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Gotas de sudor caían por su frente mientras el joven alfa aún seguía golpeando su saco de box. Un mes había pasado desde que conoció a un lindo omega que desde aquel día no pudo sacar de su mente. Se le hacía algo loco que nada haya sucedido según sus fantasías, él pensaba que conocería a su omega en la universidad o el club, jamás hubiera esperado que precisamente su primer encuentro sería uno sexual. Quizás por eso era que los últimos días se había preocupado en demasía con su físico. El omega era una belleza de pies a cabeza y él era... solamente Jeon. Quería ser un alfa digno para el chico, ya que, a diferencia de Jimin, él sí se había dado cuenta de la diferencia real entre sus edades.

-¡Jungkook! -escuchó un grito a sus espaldas que lo asustó.

-Oh, Yoon -saludó quitando el cabello que caía en su frente con el brazo-. Que raro que vengas, ¿tu papá te dejó salir?

-Vine con él, está hablando con tu padre. ¿Volviste al box?

Kook asintió en respuesta quitándose los guantes para coger su toalla, había terminado por hoy con su entrenamiento.

-Lo raro aquí es que aún no hayas dicho nada de Jimin.

-Ah eso -respondió-. Me lo tomo con calma. Me di cuenta que quizás me ilusioné y me desesperé muy rápido, así que ahora estaré más tranquilo...

Una campanita sonó desde la mesita de noche al lado de la cama del joven y al instante giró su cuello hasta ahí. Un segundo bastó para que el alfa estuviera con el celular en la mano, luego de prácticamente tirarse a su cama para coger el aparato.

-Sí, se nota que vas con calma.

-Mentí jeje -rió con inocencia-. Me mandó una foto -arrugó su naricita debido a su sonrisa.

-¿Aún le sigues mandando regalos? -Yoongi ya se había acomodado en uno de los puff de la gran habitación del mayor de los hijos Jeon.

-Claro, si puedo hacerlo, ¿por qué no?

-¿No tienes miedo de que te cancelen la tarjeta o algo si se enteran de lo que andas haciendo?

La foto de Jimin aún se seguía descargando así que solo se veía un color rosado borroso y un círculo de cargando, el castaño negó con la cabeza a su amigo e iba a responder, pero en ese instante la foto terminó de descargarse.

-¡Mira su manita! -chilló-. Basta, morí de ternura -se tiró al suelo bajo la atenta mirada de su amigo, quien ya estaba acostumbrado-. Papá me dijo que no revisará mi historial de compras, si yo sacaba el primer puesto de la carrera.

-Y lo hiciste -el contrario sonrió obvio-. Supongo que tampoco mostrarás la foto.

Pues aunque Jungkook quería presumir a todos a su omega, sabía que tal vez no tenía el permiso de Jimin para hacerlo, así que solo se guardaba sus lindas fotos para él. El primer día recibió la fotografía de uno de sus ojitos, al día siguiente fue un mechón de cabello rubio y así fue sucesivamente, cada vez que el alfa mandaba un regalo, Jimin mandaba pequeños detalles de él en fotos, y a veces le mostraba sus tortas, o sus muñecos tejidos que hacía, cualquier cosa. Siempre era distinto y Kook estaba fascinado con la hermosura y los muchos talentos del mayor. Contaba los días para que pudieran conocerse.

-Me gustaría tomar su mano -exclamó de la nada-. Es tan chiquita y bonita -aún seguía sonriendo mientras miraba la última foto.

-Pues pídele para que se vean y así dejas de estar llorando aquí por no verlo -respondió escéptico, ya que él y Namjoon eran los que debían soportar al joven lloriqueando porque quería conocer a su omega en persona y no podía.

-Ya se lo pregunté... pero me cambia de tema cada que lo menciono -hizo un puchero triste.

Eso hizo que al instante se prendiera la alerta roja en la cabeza de Min. Se le hacía muy raro que a pesar de que llevan un mes y un poco más hablando por mensajes, el otro no quería encontrarse con Jungkook. Temía lo peor.

-¿No crees qué tal vez...?

-¡Ggukie! -entró una linda joven con cabello plateado a la habitación, interrumpiendo lo que Yoon iba a decir-. Saldré a una cita, ¿me podrías dar dinero?

-¿Cita? Espera, ¿y tu tarjeta?

-Papá me la quitó -hizo un puchero, sí, definitivamente eran hermanos-. Me dijo que gasté el límite semanal.

-Deja de gastar tanto en ropa -la regañó sacando su cartera del cajón-. Ten, no gastes todo, deja que ese alfa te invite.

-Gracias hermanito -depositó un beso en su mejilla-. Adiós Yoonie -se despidió también del omega con un beso.

Y así como llegó, también se fue rápidamente. Ambos la vieron irse, y una vez que cerró la puerta, el más bajo sabía lo que iba a pasar.

-Bien, iré a cambiarme antes de que salga.

-¿La seguiremos de nuevo?

-Claro, esperas que deje a mi hermanita ir con cualquier alfa a una cita... ¿¿Sola??

Min puso los ojos en blanco mientras Jungkook respondía a su Mimi, ya luego pensaría otra cosa para regalarle con tal de ganarse otra foto, pero ahora su misión era seguir a Dahyun al parque.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora