Cap. 9 [MALOS PLANES🍵🍝]

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-Agh... mmm... ¿dónde estoy?- Giulia se despertó muy confundida, pues lo último de lo que se acordaba era de haber visto a Giancarlo bajo la lluvia mojándose al igual que ella, y nada más, eso solo la confundía más, agregando el hecho de que no estaba nadie a su lado, ni un niño ni su mamá, ni el idiota de Giancarlo.

Giulia estaba recostada en un amplio campo de colores vivos, a lo lejos veía un árbol de pétalos rosas, corrió hacia allá, no sabía porque, los colores de aquel lugar eran hermosos, ese árbol estaba rodeado por coloridas flores.

Al parecer, la pelirroja estaba tan calmada, que se olvidó del mundo, era el paraíso, a lo lejos logró ver una mesa con comida y té, la chica camino hacia aquella mesa con comida pues estaba hambrienta, comió algo de pasta, y algo sedienta así que bebió un poco del té que al parecer era de manzanilla, un té que podía hacerte sentir calmado, y ayudarte a dormir.

Giulia notó que estaba vestida toda de blanco y sin su gorro, en lugar de eso, su pelo estaba un poco más suelto, dejando notar que ya era mayor, y vestía un pantalón algo corto, con sandalias y una camisa de manga corta fajada, se sentía en el paraíso;

-Paraíso...- decía contenta Giulia -paraíso, paraíso... paraíso... ¿paraíso?... ¡¡PARAÍSO!!... ¡¡EL CIELO, MUERTA!!, ¡¡¡NOOOOOOO!!!- Giulia estaba aterrada pues pensó que era un sueño, no podía morir tan joven, y de pronto...

-Giulia... Giulia... Giulia... ¡¡GIULIA!!- la pelirroja despertó de golpe pues estaba muy contenta de no estar muerta;
-Gracias por despertarme Luca... Luca... ¡¡LUCA!!, por fin, te encontré, pero...- Giulia vio que estaba atada de abdomen y piernas a una silla, al igual que Luca -¿por qué estamos atados?- hubo un silencio...

-Porque si te suelto, soltarías la sopa, así que acostúmbrate aquí que este es tu nuevo hogar- Giancarlo había aturdido a Giulia con algo de anestesia inyectada;
-¡¡¡MALDITO INFELIZ HIJO DE TU P*TA MADRE!!!- Giulia estaba muy furiosa, Alberto tuvo razón al sospechar de Giancarlo, quien mas si no el para secuestrar a Luca, que se lo dijo y el moreno pensó que era una amenaza nada más.
-En fin, este es mi sótano, vuelvo en un momento, necesito unos materiales para... trabajar- dijo el mayor saliendo de la habitación a la planta baja de su casa.

-No es como que muy listo el idiota- dijo Giulia al saber que por lo menos ya estaba con Luca, y vivos además.
-¿Cómo te atrapó a ti Giulia?- preguntó Luca, pues ella no debía estar ahí.
-Creo que me inyectó anestesia- los dos ya estaban un poco más seguros, pero esa calma les duró segundos.

-Hola amor, y hola... Giulia- dijo Giancarlo mirando indiferente a la pelirroja -en fin aquí esta su almuerzo, esta vez les desataré los brazos para que coman mejor- el mayor cumplió, los menores comenzaron a comer;
-Vuelvo en un rato, ahora si voy por esos materiales- los menores simplemente continuaron comiendo algo de la pasta que el mayor les dio.
-Ya voy para allá- fue lo último que Luca y Giulia escucharon antes de que se cerrará la puerta del sótano. ¿Por qué no se desataron si tenían la oportunidad? Para poder saber todos los planes de Giancarlo, y para averiguar dónde estaban los nudos, ya que al desatarles las manos, los amarró mejor del cuerpo, además de que unió los nudos por debajo de las silla, y no podían inclinarse bien ni Giulia ni Luca.

Todo iba más o menos bien para Alberto, muy apenas tenía tiempo para el mismo, pues se levantaba temprano a pescar luego realizaba todas las entregas en todo Portorosso el solo, volvía por más peces a su casa para repartirlos, y así varias veces. El estaba muy preocupado por las noticias que pudieran darle ese día.

-Ya volví, traje un poco de todo, ya veras que te va a encantar Luca- dijo el mayor, llevaba consigo una caja algo pequeña y una bolsa con algunos materiales, mientras los volvía a atar del cuerpo bien, pero al parecer traía un parche en el ojo.
-¿Quien primero?... ¿Nadie?... bueno, escojo yo, Luca, mi amor, siempre serás el primero para mi en todo- no hubo más sonido, pues Giancarlo les había tapado la boca y les dio algo de anestesia.

Dejo ver lo que se contenía envuelto en una manta blanca, resultó ser un bisturí, alcohol, vendas y aparatos para operaciones;
-No te muevas Luca- decía el mayor.

La noche cayó sobre Portorosso, y Alberto llamó a la señora Marcovaldo, está vez había algo, pero no era nada bueno;
-Alberto, al parecer... también se llevaron a Giulia...-lo dijo lo mejor que pudo la mamá de Giulia, pues era ya la única que le quedaba de su familia cercana, Alberto colgó sin decir una sola palabra, alistó sus maletas, le aviso a Tomasso que las órdenes y unos cuantos peces estaban en la casa para encargarle el negocio, tomó el primer tren a Génova, y se fue, ya sabía que fue lo que pasó.

-Listo, ¿verdad que no dolió? En fin, nos vemos mañana- fue lo último que dijo el mayor antes de salir del sótano, lo que Giancarlo les había hecho a los menores era imperdonable, con algo de anestesia los aturdió un poco, y con el bisturí, le sacó un ojo a Luca y le puso otro, pues el mayor al parecer se volvió cirujano;
-Luca, todo estará bien, Alberto nos está buscando seguro, el nos quiere, así que no se dará por vencido- dijo Giulia algo triste y con lágrimas en los ojos, pues Luca era el peor afectado ya que estaba llorando mucho por lo que había estado pasando, por el dolor físico y sentimental, evitaron hacer mucho ruido, pues no querían despertar al de Giancarlo, pero fue en vano, pues el mayor volvió por Luca, lo esposo de las manos y piernas para llevárselo, dejó a Giulia sola en el sótano;

-Ya es hora de dar el siguiente paso, ¿no crees?- fue lo único que dijo el mayor mientras se quitaba la ropa -gritas y pasarán cosas muy malas aquí- decía el mayor advirtiendo a Luca.
-Por favor, no lo hagas- Luca trato de parar lo que el mayor iba a hacer, no lo logró.

Ya al día siguiente;
-Hola Alberto, pasa- ya era de día, algo tarde, pero la mamá de Giulia recibió a Alberto de la mejor manera posible, ya que el estaba peor que ella, pues perdió a quien fue su segundo padre, a su mejor amiga, y a su novio quien lo ayudó a salir de aquella isla;
-Gracias señora Marcovaldo, pero solo dejo estas maletas aquí que no pienso dejar de buscar en todo el día, incluso si no tengo que comer- la mamá de Giulia miró a Alberto con ternura, pues sabía que lo hacía todo por amor.

-No hay nada que... ah... Giancarlo...- después de un rato de búsqueda, a lo lejos, Alberto logró ver al maldito idiota de Giancarlo, lo bueno fue que este último no lo noto para nada, así que el moreno decidió seguirlo hasta su casa, incluso si tenía que pasarse todo el día haciéndolo.

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🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora