🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCA

Cap. 41 [EL SIGUIENTE PASO🍹🔥]

Francesco no tenía nada que hacer, solo debía mantener el puesto de jefe por unos días en lo que su padre volvía, ya que el solo debía supervisar de momento que todo estuviera bien y que nada se saliera de control, lo bueno es que las cosas mejoraban un poco, aunque no del todo ya que Ryo y Kahiko no podrían volver jamás y Verónica podría atacar en cualquier momento.

Luca se encontraba limpiando la casa de la mamá de Cameron ya que no tenía mucho que hacer porque Cameron había salido a investigar el terreno y asegurarle a su suegro que podía rescatar a su esposo, y para poder entretenerse un rato, Luca trató de sacarle platica a la señora Marino;

-Bueno señorita... ¿cómo era su ex-esposo antes de... su cambio?...- preguntó Luca algo inseguro pues era algo incómoda la pregunta en ciertas circunstancias.
-Pues la verdad era muy atento, a veces incluso faltaba al trabajo solo por verme, lo bueno es que era abierto a que tuviera amigos y amigas, me hubiera deprimido mucho si no me lo hubiese permitido, creo que es obvio porque- contestó la señora Marino -...aunque cambió un par de años después de tener a Cameron, era un poco distante, pensé que era el trabajo, lo era en un principio, pero luego solo lo hacía para evitarnos, llevaba a Cameron a sus viajes de negocios para "convivir" según el, obvio no lo hacían, pero Cameron logró tener muchos amigos alrededor del mundo, además que pudo aprender muchos idiomas... ¿y tus hijos Luca?...- pregunto la señora Marino de una manera pícara por curiosidad;

-Pues... tendría tres... pero... el primer bebé no pudo ver la luz de este mundo... aprendí a superar ese horrible evento con ayuda de mi esposo, no olvidaré jamás ese momento y no le restaré importancia, pero tampoco puedo vivir en ese momento toda mi vida, Carlo ya consiguió pareja, y Francesco pues se va a casar con Cameron pronto, como en una semana, uy... perdón por no avisarle, se me han estado pasando un par de cosas con esto de mi esposo y los eventos ocurridos...- decía Luca nerviosamente aunque la señora Marino reía un poco ante la actitud del hombre.
-Descuida, Samuel me lo dijo lo más pronto que pudo, y si, te perdono, la situación que vives no ha de ser nada fácil, pero todo mal momento se supera con ayuda de los que más quieres- contestó la señora Marino.

Ambos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta principal abriéndose, era Cameron con muy buenas o malas noticias;
-Lo encontré... pude hablar un poco con el, pero no fue mucho y me costó un poco salir de ahí... por suerte mi padre no me noto en ningún momento, pero es mejor que se cuide señor Luca, puede que mi padre al verlo le pueda hacer a usted y a mi otro suegro mucho daño... así que cuidado...- dijo Cameron algo rápido por lo rápido que corrió para llegar lo más pronto posible con su madre y su suegro, Luca lo miró con lágrimas de felicidad pues ahora solo era evitar ser descubiertos por Martín antes de salir con Alberto.

Camille ya tenía toda su ropa para el gran día lista, ella decidió dar el gran paso primero en su relación con Carlo, ambos fueron a cenar, todo era muy romántico, sólo ellos dos en la mesa del restaurante, nadie que molestara, o por lo menos no esa noche, comida exquisita, y una muy buena platica.

Camille y Carlo fueron a la casa de la chica a dormir, ya que Carlo no quería incomodar a su hermano a tales horas de la noche, ya que eran alrededor de las 11:50pm, se acostaron en la cama, y Camille besó a Carlo tan apasionadamente como pudo, al separarse por un segundo, el chico no sabía que hacer;

-Tranquilo... yo guiaré tu barco a mi puerto...- susurró de manera pícara Camille en el oído de Carlo, el no tuvo palabras para continuar pero si acciones que demostrar, comenzó besando apasionadamente a la chica, siendo correspondida por ella, ambos se sentían calientes de una manera algo especial, pues ninguno de los dos sabía que hacer, pero decidieron dejarse llevar por el momento, Camille ya solo tenía su brasier y calzones puestos, y Carlo estaba en bóxer nada más.

Carlo continuó besando a Camille apasionadamente, y el comenzó a tocar los pechos de la chica de manera delicada, apretando un poco los pezones de ella, mientras que Camille pasaba su mano suave y lentamente por los abdominales de Carlo, y el chico bajó dejando besos tiernos por el cuerpo de la chica, y ella se bajó su ropa interior incluyendo el brasier, quedando prácticamente desnuda ante su pareja, Carlo dio un delicado beso negro y Camille venía de placer ante las acciones del chico;
-Estoy listo... para mi primera vez... contigo Camille...- dijo Carlo mientras tomaba aire para continuar con el apasionante momento.
-Yo... también estoy lista para mi primera vez... contigo Carlo...- dijo Camille entre gemidos de placer, y continuaron con su momento de placer sexual, al fin habían dado el siguiente paso ambos al mismo tiempo.

Al día siguiente, Camille y Carlo no tenían nada de ropa más que sus calzones puestos, despertaron juntos, Camille adolorida por durar bastante y soportar el gran miembro de Carlo, y Carlo por terminar dentro de Camille, usaron protección y el condón que uso el chico dio un poco de olor, por lo que el se levantó a tirarlo, y en eso vio toda la ropa que tenían puesta esa noche, y antes de que Camille fuera a la cocina a calentar el desayuno;
-¿Quieres... que nos bañemos juntos?...- preguntó Carlo de manera pícara.
-Claro que sí amor...- respondió Camille de manera pícara también.

-Señor... ya saben todo... creo que debe huir de su casa...- decía una chica por teléfono.
-No seas estúpida... me van a encontrar, y su hijo no se va a casar con mi hijo hasta que encuentren a su padre... ya se... tal vez yo muera en el proceso, pero tu deberás acabar con alguien Verónica...- contestó un hombre al otro lado del teléfono.
-Le recuerdo que no tengo un brazo señor Martín...- dijo Verónica irónicamente.
-¿Me importa?... Cumple con el único trabajo que te di, y Cameron será todo tuyo, de nadie más, por algo te elegí a ti, también te conviene, tendrás poder, fortuna, y a Cameron- dijo Martín.
-Bueno... su muerte no será mi pena...-  dijo Verónica antes de colgar el teléfono.

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