Capítulo 16: Un plan imperfecto

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-Buenos días.-Thomas alargó la frase como si algo hubiera pasado.-Veo que tienes muy buen despertar.-susurró cuando lo miré con mala cara.

-Thomas, acabo de venir de un secuestro. ¿Qué has hecho?-tapé mi cara con la manta por la inmensa luz que entraba por las ventanas.

-¿Cómo que secuestro?-preguntó confundido.-Tus pesadillas sí que son interesantes.-comenzó a reírse mientras ojeaba uno de mis libros.

-Thomas.-lo llamé para que me tomara enserio.-Literalmente, me acaba de secuestrar una caza vampiros, porque, aparentemente, yo también lo soy.-me estiré con fuerza.-No ha sido ninguna pesadilla, el coche que hay en la entrada lo demuestra.

-¿Me estás diciendo que la noche en la que yo no estoy, te han logrado secuestrar?-preguntó con aires de heroe.-Vaya, si que soy de utilidad.

-Eso es con lo único que te has quedado.-me quejé dándole un pequeño golpe en la cabeza.-Madura.

-Tengo, prácticamente, tu misma edad.

-La madurez no está en la edad.-lo mire por unos segundos, su traje no es que estuviera muy limpio.-Deberías de saberlo.

Me reincorporé, para sentarme en la cama. Su último comentario me obligó a mirarle con cara de pocos amigos. ¿Qué le habría pasado para tener así el traje?

-Vale, perdona.-susurró sin muchas ganas.-¡¿Como que eres una caza vampiros?!-me giré para mirarlo mientras me reía y negaba con la cabeza.

-Eso parece, Thomas.-afirme dudosa.-Igual solo era una loca que quiere matar a todos los vampiros.

-Sigo alucinando con tu vida.-su cuerpo cayó con fuerza encima de mi cama.

-Oye.-que queje con fuerza, ya que había estado a punto de caerme al suelo.-Como rompas mi cama_.

-Agg, cállate. Tienes una cama enorme en un maldito castillo.

-¡¿Qué demonios te ha pasado?!-grité al ver su espalda desprotegida, con algunas quemaduras por el sol.

-Oh, a eso venía.-levantó la cabeza.-Un grupo de vampiros nos atacó al entrar en la guardia.-comenzó a explicar nervioso.-Lograron meter a Daniel, pero yo tuve que separarme para que esos idiotas no se acumularan en la entrada.

-¡¿Me estás diciendo que has dejado a Daniel ahí solo?!-me levanté enseguida.

-Bonito conjunto.-volvió a largar la voz, por lo que mi enfado aumentó.-Tranquila, estará bien. O eso creo.-mis ojos se abrieron más al oír su último susurro.-Estará bien.-alzó su mano restándole importancia.-Se lo he ordenado.

-La realiza también les ordenó que no usaran la toxina y ya sabes como acaba la historia.-me cambie con rapidez de ropa.-Levántate. Vamos a buscarlo.

-¡¿Qué?! ¿Acaso estás loca? Si entras ahí_.

-Llevaré la pulsera.-le obligue a cerrar su boca.-Venga.

-No es tan fácil.-se quejó mientras se levantaba.-Y eso no es lo que más me preocupa.-se acercó hasta donde estaba.-Si tus "amores" se enteran que te he metido ahí adentro, me matan.-comencé a reír al verle bastante preocupado mientras intentaba hacer comillas con sus dedos al nombrarlas.

-Les diremos que yo te lo he ordenado.-guiñé mi ojo derecho para convencerlo.

-No se, no me con_.

-¿Tienes un plan mejor?

-Si algo sale mal, no_.-le interrumpí de nuevo.

-Venga, no tenemos todo el día.-mi mano dio con la suya y tiré de él hacia la puerta.

HematófagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora