Baby [kookmin au]

➸3:06.

Cualquiera que pasara y los mirara en la posición en la que están ahora pensaría que los tres son una pareja con una pequeña hija. Y es que Hoseok desde que llegó no soltó ni a Haerin ni a Jimin, quienes gracias al calor fraternal del mayor pudieron tranquilizarse por completo al fin. A veces el omega solo necesitaba esa estabilidad que no le haga sentir toda la carga sobre sus hombros que Jung podía darle. Tampoco era la primera vez que este último usaba sus feromonas sobre los dos; durante el embarazo e incluso después de que la bebé naciera, Hobi siempre había estado ahí para reconfortarlos cuando el miedo o el pánico era mucho para soportar, en especial en aquellos meses donde el abandono el padre biológico de Hae había sido reciente. Sin embargo, hoy la situación era distinta y también el sentimiento amargo no era por una desilusión, sino solo un exceso de estrés que terminó con algo muy hermoso.

-Gracias por venir, Hobi -se acomodó más en sus brazos-. Mira, hasta Haerin se durmió.

-Sabes que siempre estoy para ustedes y para Tae también -sonrió-. Pero no entiendo, ¿cómo es que no se dieron cuenta antes de que el bebé ya iba a venir? Taehyung debió haber estado emanando feromonas por todas partes.

-¿Ah sí? Seokjin al inicio estaba un poco receloso, pero no dijo nada...

-Recuerdo que cuando Haerin estaba por nacer, toda la casa comenzó a oler a ti. Me di cuenta al instante.

-Oh, yo pensé que ese olor era normal -se rascó la nuca sintiéndose un poco culpable al darse cuenta que todo el drama pudo ser evitado.

-Al menos todo terminó bien -miró su reloj, había pasado ya un buen tiempo-. Me pregunto a qué hora saldrá del quirófano.

Parece que eso de decir algo en voz alta y que un minuto después suceda, es totalmente cierto. Ya que en ese momento, de una de las puertas que separaba la sala de espera de las quirúrgicas, salió un Seokjin con la sonrisa más brillante que habían visto. Con un fuerte golpe en la puerta trató de llamar su atención y, moviendo su cabeza de arriba a abajo con frenesí, les confirmó aquello que necesitaban saber.

-¡Kim Yeonjun es un bebé precioso! ¡Deben venir a verlo!