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El taxi lo había dejado en la entrada de uno de los restaurantes más caros y lujoso de Corea, y merecía todo el título. No solo porque olas de mar y agradable música clásica ambientaba el lugar, sino también por ser muy grande y con una arquitectura exquisita. Jimin tragó en seco de solo pensar cuánto costará una cena aquí.

-Bien, aquí vamos -se alentó comenzando a caminar por el camino de piedra hasta la gran puerta.

Revisó la hora en su celular, tal como había predicho, faltaban menos de cinco minutos para la hora acordada. Estaba nervioso, no porque no estuviera seguro de hacerlo, sino que temía que todas las ilusiones que había construido a base de mensajes se arruinaran en una sola noche. Sabía que Jungkook ya estaba en el lugar esperándolo, se lo había confirmado el alfa por mensajes hace unos minutos. Entonces debía entrar, no quería hacerlo esperar, además que si seguía parado en la entrada en cualquier momento vendrían a botarlo.

-Buenas noches, ¿tiene reservación?

-Buenas noches -respondió con voz tímida-. Sí.

-¿Me diría su nombre por favor? -volvió a hablar el hombre con traje que se encarga de abrir la puerta y llevar a los clientes a sus mesas.

-Park Jimin.

El mozo revisó en su cuaderno de reservaciones y al comprobar el nombre del pelirrosa sonrió hacia él, invitándolo a pasar mientras abría una de las puertas de cristal.

-El señor Jeon Jungkook lo espera.

Su corazón comenzó a palpitar con más velocidad a partir de ese momento. Estaba a nada, literalmente a unos pasos de ver al alfa con el que estuvo hablando por un largo tiempo sin siquiera conocerse. ¿Qué hará cuando lo vea? ¿Debería hacer una reverencia ya que es mayor? ¿Y cómo debía presentarse? Fueron muchas las preguntas que comenzaron a invadirlo conforme más cerca se sentía el momento. Cerró los ojos unos segundos, no tenía por qué alterarse. El alfa que lo esperaba es el mismo que le decía cosas graciosas para hacerlo reír, y cursis para sonrojarlo.

-Esta es su mesa, señor Park Jimin.

Había algo mal. ¿Acaso no le habían oído decir bien su nombre? ¿O es que hay otro Park Jimin aquí?

-Disculpe, me parece que hubo una equivocación -susurró hacia el mozo.

Porque definitivamente debía ser un error que en la mesa no se encontrara ningún señor de cuarenta y tantos años, sino que en su lugar solo estaba un lindo joven de sonrisa bonita, quien lo miraba con ojos grandes y brillantes. Jimin no entendía qué estaba pasando ni tampoco por qué lo trajeron a esta mesa. ¿Jungkook donde estaba?

-No, esta es su mesa -sonrió una última vez el mozo y se fue.

Sonrió nervioso hacia el joven, dispuesto a disculparse y hablarle de nuevo al mozo o llamar a Jeon, pero en ese momento el contrario se levantó, confirmando una vez más que es muy guapo como para ser el señor con quien debía verse.

-¡Mimi! Soy Jungkook -sonrió el más alto corriendo a abrazar al pelirrosa.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora