➸4:05

1.7K 156 3
                                    

Jimin y Hobi se encontraban empujando el carrito del supermercado directo a las cajas para pagar, ya habían tomado todas las cosas de la lista de los Kim así que lo único que debían hacer ahora era solo apurarse. Sin embargo, el universo no parecía estar de su lado.

-¿Trajiste el shampoo de Haerin? Recuerdo que dijiste que se acabó.

-¡El shampoo! -abrió grande sus ojos soltando la mano de su bebé y poniéndosela en la de Hobi-. Quédense aquí, iré corriendo.

No esperó más tiempo y salió en busca del área de bebés, debía ser rápido ya que la persona que atendía en la caja ya había comenzado a pasar sus productos. Así que en cuanto divisó el shampoo de manzanilla lo tomó y volvió a acelerar el paso para regresar. Lo que el pelirrosa no esperaba era que en ese momento algo, o más bien alguien lo detendría.

-¡Ouch! -exclamó al sentir su trasero golpear el suelo después de impactar con una persona.

-¡Perdón, perdón! No vi por donde andaba.

Jimin elevó su mirada hacia la persona que se había caído con él y unos ojos amables lo recibieron.

-Descuida, yo también andaba distraído.

Sonrió hacia la joven que le tendió una mano para ayudarlo a levantarse y se puso de pie. Iba a despedirse también, pero de nuevo algo inesperado pasó.

-¡Ay no! -exclamó la más joven antes de que, sin aviso alguno, se colocara detrás del omega para esconderse de alguien.

-¿Qué secede? ¿De qué te escondes?

-Es un ex -respondió estirando el cuello para poder mirar a través de su hombro-. Qué bueno que no me vio.

-Ya se fue -sonrió incómodo.

Debía irse, pero no quería ser grosero con la de cabello plateado pues esta parecía ser amable. Sin embargo, se le hizo muy fácil irse, ya que afortunadamente en ese momento comenzó a sonar el teléfono de la joven. Así que solo sonrió una última vez y aceleró el paso hasta donde lo esperaban Hobi y su bebé.

-Hola hermanito. Sí, sí te encuentro en la entrada -fue lo único que el pelirrosa logró oír de aquella conversación.

Lo bueno es que había llegado a tiempo, lo malo es que en ese momento ignoraba por completo lo tan cerca que estuvo de conocer a aquel alfa con quien intercambia mensajes cursis.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora