La Villana del Loto Dorado

Encuentro Especial

Lian permanecía ausente frente a su desayuno junto a su familia, la noche anterior no había dormido nada, pensando en Zhao, en Xen y que no le había contado al General la información que Zhao le había dicho sobre sus sospechas, el Ministro Chang, los soldados desaparecidos, había dejado que la visita fuera meramente sentimental, en fin, era necesaria.

Lian se debatía en sus pensamientos cuando Mei la sacó.

- Chu Lian, deja de fantasear y contéstale a Padre- dijo en falso tono altivo.

Lian volvió en sí.

-¿Cómo?- preguntó.

El Ministro suspiró.

- El Emperador citó a toda la familia a una reunión especial hoy, necesito que estén listas en una hora- repitió Yuan.

- Claro, sí- afirmo Lian paseando su mirada por la sala, Xian la ignoraba, la abuela, Wong, el Ministro y Mei la miraban consternados, Xen parecía conocer sus pensamientos, pero alguien faltaba.

Yue.

- ¿Dónde está la tía Yue?- preguntó dirigiendose a Mei quien sonrió con debilidad.

- Madre a despertado con una ligera fiebre, ella no nos acompañará- se limitó a informar.

Tal como lo pidió el Ministro, las tres hijas Chu esperaban en la entrada vestidas con sedas elegantes, Xen se acercó con su uniforme militar, el Ministro y Wong también vestían eapecialmente elegantes, algo ocurría y el Ministro sabía.

- Xen- llamó Lian mientras todos se subían a los carruajes.

El General se detuvo.

- ¿Que ocurre?- preguntó Lian.

- El Ministro recibió la notificación del Emperador, a primera hora, antes del amanecer, no sé lo que decía, pero el Ministro Chu ha estado reflexivo desde entonces- dijo Xen en un murmullo.

Lian chasqueó los dientes tratando de pensar en qué podría ser, sentada en el carruaje pensó en la posibilidad de que Zhao supiera algo.

Su curiosidad no duraría mucho pues tan pronto llegaron al palacio, notaron que ya los esperaban.

Dentro del salón, todos los ministros y la familia imperial los esperaban, Lian trató de leer los rostros de los presentes.

El Emperador se mantenía sereno e inexpresivo, la Emperatriz parecía particularmente disgustada, ella sabía lo que ocurría, y no le agradaba, Feng estaba ahí, con un gesto curioso, ciertamente no tenía idea de porque había sido convocada, Tao parecía nervioso, a la defensiva, tampoco sabía nada, y Zhao, Zhao trataba de mantenerse calmo, como su padre, Lian no podía evitar pasear su mirada con especial atención sobre el Príncipe, era tan hipnótico, ahora más que admitía sus sentimientos, pero incluso en esa detallada observación, era evidente, que detrás de la cortina de calma, Zhao sospechaba de la situación y construía del plan A al Z para salir de ahí si era necesario, no sabía nada de la situación.

En conclusión, fuera lo que fuera solo los Emperadores tenían la certeza de lo que ocurriría esa mañana.

- Hoy damos la bienvenida a todos los presentes, a un encuentro especial...- comenzó el Emperador poniéndose de pie, todos lo miraron extrañado, pues usualmente, cualquier discurso lo daba en su mayoría, el Eunuco Principal. -... este es un día de luz, un día de regocijo en esta época de incertidumbre, presento un edicto real, el cual les he de leer.- dijo el Emperador dando la señal a su Eunuco Principal quien se acercó con un pergamino dorado que abrió en ese momento.

- "Por este edicto real, yo, Emperador Tianlong, apruebo el matrimonio Real entre la Primera Princesa Imperial Li Feng y Chu Wong de la familia Chu, y sentencio que la ceremonia ha de llevarse a cabo tan pronto sea posible para ambas familias."- leyó el Eunuco tratando de ocultar su sorpresa, al igual que todos los presentes, Lian quedó paralizada y su estado de shock fue tal que comenzó a presenciar la escena como si fuera cámara lenta, los Ministros murmuraban, su tío sujetaba a su madre quien parecía no estar de acuerdo en el matrimonio, Wong estaba tan confundido que no despegaba la vista del suelo, Feng miraba a Wong, no sabía si reír o llorar, Tao parecía confundido tambié, como si tratara de hilar la lógica de esa desición.

Pero tan pronto Lian posó su mirada en Zhao lo entendió, el Príncipe la miraba también, suspiraba con alivio, su mirada parecía confiada, con una pequeña sonrisa asintió, Lian lo entendió, Feng y Wong estaban a salvo, la capital podría arder, pero Feng y Wong bien podrían no estar ahí, una pequeña victoria para aquellos que se quedaran a pelear.

Con ese plan en mente Lian se acercó a su hermano.

- Wong, ¿Wong?, mírame- murmuró Lian, el chico salió de su trance y la miró con infinidad de dudas en sus ojos.

- A'li, ¿qué hago?- preguntó el chico con voz temblorosa.

Lian lo dudó un momento, sabía que la relación entre los niños no era mala, más no tenía la certeza de que existiera amor entre ellos, parte de ella no quería obligar a Wong a que se casara sin amor, Lian sintió una mirada pesada sobre ella, era Mei, extrañamente parecía como si Mei supiese sobre sus dudas, la chica negó con la cabeza y su ceño fruncido, si alguien conocía las consecuencias de un matrimonio sin amor eran las Liu, su madre, su abuela, ella misma si ahora aceptaba el supuesto amor de Tao, Mei sabía lo injusto de esa situación.

Lian devolvió la mirada a Wong, en ese momento el poder la abrumó, fuera lo que fuera que ella le dijera a Wong, él lo haría sin pensar, en sus manos estaba el futuro no solo de su hermano, sino de la misma Feng.

Lian acarició el rostro del joven.

- Acepta- dijo Lian con firmeza.

Wong la miró interrogante.

- Acepta- repitió Lian asintiendo, Wong imitó el movimiento y lentamente se acercó al Eunuco quien le entregó el edicto real.

- Este súbdito acepta con orgullo- dijo el chico con voz entre cortada.

Lian regresó su mirada a Mei quien le reprochaba en silencio, detrás de ella estaba Xian, con una escalofriante mirada vacía... como la de un depredador viendo como su presa huye.

**Nota: Hello!!! Como ven, siempre actualizamos una vez por semana, y tal vez no pueda darles maraton pero sí un segundo capítulo 💚 nos vemos mañana para Por el Beso de una Dama💜**