaje, tierra neutra, una cordillera verde, un paraíso donde la paz estaba asegurada, o eso creían todos los presentes, menos Lian que conocía el trágico suceso que ocurriría en los siguientes días... igual que Xen, a quien de lejos pudo notar y en su mirada no se veía nada más que un hombre con una oscura misión.

- Emperador Tianlong- saludó el Rey Mongol.

- Khan Temuyín- respondió el Emperador, los mongoles tenían una apariencia mas tosca y salvaje pero eran muy elocuentes y educados, prueba de ello era la formación de sus soldados y la elegancia del Khan y su hijo, Tolui, un agraciado joven de mirada pícara que no dejaba de mirar a cada mujer de la caravana del Emperador.

Lian lo recordaba de la novela, Tolui estaba enamorado de Xian pero respetaba el amor de Xian por Tao y se conformó con ser su amigo y brindar su apoyo al derrocar a Zhao, se volvió un fuerte y valioso aliado, Tolui sería el último y más poderoso enamorado de Xian, después del atentado en esta visita Tolui sería la certeza de muerte de Xen y Zhao, su única opción para evitar ese atentado sería arruinar el plan de Zhao y no dejar ni un momento solo a Xen.

Tal como se esperaba, Tolui dio el primer paso y se acercó a Xian y Lian.

- Escuché que las mujeres de su país eran una belleza delicada, frágil, y veo que no se equivocaban, son tan pequeñas que podría romperlas.- dijo Tolui en tono de burla y coqueteo.

- Delicadas, frágiles e irresistibles para bárbaros como usted- respondió Xian sin dudarlo, Tolui parecía ofendido pero igualmente intrigado, el primer flechazo había llegado a Tolui por parte de la fiereza de Xian.

- Algunas parecen tener carácter, otras... lucen temerosas, como pequeñas ratitas- se burló mirando a Lian quien mantenía su mirada dispersa con sus pensamientos perdidos en evitar la tragedia.

La intensa mirada de Tolui taladró la distracción de Lian, la chica volvió a la realidad y miró al Príncipe Mongol sin mucho interés, de cualquier forma, Tolui no sería de ayuda, no en los pensamientos de Lian.

- Lo lamento Su Alteza, no lo escuché, ¿decía?- preguntó Lian distraída, desinteresada, Tolui quedó sorprendido, una lo agredía y la otra lo ignoraba por completo, ¡pero que interesante!

- Decía que ustedes lucen distintas a las mujeres de nuestras tribus- repitió Tolui.

- Naturalmente... con su permiso, iré con mi hermano- dijo Lian despidiendose.

Tolui la vio marcharse sin inmutarse, Xian presenció la situación, la mirada intrigada de Tolui no mentía... "uno más a la lista de la depredadora" pensó Xian poniendo los ojos en blanco.

Lian siguió su camino, los soldados levantaban el campamento de ambas tribus, había dicho que buscaría a Wong pero su verdadero objetivo estaba a unos metros de ella, puliendo su espada.