-Mi salvación.-volví a repetir sin poder creérmelo.-¿Crees que soy idiota?-pregunté mientras me ponía de pie.
-Un respeto.-dijo dé repente Martín, el cual estaba a punto de abalanzarse sobre mi, pero paró de inmediato al ver la mano de la tal Arcadia alzarse para que no se acercara.
-No importa.-le dijo fríamente.
-¿Esa es la ayuda?-pregunté con ironía.
-Martín déjanos solas.-pasó por completo de mi comentario.
-Pero_.-fue cortado por otra señal de ella.-Como ordene.
-Perdona su comportamiento.-dijo cuando ya había salido.
-¿También el tuyo?-pregunté tomándola por sorpresa.-En lo que lleva de mes, me han secuestrado tres veces y no es para nada bonito.
-Era la única forma de que vinieras.-intentó explicarse.
-No lo creo.-contrarresté su postura.-Hay mil formas de hacerlo y esa no es una de las correctas.
-¿Que habrías hecho tu entonces?-preguntó acercándose.
-No lo se, no se ni los motivos.-di un paso hacia atrás.-Pero no hubiese secuestrado a la persona.
-Veras Maia.-comenzó a decir mientras andaba alrededor.-El otro día llegó a mis oídos que dos de las familias más poderosas de los vampiros había sufrido un cambio.-sus manos fueron a parar a mi pelo, me aparté en seguida encarándola.-¿Me equivoco?
-No lo se.-di un paso hacía ella, tomándola por sorpresa.-¿Por que no les preguntas?
-Eso es un si.-volvió a hacer caso omiso a mi comentario.-No me gusta que me mientan.
-A mi no me gusta que me secuestren.
-Touche.-alzó su mano.-Se que eres su nueva compañera.
-¿Me puedes decir que demonios hago aquí de una vez?-pregunté cansada de la situación mientras me apoyaba en la enorme piedra en la que estaba antes.
-Tengo mis motivos para creer que eres como mis antepasados.-colocó ambas de sus manos detrás de la espalda, dejando ver una pequeña daga atada a su cinturón.
-Como tus antepasados.-volví a repetir.-Mira, lo siento mucho pero no lo creo.
-Tus facciones, tu nacionalidad y tu tipo de sangre te delatan.-sentenció muy segura.-Italiana, AB negativo y apuesto un millón de dólares a que tienes una marca roja en el talón derecho del pie.
-¿Como?-pregunté anonadada.
-Porque yo también la tengo.-intentó acercarse, la detuve enseguida.
-¿Me estas diciendo que somos familia?-pregunté aun más confundida.
-No, te estoy diciendo que tienes las mismas características.-negó rotundamente con la cabeza.
-¿Por tres sencillas cosas que puede tener cualquiera?
-No es tan sencillo.-contestó enfadada.
-Pues eso parece. Lo siento mucho, pero no soy la persona que buscas.-comencé a caminar hacia la puerta de salida.
-No puedes irte.-nada más decirlo su mano tomó mi brazo, impidiéndome caminar.
-Suéltame.-le ordené retándole con la mirada.
-¿Todo bien, mi señora?-la voz de Martín me obligó a poner los ojos en blanco.
-Todo bien.-le contestó con seguridad.
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Hematófaga
Vampirgeschichten¿Apocalipsis vampírico? ¿Qué clase de tontearía era esa? ¿Desde cuando existían los vampiros? Y sobre todo, ¿por qué soy su principal objetivo?