➸3:08.

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Sí, Jungkook debería sentirse triste y desilusionado debido a que la cita que tanto había esperado había tenido que posponerse, pero de alguna forma no era así. Es más, su lobo se sentía tranquilo como si supiera exactamente cómo es que debían suceder las cosas y de que lo que parecía un futuro lejano, ahora estaba cerca. Sonrió después de presionar el botón de su app de delivery, que estos días se había convertido en su fiel amiga.

-Listo, espero que le guste... -habló en voz alta-. La verdad no sé que se le compra a un bebé... Uh, que bueno que aún no debo pensar en esas cosas.

Calló de pronto cuando escuchó su nombre ser llamado desde dentro de la casa y reconoció al instante la voz de su hermana y procedió a mandar un último mensaje a su Mimi antes de bloquear su teléfono. Elevó su vista cuando tuvo a Dahyun al otro lado de la piscina saltando emocionada y pidiéndole que se acercara, ya que el alfa estaba en medio del agua recostado sobre un inflable de sandía y ella no tenía ninguna intención de mojarse.

-¿Qué pasó? -preguntó al llegar a la orilla.

-Papá me dio permiso a celebrar mi cumpleaños -sonrió-. Y tú me ayudarás a organizarlo.

Jungkook la miró confundido, pues no entendía por qué armó tanto alboroto si ella todos los años organizaba algo y también todos los años era él quien se encargaba de comprar las cosas y hacer todos los preparativos.

-Pero si soy yo quien siempre compra la carne para tus fiestas de parrilla y jamás te he visto tan emocionada.

-Será a lo grande -sus ojitos parecían brillar mientras lo imaginaba-. Ya sabes, un DJ, música súper alta y alcohol, mucho alcohol.

-Estas chiquita, ¿cómo que alcohol? -bromeó con ella.

-Siempre me dicen eso, cumpliré diecinueve en dos semanas -se cruzó de brazos-. Entonces te necesitaré para ver todo eso, nunca organice una fiesta así.

-Que tiempos aquellos cuando yo organizaba mis cumpleaños así todos los años.

-¡Ves! ¡Eres el indicado! -elevó un brazo para ayudarlo a salir de la piscina-. Y necesitaré mucha ayuda porque no hice nada y debo entregar las invitaciones en dos días.

Jungkook aceptó el ofrecimiento de su hermana de sacarlo de la piscina así que tomó su mano. No quería mojarse, en primer lugar porque aún le dolía la rodilla por el raspón, y después porque apenas esta mañana se había hecho un peinado nuevo que no quería arruinar con el agua. Pero ninguno de los hermanos Jeon esperaba que en ese momento un fuerte ruido de un motor se escuchara y mucho menos que la joven omega iba a soltar el brazo de su hermano al reparar en el moreno alto que entraba por la puerta de madera al jardín.

En menos de un minuto la joven omega ya tenía sus pies a unos centímetros sobre el suelo, con sus brazos colgados del cuello del más alto.

-¡Joonie, Joonie! -aún no lo había soltado, parecía realmente emocionada y lo demostraba con sus acciones empalagosas-. Volviste.

-Volví -respondió con voz calmada pero con una sonrisa marcando sus hoyuelos-. ¿Tú no me vas a saludar, Jungkook?

A diferencia de su hermana, el mayor tenía un conflicto de sentimientos. Estaba entre estar feliz porque volvió su mejor amigo o molesto por la traición de la menor Jeon.

-Claro, si quieres tirarte a la piscina conmigo -renegó frunciendo su nariz.

-Ven llorón -le tendió una mano, lográndolo sacar con ávida fuerza.

Como travesura de bienvenida lo abrazó, empapándolo con él-. Es bueno verte de nuevo Nam.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora