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Wooyoung se encontraba en la cocina del departamento de San preparando el desayuno, estaba usando únicamente su ropa interior y una enorme camiseta negra que le había robado a su novio, el cual aún estaba dormido. La noche anterior, San y él habían tenido nada más y nada menos que cinco rondas de sexo, según el peli rosa, esa era una buena manera de hacer sentir mejor a Wooyoung después haber llorado por tanto tiempo debido a la pelea con sus padres, aunque evidentemente sólo era una excusa para acostarse con él.

Para ambos el sexo era algo fundamental e indispensable, sobre todo para Wooyoung, quien ya se había vuelto adicto a ello y no podía pasar más de tres días sin follar con su novio y este gustoso aceptaba complacer a su pequeño. Pero no sólo en eso se basaba su relación, ellos de verdad se querían, no existía otra cosa más fuerte que el amor de San y Wooyoung.

En esta ocasión el peli morado quiso hacer algo bonito para su pareja y se le ocurrió intentar preparar hot cakes en forma de corazón y exitosamente lo logró. Tomó dos platos y colocó los hot cakes en estos, también los decoró con pedacitos de frutas y un poco de miel.

Estaba a punto de dirigirse a la habitación para despertar a San, pero los fuertes brazos de este rodearon su cintura.

- Buenos días, bebé.- dijo con voz rasposa y soltó un bostezo.

- Buenos días, Sanie~

- ¿Son para mí?.- preguntó San mientras apuntaba con su dedo a los hot cakes de corazón.

- Sip, me esforcé mucho para hacerlos bonitos.

- Se ven muy bonitos y muy deliciosos.

Ambos se sentaron en la mesa del pequeño comedor y comenzaron a comer sus desayunos mientras conversaban alegremente.

- Me alegra ver que ya te sientes bien.

- Fue gracias a ti, porque anoche me hiciste sentir de maravilla.- Wooyoung sonrió con picardía y soltó una pequeña risita.

- Y puedo volver a hacerlo síquieres.- San guiñó su ojo y volvieron a reír.- Cambiando el tema, creo que ese color de cabello te queda muy bien.

Wooyoung rió con las mejillas rojas.- Fuiste tú quien me dijo que debería teñirlo.

- ¿Recuerdas que tus padres casi se mueren al verte con el pelo morado?.- comentó entre risas.

- Si y casi me matan a mí.

- Oye, ¿te imaginas que tus padres vengan por ti?

Soltaron unas fuertes carcajadas, pues era evidente que eso era imposible...o casi...

- No seas tonto, ellos no saben dónde vives, además sí no vinieron a buscarme ayer, no lo harán hoy.

- Tienes razón, pero sí estuvieran aquí tu madre diría algo así; "¡ay Dios mío!, ¿cómo puede ser posible que mi hijo esté con este pecador?"

Wooyoung nuevamente rió a carcajadas al ver a San imitando la voz de su madre y su sobreactuación. Pero unos golpes en la puerta hicieron que el peli morado deje de reír de repente.

- ¿Quién será?

- Seguramente es Mingi, iré a abrir.- San se levantó y se dirigió a la puerta que aún seguía siendo golpeada con fuerza.- ¿Qué quieres Min- .- no terminó de hablar pues unas manos lo empujaron de forma brusca.

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