🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCA

Cap. 13 [LO HICE TODO POR TI⛈️🥃]

Ya habían pasado unos meses desde aquel fatídico día, Luca estaba mejor al igual que Alberto, y Giulia se había ido de Portorosso a Génova para trabajar, ya que había más oportunidades de trabajo.

Alberto cocinaba el brazo de Giancarlo en trozos, pues ya no podía ocultarle nada a Luca, pensó que lo tomaría bien y vio mil futuros si lo aceptaba, pero también pensó que se pondría peor que antes y vió otros mil futuros si no lo aceptaba, la carne estaba en trozos, lista para hecharce a la pasta, pues la comida era pasta con carne;

-¡Amor, ya ven, ya esta la comida, algo diferente!- Alberto le grito a Luca ya que estaba afuera porque se había dedicado a hacer las entregas para ayudar a Alberto.
-Llegué, ¿qué es?- preguntó Luca al sentarse.
-Pasta con carne- dijo Alberto dejando dos platos en la mesa.
-No es nuevo, ¿sabías?- dijo Luca riendo un poco al final.
-Si lo es, la carne es... diferente- dijo el mayor algo nervioso, pues ya iba a revelarle su secreto a su pareja, porque si no lo hacía, se sentiría peor si se lo confesaba cuando muriera -...por cierto, tengo que contarte algo- dijo el moreno un poco nervioso y poniéndose serio, pues Luca ya estaba a la mitad de acabar su comida.
-Cuéntamelo todo- dijo Luca para después continuar comiendo.
-Pues... esa carne... es... del brazo de Giancarlo...- dijo Alberto nervioso, ya que no sabía que hacer en ese momento, huir, matarse, encerrar a Luca;

-E-Espera... ¿eres... caníbal?...- pregunto Luca algo asustado ya que para el comer carne de personas no se le hacía normal, pero tampoco le disgusta, ya que su ex-novio le dio de esa carne cuando lo secuestro -...pues yo... eh... ya... ya había probado la carne humana, en su momento no me gustó, pues me la dieron cuando me secuestraron- dijo Luca nervioso -pero... preparaste esta carne... tan bien... que me encanta... ¡¿PERO ESTA MAL NO?!- grito el menor algo asustado, pues estaba confundido, pensaba en denunciar a su novio, peor quería perderlo, sabía que estaba mal, y todo tuvo sentido -Massimo... le diste de la carne... se volvió loco por mantener el secreto guardado... claro, tiene sentido... pero... quiero más y a la vez nada... ¿qué hago Alberto?- pregunto el menor pues estaba demasiado confundido.
-Pues... perdón... lo dejaré y me entregaré... diré que no tienes culpa de nada...- contestó el mayor, porque no quería que Luca sufriera por asas acciones;

-No... si buscas la forma de que te perdonen, lo aceptaré, pero trataremos de dejar esto- dijo Luca serio, pues no quería perder a su pareja, pero no quería seguir con esto, y pensó por un momento en unirse a Alberto - de verdad te amo... pero esto está muy mal... hacer lo mismo que tu, me gustaría como a la vez no- Alberto lo miro algo triste, pues tenía demasiadas dudas.
-Bueno... espero me perdones por esto...- dijo Alberto parándose de la mesa.
-¿Alberto?...- miró el menor confundido como el mayor salía de ahí.
-Adiós... Luca...- y salió corriendo.

-Hola oficial, vengo a entregarme, cometí un grave crimen, yo... yo fui el que mató y se comió a Ércole y provoque la muerte del señor Massimo- todos los policías que estaban en la estación lo miraron sorprendido, pues no podían creer que el fuera un asesino caníbal, y más aún que se entregara.
-Arrestado, obvio, estarás varios años en la cárcel, violaste uno de los mandamientos más importantes, "no matarás"- dijo la oficial Bianca, ya estaban esposado a Alberto, cuando alguien sacó la información necesaria para que lo dejaran libre.
-Disculpe... oficial... pero el es... ya sabe... el que logro atrapar a... Giancarlo Di Gati- dijo el investigador Dante.
-Espera... ¿tu lo... atrapaste?...- pregunto la oficial Bianca -...¿sabes quien es?...- volvió a hablar la oficial.
-Pues lo que se, es que fue pareja de Luca, mi novio, y que le operó un ojo, le dio carne humana, y que también secuestro a nuestra amiga Giulia, lo seguí hasta que entró a su casa, y ahí fue donde... le corte el brazo, lo cocine hoy y se lo serví en pasta a Luca- hubo un pequeño silencio.
-Giancarlo Di Gati es uno de los criminales más buscados de todo el mundo si no es que el más buscado... mira... haremos esto- el ambiente se había vuelto serio -hare algo de papeleo y te dejaremos libre, por atrapar a Giancarlo Di Gati, asesino de más de 1000 víctimas creo, o más, ahorita no me he a ver sus noticias, pero con la advertencia de que si vuelve a pasar algo así contigo, estarás sentenciado a cadena perpetua, ¿¡ENTENDIDO!?- dijo algo seria la oficial Bianca.
-Claro, no volverán a saber de ningún crimen mio- al decir eso, la policía lo dejó irse libre, pues el caso que resolvió era el más imposible, hasta que Alberto atrapó al criminal más buscado de todo el mundo.

-Ciao Luca, ya volví, resulta que tu ex-novio era el criminal más peligroso, lo detuve y me dejaron ir, si si, lo sé soy genial... ¿Luca?- dijo Alberto pues no obtuvo respuesta de nadie.
-Alberto... estoy asustado... ¿si te dejaron libre?- preguntó Luca asustado, pero no sabía el porqué de su miedo.
-Si, al parecer Giancarlo era un criminal muy buscado por estafar y asesinar a muchas personas, y como lo atrape, me dejaron ir- dijo confiado el mayor.
-En fin...- dijo Luca acercándose para besar al mayor -...estoy muy feliz de que no te hayan separado de mi- hablo de nuevo el menor.
-Yo estaré contigo hasta el fin de los tiempos- dijo Alberto abrazando y besando a Luca -por cierto, lo que te dije en la comida no era lo único que te iba a decir, pero necesitas esperar para que te diga lo demás- dijo el mayor acercándose para darle un último beso al menor y pararse del suelo.

Ya era de noche, pero Alberto no aparecía, había salido a buscar algo, Luca iba a empezar a preparar la cena, cuando vio en la estufa un papel que decía;

-Querido Luca;
Ve a la torre a la diez en punto, no antes ni después.

Con amor, Alberto.

Luca miró el reloj y ya faltaban cinco minutos, así que salió apresurado nadando al anterior hogar de su pareja, aquel lugar donde se conocieron y pudo aprender sobre el mundo humano antes de ir a visitarlo, gracias a Alberto.

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