Capítulo 27.

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La cabeza me parece un concierto de música electrónica con tanta cosa que tengo y es que si no me calmo voy a terminar obteniendo un infarto.

—Bienvenida, señora—El servicio del hotel me saluda.

—Que nadie a parte de mi esposo pase.

—Si, señora, ya hemos cerrado el edificio para ustedes.

—No quiero que me molesten—Entro a la habitación y lo primero que hago es tirar todo al suelo mientras les grito como si llevaran mi apellido clavado.

«Pero no estaba en nuestros planes que fueras una loca» Me culparon a mí de un plan pésimamente ejecutado y como mandé todo a la mierda cuando desconocía sus intenciones, porque así de tóxica soy; Tengo ese poder nato de acabar con todo, sin importar nada, es lo que me nace.

El teléfono me empieza a vibrar y descarto el agarrarlo por lo que conlleva últimamente, basta que pasen segundos para que me avisen que tiraron otra orden de captura.

De hecho, las probabilidades de que sea Lorenzo son inmensas y superiores, pero ahorita no tengo cabeza para él después de lo que soltó.

Cuando llegué a la casa y vi a las dos figuras yacentes me empecé a carcajear porque todo parecía una muy buena broma. Quise evitar volverme loca y saltarle encima a los verdaderos Sculla Kaya y me fui a montar en mi Range Rover, pero él me detuvo y contó toda la historia que ciertamente no estaba interesada en escuchar.

Me sabe a tres hectáreas de mierda como resultó todo, el fin es el que tiene el peso suficiente. No se puede cambiar lo evidente y es que mis padres están vivos cuando yo misma los mandé a asesinar.

Ahora, si de admitir se trata también nos pudiéramos ir con el que yo debí confirmar que eran ellos, pero tampoco es como si tenía miles de fotos de los verdaderos Sculla Kaya. Vi unas pocas por encima que facilitaba el ECT y eran notables sus rasgos, entonces vi a una mujer con cabello fuego y su esposo con canas y no pensé que eran los Di Crescenzo.

No es solamente el hecho de que el cerebro no me haya dado porque no califico esto como mi culpa, pero si que no sentí la traición no solo por parte de Lorenzo sino también de Eneo.

Creía imposible que una persona durara escondida más de quince años, pero ellos lo hicieron y con el tiempo trazaron un plan perfecto que estudié.

Primero debían secuestrar a los verdaderos Sculla Kaya, meterlos en una zona impenetrable y lo hicieron en una isla lo que podía tener de consecuencia que lógicamente se debilitarían y es ahí cuando entro yo, pues me van a buscar en fin de que los levantara. Lo que no sabían es que lo último que yo deseaba era tener personas en mi camino y los asesiné, eventualmente logran escapar Penelope y Plutarco para llegar a Italia buscándome.

Es entonces cuando razonas y te das cuenta de que de una manera excesivamente retorcida, Lorenzo si buscaba protegerme y evitarme este drama porque lo peor no es que hayan llegado, eso sería lo de menos, sino que nos van a tomar como una película de comedia, ellos quieren lo que les pertenecía y no voy a ceder. No obstante, no hay excusa que valga para la traición y Eneo y Lorenzo son unos hijos de puta que se van a enterar porque el primero supo desde siempre que se me estaban riendo en la cara y no eran los verdaderos, pero prefirió seguirle la mierda a Lorenzo.

Visualizo los mensajes con el corazón en la mano.

Domenico Madonia.
¿Estás, peque?

Domenico Madonia.
Sé que lo arruiné, amor, pero estaba muy estresado.

Domenico Madonia.
Entiéndeme, por favor.

SIGILIO SCULLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora