Capítulo 6

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"Eres la luz, eres la noche, eres el color de mi sangre, eres la cura, eres el dolor, eres la única cosa que quiero tocar, nunca pense que podía significar tanto..."

POV. Anastasia.

Me despierto sudando, joder otra vez soñé con Christian, mierda qué me está pasando, sueño con esto, deseo que pase, pero ayer iba a pasar y no pude, soy una cobarde, me baño, y me visto rápidamente, no quiero estar en este estúpido cuarto, pareciera que cada vez que entro mis deseos hacía él despiertan, meto la tarjeta de crédito pues hoy vamos a ir a comprar lo vestidos, aunque odio las fiestas, bailes y toda esas mierda, está va ser diferente pues voy a ir con Christian, bajo y ya ni pregunto si está mi padre, pues la respuesta es obvia, bueno me hace mucha falta pero bueno no puedo hacer nada, más que hacerme a la idea que mi padre es así, desayuno rápidamente, un vaso de yogurt de fresa y unos huevos revueltos con tócino, está vez acepto que Carla me preparé dos sándwiches, me los ofrece le agradezco y salgo de la casa, subo al auto donde Steve ya no pregunta sino que conduce directamente a la casa de Christian, lista para pasar otro día junto con el dios griego Christian Grey….

Estaciona delante de la casa de Christian y lo veo venir con un polo negro que lo hace ver extremadamente sexi, jean gris, su cabello cobrizo alborotado, me encanta y mientras se acerca me acuerdo de lo que le dije cuando llamo en la madrugada, mierda espero no haya escuchado nada, aunque estaba dormido.

Sube al auto, se pone el cinturón de seguridad, Steve comienza a arrancar el carro,  Christian me mira con eso ojos grises que tanto me encanta, me dedica una amplia que mierda son mi perdición, se acerca a mi rostro.- Bueno días nena.- me llega su aliento, huele a menta, nada de alcohol.

-Bien Grey, no hueles a alcohol.- le sonrío ampliamente.

Se encoge de hombros.- Tengo un buen incentivo.- mierda nuevamente esa sonrisa no.- Deja de morderte el labio.- acerca su mano y con sus dedos libera mi labio inferior del agarre de mis dientes.- Cómo me encantaría morderte yo tú labio.-

Púes hazlo.- le digo entrecortadamente.- Ven por tú premio por no beber.-

-Veo que te mueres porque te bese nena.- me acaricia la mejilla, suavemente y la corriente ahora está contenida en mi entrepierna, sus dedos lo lleva hasta mi labio donde lo acaricia suavemente pero yo quiero sus labios que acaricien los míos, no sus  dedos, pero no lo hace, me está torturando.-¿Qué quieres que haga?- me dice con su voz entrecortada, al menos no soy la única excitada en el auto.

Mierda, quiere que le ruegue, ¿yo rogarle porque me bese?, a la mierda haría cualquier cosa por sentir sus labios en los míos.- Bésame Christian, ahora.-

-Nos proponemos complacer Ana.-

Pone sus manos alrededor de mi rostro, y me atrae a sus labios, su beso me quita todo el aíre, siente la corriente eléctrica que gracias a Dios se libera de mi entrepierna y recorre todo mi cuerpo, mientras nos besamos me olvido por completo que estamos en el auto y Steve está acá, a la mierda ahora solo importamos los dos, abro mi boca para poder tomar aire y el muy maldito aprovecha para meter su lengua en mi boca, su lengua comienza a inspeccionar mi boca donde ya debe ser un lugar conocido, encuentra mi lengua y comienzan con su jueguito aparte, roses, y más roses, es un beso lleno de pasión  de necesidad, joder me necesita él a mí, tanto como yo lo necesito a él,  nos seguimos besando nuestros labios se rosan, se seducen, luego de un momento despega nuestro labios, pero antes me muerde suavemente el labio inferior joder es tan excitante.

Nos miramos fijamente con nuestras respiraciones entrecortadas, tratando de recuperar el aíre de ese señor beso, no fue un beso cualquier sino fue un beso con todas las letras,  miro en su entrepierna y veo nuevamente es bulto, mierda ese bulto que me hace perder la cordura, decido mirarlo fijamente a la cara, y evitar a toda costa mirar el bulto de su entrepierna por mi salud mental, él me sonríe como si estuviera orgulloso, bueno debería estar orgullos con tremenda cosa que se maneja… Sacudo la cabeza para evitar esos pensamientos de mi cabeza.

Las Sombras de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora