La Villana del Loto Dorado

Sin más Sangre

Zhao daba vueltas por su oficina, tendría que mandar llamar a Xian para obligar a Tolui a aparecer, suspiró resignado, una parte de él esperaba no tener que recurrir a esa boda, pero ahora parecía inevitable, al menos le daría a Lian el privilegio de confrontar a Baimei.

Mientras meditaba en ello, la trompeta que alertaba un ataque sonó a la lejanía del Palacio, Zhao salió de su oficina confundido y alerta, los guardias del palacio lo rodearon para protegerlo.

Tao llegó en armadura hacia su hermano.

- ¿Qué está pasando?- Preguntó Zhao, Tao estaba preocupado.

- Es Tolui, está en las puertas del Palacio, con un ejército.- informó, Zhao no cabía en su sorpresa.

- ¿Cómo es posible?- cuestionó.

- Su ejército, está disfrazado de ciudadanos comunes, creo que estuvieron aquí desde hace tiempo y...- Tao vaciló un momento.

- ¿Y qué?- preguntó Zhao.

- Chu Xian está con él.-

Zhao arqueó las cejas, Chu Xian había llevado a Tolui hasta su puerta, ¿desde cuándo había planeado eso?

Zhao suspiró, tal vez, esto podía resultar a su favor, retomó su perfil elegante.

- Déjenlo entrar- ordenó Zhao sereno, Tao lo miró incrédulo.

- Con todo respeto, Su Majestad, ¿estás loco?- preguntó Tao, Zhao mantuvo su gesto sereno.

- Posiblemente... no me haga repetirlo... Príncipe General.- dijo Zhao, Tao inseguro asintió, se giró e hizo una señal a los soldados para que abrieran las puertas.

Tan pronto las abrieron, Tolui entró, con su arco en una mano, Xian a su lado y sus soldados en posición de ataque.

- ¡Se acabó Li Zhao, sal y enfréntame como hombre!- retó Tolui.

Zhao salió de entre sus soldados manteniendo su porte imponente, verlo de esa manera hizo que la sangre de Tolui ardiera en odio.

- Estoy de acuerdo, se acabó Tolui, debes escuchar- dijo Zhao con voz firme.

- ¡No tengo nada que escuchar de ti!- rugió Tolui.

- ¡Escucha!, las cosas no son como se te han contado, ¡tengo pruebas!- insistió Zhao.

En ese preciso momento Lian y Xen habían salido del ala de Baimei y corrían hacia el lugar del alboroto.

- No lo escuche Su Majestad, Li Zhao es maestro de las mentiras.- dijo Xian a Tolui, el joven Khan cegado por su ingenua confiaza sacó una flecha y tensó su arco.

- ¡Tus mentiras no volverán a manchar estas tierras!- sentenció Tolui al momento que soltaba la flecha en dirección del Emperador.

- ¡ZHAO!- exclamó Tao con desesperación mientras corría con la inútil esperanza de evitar la tragedia.

El momento fue rápido, casi imperceptible, la flecha de Tolui estaba a centímetros del pecho de Zhao, pero una fuerza la desvió, la flecha cayó al suelo, fue ahí donde se percataron que había sido otra flecha la que había salvado la vida del Emperador, desconcertados, todos los presentes giraron su mirada hacia el origen de la segunda flecha.

Desde un balcón a algunos metros del encuentro estaban Lian y Xen, Lian aún sujetaba el arco en sus manos firmemente, Zhao no pudo evitar sonreírle, la mejor arquera sin duda.

Aprovechando el desconcierto Lian bajó hasta el encuentro con Zhao.

- Buscaré a Lun Feng'en.- le dijo Xen a Lian antes de separarse.