🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCA

Cap. 44 [LUCA🔪🍝]

Eran las 6am de la madrugada, Luca y Cameron despertaron tan rápido como pudieron, era el día, si algo salía mal con su plan, cosas muy malas pasarían, no podían fallar en lo más mínimo, no partieron a la casa de Martín hasta que dieron las 12pm del mediodía, almorzaron y rezaron por no morir ese día.

Cameron tocó la puerta con algo de miedo, pues no pensaron en cómo podría reaccionar su padre al verlo de "sorpresa" en su casa:
-¿Qué haces aquí?...- preguntó fríamente Martín.
-Quería arreglar las cosas... me comporte como un idiota... siempre serás mi padre... jamas podría decir que no lo eres, perdón por habértelo dicho aquel día...- respondió Cameron con algo de seriedad y tristeza, Martín se quedó helado y no supo cómo responder, su hijo se disculpo con el y había sido sincero con el, y entonces se le salieron un par de lágrimas de tristeza y felicidad a Martín, cosas que sorprendió a Cameron ya que su padre no solía demostrar sus sentimientos si no era ante el o su madre;

-¿Estás... llorando?...- preguntó algo nervioso Cameron, y Martín se abalanzó con el abrazándolo.
-Perdón... por ser un idiota en tu infancia y prácticamente toda tu vida...- dijo Martin siendo correspondido en su abrazo por Cameron, el ya no sabía que pensar, si lo que estaba haciendo en verdad era bueno o malo, no sacó conclusiones y pensó mínimamente que tal vez su padre si cambió.
-Bueno... será mejor que pases... no quiero dejarte esperando ahí...- dijo Martín, y ambos pasaron a la casa.

Luca estaba oculto en un arbusto cerca de la puerta de la casa de Martín para que no lo viera y no supiera de inmediato que todo era un montaje, el esperaba que Cameron le dijera algo por el walkie-talkie que tenían cada uno;
-Ya se... saldré con el a platicar y todo eso... le dejaré un par de llaves en la maceta de la entrada y cuando ya no estemos cerca... entra suegrito, el sótano está casi al fondo de la casa, a un lado del baño que está cerca del jardín, hay una puerta, esa es para ir al sótano... lo vamos a lograr...- decía Cameron por el walkie-talkie, aunque trataba de susurrar lo más bajo pero claro posible para que su padre no lo descubriera y su suegro Luca lo escuchara -... desgraciadamente... mi madre... no está en Portorosso... pero de eso hablamos mas tarde, luego le diré suegrito de que hablo...- Cameron hablo seriamente y algo triste, aunque Luca no pudo evitar quejarse un poco de que le dijera "suegrito".

Ya estaban saliendo Cameron y Martín, se alejaron un poco, entonces Luca sacó rápidamente las llaves de la maceta y entró rápido, evitando ser visto por los vecinos de Martín para que no le chismearan nada.

Luca camino algo lento al principio, mirando los interiores de la casa, no podía negar que estaba muy bonita, colores blancos y negros por todo el pasillo y la sala de estar, la cocina tenía unos patrones negros y blancos con algo de beige en los muebles y el comedor, había un par de sujetadores de cuchillos, Luca tomó un algo pequeño por precaución si de la nada Martín aparecía.

Para su mala suerte, Luca no cuido bien su entrada, cerró la puerta, pero sin nada, no le había puesto seguro ni nada, entonces, se escuchaban los pasos de alguien por el pasillo, Luca seguía en la cocina, rápidamente trato de esconderse, se metió debajo del comedor, el mantel largo por suerte lo cubría entero, los pasos de la persona se acercaban cada vez más a la cocina, Luca tenia demasiado miedo y adrenalina mezclados, ¿y si lo atrapaban?, ¿y si no pudiera volver a ver a Alberto?, trato de no pensar en eso, no hacía ningún ruido, y entonces los pasos llegaron a la cocina, Luca temblaba, no quería ser descubierto;

-Papá... ya dejalo así, no hay nadie...- se escuchó la voz de Cameron agritar por la entrada de la casa, Luca tenia mucha suerte de que Martín estuviera acompañado de su hijo, si no, pudo haber pasado lo peor.
-Bien... deja le dejo una lata de comida al gato en su plato...- contestó Martín, Luca se desespero un poco, pero fue paciente, no podía arruinar el plan por nada, por suerte la casa no tenía cámaras.