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Ouch.

Siempre le pasaban cosas por hiperactivo y distraído, en esta ocasión por andar corriendo sin rumbo específico se tropezó con una de las raíces del árbol más grande del lugar.

-¿Bien estás? -escuchó una vocecita sobre su cabeza que lo hizo levantar la mirada.

Entendió que la bebé trataba de preguntar si estaba bien. Se trataba de una pequeña niña de más o menos dos años que lo miraba confundida y luego, a ella se le unió un pelinegro que también lo miró de la misma forma. Se levantó del suelo rápidamente con vergüenza sacudiendo la parte delantera de su camiseta.

-Estoy bien -arrugó su nariz hacia la infante-. No me dolió ni un poquito.

-Tu rodilla está sangrando -apuntó el mayor tomando a la pequeña de la mano, receloso del joven torpe que acababa de llegar.

El aludido bajó la mirada y en efecto, su rodilla tenía un feo raspón. Hizo un puchero porque ahora le dolería meterse a la piscina.

-Dale besito -volvió a hablar Haerin con aquella vocecita tierna mirando la herida y soplando desde su sitio, así curaba Jimin sus heridas así que ella trató de hacer lo mismo desde lejos.

-De verdad no duele, pero luego en mi casa le daré besito -sonrió mientras la miraba con ternura-. Qué linda eres

No se relacionaba mucho con niños, hasta podría decir que no era de los que se emocionaba al ver uno, pero debía admitir que la pequeña frente a él era muy tierna.

-Lo sé -volvió a sentarse en el césped, olvidando que hace dos minutos un joven se cayó frente a ella.

Tae relajó el ceño más tranquilo, el alfa no parecía ser una amenaza para Hae o para el bebé que llevaba dentro, así que volvió a sentarse en el banco aún sin quitar la mirada del joven.

-¿Es tu bebé? -la curiosidad le carcomía, así que mientras sacaba unas curitas de su mochila, Jungkook aprovechó en preguntar.

-Es mi sobrina -respondió sin querer dar más detalles-. A ver te ayudo -suspiró viendo cómo el alfa torpemente colocaba la bandita-. Pero deberás acercarte que no puedo agacharme mucho.

-Ah sí, gracias -se levantó y se sentó a su lado elevando su pierna para que Taehyung pudiera ayudarlo.

-Florecita -su nivel de ternura subió a su máximo nivel cuando Jungkook vio una pequeña margarita entre dos pequeños deditos.

Sí, la linda Haerin había cogido una flor y se la tendió al joven herido. Tae enarcó una cena, no era algo que esperaba hiciese la hija de Mimi, puesto que la nena era la viva imagen de su papá: dos desconfiados de todo y "solo doy mi cariño a contadas personas". Pero no dijo nada, no quería que el alfa desconocido se sintiera especial por el trato.

-Ow, gracias pequeña, me gusta mucho -trató de tomar con delicadeza la flor pero no lo logró.

Porque en ese momento una pequeña aprovechó que el más joven estaba agachado para colocar la flor en su cabello, así como su papá le ponía flores detrás de su orejita.

-Bonito -fue lo último que dijo la pequeña Park antes de volver a ignorar de nuevo al joven, esta vez por distraerse con una mariposa.

Jungkook se quedó perdido por un momento mirándola, se puso a pensar si algún día a él también le tocaría ser papá y si sus cachorros serían también así de delicados o saldrían hiperactivos como él. Aunque esa realidad se veía muy lejana para él y prefirió no pensar en ello más.

-¡Oh! -exclamó de repente y Kim solo volteó hacia donde miraba el contrario-. Debo irme -sonrió una vez más a la nena que ya no lo miraba y aprovechó en inmortalizar el momento-. Adiós, gracias por la florecita y por ayudarme con la herida.

Luego ambos solo lo vieron volver a salir corriendo detrás de una joven de cabellos plateados. El pelinegro trazaba círculos sobre su pancita pensando de lo random que había sido el encuentro y de lo sorprendido que estaba de ver actuar así a Haerin.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora