➸2:01.

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-Nunca más vuelvo al cine contigo -se quejó Yoongi cuando al salir de la sala chocó con Jungkook, quien no había vuelto desde que salió con un pequeño problema en los pantalones.

-Perdón Yoon -lloriqueo avergonzado-. Si quieres vemos otra, pero que primero conteste...

-¿Quién?

Volvió a ver su celular y no tenía notificaciones nuevas, al menos no de la persona que quería.

-Mi omega... -hizo un puchero mientras golpeaba el suelo con sus pies. Jungkook en lo absoluto se parecía a lo que Jimin imaginaba.

El más bajo asintió sin saber muy bien qué responder. Para ser sincero no era la primera vez que su amigo se ilusionaba muy rápido con alguien, su personalidad enamoradiza era parte de su forma de ser. Pero esta vez sentía algo diferente, no solo por su forma de actuar sino también por aquello natural de lobos que es difícil controlar que sin querer el alfa sacó a la luz. Porque sí, de un momento a otro un fuerte aroma a chocolate amargo comenzó a ser asfixiante para el omega, y ver que Jeon lo emanaba sin que hubiera alguien más alrededor delataba que esto quizás no era un simple capricho suyo.

-Calma esas hormonas Jungkook, que voy a vomitar.

-¿Eh?

Al darse cuenta que este no parecía ser consciente de que al hacer eso comenzó a atraer la atención de unos dos omegas que no dejaban de verlo, lo tomó del brazo y lo jaló hacia el estacionamiento sin parar en ningún momento. Era mejor que llevara a su amigo a un lugar tranquilo para que calmara todas las emociones que estaba sintiendo por "su omega".

-¿Qué ves? -preguntó sentándose en el asiento del copiloto del Mercedes del menor.

-A Mochi -respondió con una sonrisilla olvidando por un momento que aún no había recibido respuesta.

-¿Así se llama?

-Supongo que no, pero no sé su nombre aún...

-¡Demonios, las hormonas Kook! -lo regañó cuando de nuevo el ambiente se puso de un espeso olor a chocolate-. Pareces un adolescente que aún no aprende a controlar sus feromonas.

-Perdón -contestó recostando su asiento a unos 180 grados, había convertido su lujoso carro en un consultorio de psicología con un simple paso.

Min resopló y se puso cómodo en el auto, era bueno para escuchar y Jeon necesitaba urgente alguien que le dijera que no está loco por sentir que conoció a su predestinado de una forma completamente inusual.

-No sé su nombre, ni su edad... Pero ya quiero saber qué le gusta, su color favorito o si prefiere el sol o la luna. ¿Es raro?

-No, es lo normal cuando comienzas a sentir cosas por alguien... Es cierto que se saltaron varios pasos pero seguro que aún tienes tiempo para preguntarle esas cosas.

-No quiero que él crea que yo solo estoy interesado en nudes o en su cuerpo.

-Pues dile, no esperes que lo adivine.

El alfa asintió. Tenía razón en decir que dieron un salto inmenso y que no empezaron de la forma tradicional. Pero no iba a dejarse desanimar por eso, solo debía preguntar más y dejar lo sexual de lado. Aunque si Mochi quería continuar con eso, tampoco se iba a negar, la química que tuvieron anoche simplemente fue del otro mundo para él.

-Me pregunto cómo es su aroma -sonrió arrugando sus ojitos-. Sea cual sea me encantará.

Sus palabras sonaban muy serias y Yoongi temía que su amigo salga lastimado, porque de solo verlo sabía que sus ilusiones crecían, y muy rápido. Era muy inocente como para pensar que quizás se tratase de alguien que quería aprovecharse de su dinero o que no buscaba algo serio, pero a pesar de pensarlo no quiso arruinar sus ilusiones. Solo cumpliría su parte con estar de su lado y prestar atención a la mínima señal de que algo está mal.

-¡Me respondió! -gritó de la nada.

Definitivamente estaba muy ilusionado.

Baby [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora