Baby [kookmin au]

➸1:05.

-¿Pero qué te va a pasar si le llamas? Por algo lo habrás agregado así, ¿no?

Llevaban diez minutos o un poco más debatiéndose si debía llamar a aquel alfa o no. Jimin aún no recordaba lo que había pasado y eso solo lo ponía más ansioso, porque no encontraba la razón por la que él llamaría alfa a alguien, y mucho menos si ni siquiera conocía a esa persona. Quizás Taehyung tenía razón, lo mejor que puede hacer es quitarse la duda y llamarlo.

-Bien -gruñó-. Dame el teléfono.

El menor comenzó a aplaudir emocionado por lograr su cometido y, para que el rubio no se echara atrás, le pasó el celular luego de presionar el contacto y una vez había sonado el primer beep. No había vuelta atrás.

-Ay, ojalá sea un alfa guapo, joven y alto -comenzó a fantasear Kim-. Y que también tenga dinero...

¿Aló?

El pelinegro calló su discurso de repente cuando vio que el rostro del contrario comenzó a deformarse en una mueca, estaba en shock y se notaba en cada músculo facial. No iba a mentir, la voz del otro lado de la línea sonó tan grave e imponente que por un momento lo asustó. Por su parte, Tae también hacía muecas invitándolo a que hablara, porque desde que escuchó aquella voz, Jimin se había quedado estático y con la boca abierta.

-H-hola... Yo llamé porque...

Porque te gustó mucho lo de anoche, ¿cierto?

¿De dónde había sacado esa picardía? Jungkook no lo sabía, pero simplemente estaba emocionado de que el omega lo llamara y además aún quería mantener su fachada de alfa dominante, así que seguía fingiendo su voz y quitándose toda su timidez, si es que siquiera tenía algo.

-¡Es un viejo! -susurró horrorizado Park alejando su teléfono de la cara para que no lo oyeran de la otra línea.

¡Apenas tiene 27 años! ¿Cómo es que de cualquier alfa que seguro llamó ayer tuvo que tener algo caliente con un cuarentón? ¡¿Y si es un alfa viejo y con esposa?!

¿Estás ahí? No pasa nada si eres tímido, me gusta así.

-Espera. Estoy procesando -contestó serio.

Aquí están las llaves de su auto, el técnico me pidió que le recordara que la próxima vez no maneje un Mercedes en lugares así.

Se escuchó una voz masculina de fondo, seguro que había ido a hablarle al alfa sin saber que estaba en una llamada y por el tono de voz que usó parecía respetarlo. ¿Entonces confirmaba que era un viejo de cuarenta y tantos años?

-Tiene un Mercedes -susurró una vez más a su mejor amigo, siguiendo el mismo proceso de alejar el teléfono para que no lo oigan.

Los ojitos de Tae brillaron al oír aquello, mientras reía y planeaba cosas que el rubio parecía ajeno.

Perdón por eso. ¿En que estábamos?

-Me ibas a decir qué hice anoche -estaba incómodo con la situación y su voz lo delataba.

Qué no hiciste -sonó pícaro-. Espera, ¿enserio no recuerdas?

¡Claro que no! Y en este punto de la historia, estaba feliz de no hacerlo. Solo bastaba que le diga que no vio su cara o que no le dijo su nombre para suspirar tranquilo y poner fin a su traumática aventura.

-No -sentenció.

Oh... Fue un momento agradable y lo olvidaste.

-¿Esperabas algo más? -soltó molesto, estaba cansado de todo-. Voy a colgar.

¡No, no! Espera.

-¿Qué?

¿Si te mando lo que me pediste anoche podemos seguir hablando?

-No recuerdo que te pedí y no creas que esa excusa barata te servirá para obtener mi dirección.

Pero tu dirección ya la tengo, me la diste tú.

Colgó.

No le dijo su nombre ni mostró su cara... ¡Pero hizo algo mucho peor!