Al salir de clases, Seonghwa y Yeosang caminaban juntos hacia la casa del rubio. Este estaba aferrado el brazo de Seonghwa como sí alguien fuese a quitárselo.
Seonghwa estaba bastante nervioso, le aterraba la idea de darles una mala impresión a los padres de Yeosang, además no era alguien fanático de las pijamadas, la última vez que fue a una se sintió muy incómodo. Pero sentía la necesidad de hacerlo esta vez, no quería desilusión a Yeosang y también prefería pasar la noche con él y no en su casa.
Yeosang por su parte, no podía dejar de sonreír, estaba tan felíz de que su primera pijamada sea con el peli negro, le alegraba mucho ver como este poco a poco dejaba de evitarlo. Seonghwa se estaba convirtiendo en alguien muy importante para él.
Ambos al fín habían llegado a la casa, Yeosang notó como las manos de Seonghwa temblaban y comenzaban a ponerse sudorosas,
Aacarició su mejilla para calmarlo.- Tranquilo, no debes estar nervioso, todo saldrá bien.- después de decir eso, entraron a la casa, encontrándose a los padres de Yeosang en la sala de estar.- Mami, papi, ya llegué~.- se acercó alegre a abrazarlos.- Quiero presentarles a mi mejor amigo Seonghwa.
Los progenitores de Yeosang miraron a Seonghwa y le dedicaron una dulce sonrisa.- Mucho gusto Seonghwa.
- E-el gusto es mío.- habló nervioso.
- ¿Puede quedarse a dormir esta noche? Por favor~ será mi primera pijamada.- juntó sus manitas en forma de súplica.
Los señores Kang iban a negarse rotundamente, pero no podían resistirse al tierno puchero de su hijo.- Está bien, puede quedarse. Pero nada de dormir juntos en la cama.
- ¡Gracias!.- besó las mejillas de su padre y madre.- Vamos a mi habitación Seonghwa.- tomó de nuevo su brazo y lo llevó hasta su cuarto.
Seonghwa estaba un poco más tranquilo al saber que no dormirán juntos, eso sería demasiado incómodo para él.
La hora de la cena había llegado, Seonghwa se dió cuenta de lo amables y cariñosos que eran los padres de Yeosang, aunque también era un poco sobreprotectores. Pero todo lo que hacían era por el bien de su hijo. A diferencia de los suyos, pues su madre nunca paraba de humillarlo y hacerlo sentir mal, y su padre ni siquiera hablaba con él.
Debía admitirlo, envidiaba la buena relación que Yeosang tenía con sus padres. Más de una vez se imaginó como sería su vida sí tuviese buenos padres, que se preocuparan por él y lo llenaran de amor. Deseaba no tener ese sentimiento de odio hacia ellos, sobre todo a su madre, ella fue la causante de todas sus inseguridades.
Al terminar de cenar, la madre de Yeosang los siguió hasta la habitación del rubio, tomó algunas cobijas junto con una almohada y las colocó en el suelo, justo al lado de la cama de Yeosang.
- Ya preparé donde vas a dormir y disculpa sí te sientes muy incómodo en el suelo.
- Está bien, no se preocupe. Muchas gracias, señora Kang.
- Llámame Seulgi, por favor.- Seonghwa asintió con timidez y Seulgi se acercó a él dándole un pequeño beso en la frente.- Buenas noches, Seonghwa~.- La mujer hizo lo mismo con su hijo y salió de la habitación.
Seonghwa se sintió extraño después de eso, definitivamente los padres de Yeosang eran mejores que los suyos.
El rubio comenzó a buscar algo dentro de su armario y después de varios minutos le entregó a Seonghwa unos pantalones cortos de color negro y una camiseta azul.
- Usa esto para dormir, esa ropa me queda algo grande. Puedes usar el baño para cambiarte.
- Está bien.
En la habitación de Yeosang había una puerta blanca la cual daba acceso a su baño. Eso sorprendió mucho Seonghwa, sólo en programas de televisión había visto algo como eso.
"Vaya, de verdad envidio la vida de Yeosang".- dijo en su mente.
Comenzó a retirar sus prendas de vestir y se colocó lo que le había dado Yeosang.
Había olvidado cerrar por completo la puerta, estaba a punto de colocarse la camiseta azul, pero se detuvo al sentirse observado. Giró su cabeza en dirección a la puerta semi abierta y se sobresaltó cuando pudo apreciar un ojito viéndolo fijamente.
Abrió bruscamente la puerta, descubriendo que era Yeosang quien lo estaba viendo, con su rostro rojo.
- ¡¿Por qué estás viéndome?!
- ¡L-lo siento!
- ¡Responde a mi maldita pregunta, joder!.- Seonghwa también estaba rojo de la vergüenza.
- Vale, vale, pero no te enojes.- suspiró y bajó la mirada mientras jugaba con sus manos.- Es que...tenía un poco de curiosidad.
- ¿Curiosidad de qué? ¿De verme en ropa interior?
Yeosang se mantuvo en silencio unos cuantos segundos.- Pues...si...
Sé que el capitulo es medio aburrido, pero honestamente no tenía mucha inspiración para escribir unu.