🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCA

Cap. 2 [CENANDO AL ENEMIGO🔪🍖]

Luca por un momento se quedó paralizado, pero reaccionó después de que Alberto le dijera al oído susurrando -Quiero enseñarte más cosas que son algo fuertes, pero necesitarás esperar un poco- después de eso, volvieron a besarse esta vez apasionadamente, pero decidieron dejar todo ahí y volver a la casa de Massimo, porque no querían que sospecharan si no estaban al amanecer en la cama.

Mientras andaban camino a casa, Alberto se quedó con la duda de quien era ese tal chico que sacaba a Luca a pasear, así que durante el camino Alberto dijo;

-Oye Luca, ¿y cómo se llama ese chico del que hablabas en la cena?- Luca no tardó en contestar y dijo;
-Se llama Giancarlo, teníamos una clase en la que coincidimos, platicamos un poco y me invitó a salir, me contó un poco sobre el, al parecer no sabía de los monstruos marinos y le parecía genial ser amigo de uno, solo sabía de mi por lo que los demás decían, y en una pequeña pijamada a la que me invitó, dormimos de cucharita, e intentó algo conmigo, pero me negué ya que era algo repentino y no estaba listo y se disculpo, pero nos quedamos de cucharita- al salir del agua y caminar silenciosamente a la casa de Massimo, Alberto reaccionó rápidamente y le contestó;

-Es un maldito hijo de p*ta, no se como se atrevió a siquiera querer dormir junto a ti, y menos con sus intenciones, lo voy a matar cuando lo vea- Luca creía que solamente era una broma y Alberto estaba alterado, quedaron en silencio ambos, entraron a la casa de Massimo, se acostaron en la cama que Alberto construyó junto a Massimo y rápidamente se durmieron.

Al día siguiente, nadie más que Luca y Alberto sabían de lo de anoche, tuvieron suerte de no quedarse afuera demasiado tiempo y no contaron nada. Massimo llamó al trío de amigos a desayunar, les preparo un poco de la pasta de anoche ya que había sobrado bastante. Todo estaba normal hasta que tocaron la puerta, Giulia recogió todos los trastes sucios para lavarlos, pero cuando su padre abrió la puerta, todos miraron enojados hacia el exterior de la puerta, era Ércole Visconti, al parecer vio algo por la noche ya que el trabaja bastante por la mañana y terminaba hasta en la noche, al parecer, Ércole vio que dos criaturas salieron por la orilla de la playa, y le preguntó a Massimo que si no sabe si fueron Luca y Alberto, ya que no eran las únicas criaturas marinas que vivían ahora en la superficie, el gran pescador negó y Ércole se marchó.

Giulia y Massimo se sentaron frente a Luca y Alberto para preguntarles algo;

-¿Por qué salieron en la madrugada?- preguntó Massimo.
-Es que anoche hubo una lluvia de estrellas, y lleve a Luca a verla porque no había logrado ver una anyes- contestó Alberto diciendo la verdad.
-Bueno, no puedo decir que fue algo malo, pero por lo menos, si vuelve a pasar algo como eso, eviten que Ércole pueda verlos, ya que aunque perdió la copa Portorosso justamente antes de que Luca fuese a la escuela, el quiere vengarse de la forma más cruel posible por la humillación que paso ese día, ya tiene una relación de confianza con ciertas personas aquí en Portorosso, así que cuídense la próxima vez, ¿ok?- contestó Giulia para defender y advertir a sus amigos,aunque sólo sabían de la lluvia de estrellas, pero no del beso.

Ya por la tarde, Luca decidió sumergirse y estaba dispuesto a pasar un día solo con su familia, pero le cayeron de sorpresa a Luca en la plaza, y jugaron al fútbol un rato, luego comieron, y Luca les contó de lo que había pasado anoche, su mamá se enojo un poco, pero lo perdono al saber que estaba acompañado de Alberto y que era una sorpresa de varias que le tenía el mayor.

Aunque Alberto tenía otros planes para esa noche, espero a que todos se durmieran y salió a pasear por las calles con un trapo mojado de algo en busca de alguien. Ércole se encontraba sentado mirando en dirección a la torre de Alberto preguntándose -¿Cómo es que puedo cambiar? No me van a aceptar de nuevo si no cambio mi actitud aunque sea un poco- por detrás de el, alguien le tapó boca, Ércole se sintió un poco mareado y se desmayo.

Al despertar, Ércole estaba atado a una silla, piernas atadas y pecho amarrado, con los brazos esposados por detrás y con un pañuelo en la boca en un lugar ciertamente familiar;

-No lograrás arruinar mi futuro con Luca- Ércole comenzó a sospechar si era Giulia o Alberto quien le había hecho esto, la voz sonaba un poco ronca, así que era obvio, Alberto. -No eres más que un simple obstáculo, pero por más mínimo que seas, debo evitarte, ¿ves eso de allá?- contestó Alberto mientras le quitaba el pañuelo a Ércole de la boca;

-¿Pará qué el asador?- preguntó Ércole mientras vio un poco de la colección de objetos de Alberto, pero este último agarró el cuchillo que le había regalado Massimo y le empezó a cortar una mano a Ércole - AHHHH, ¡¿QUÉ ME ESTAS... MGHFMHHM?!- Alberto calló a Ércole poniéndole de nuevo el pañuelo que traía pero con algo más de anestesia para que no gritara como loco toda la noche.

Alberto le corto las manos a Ércole y las comenzó a cocinar en el asador junto a unas cuantas tortillas, cocino lo más cerca de la torre para evitar que alguien lo viera, y oculto a su cena en lo más bajo de la torre para evitar que lo vieran. Las manos de Ércole estaban listas, Alberto colocó una en una tortilla cada una, y vio que Ércole despertó, y lo hizo de golpe al sentir un fuerte dolor en sus brazos, miró a Alberto y lo vio comiéndose un taco con algo peculiar dentro, era la mano de Ércole, entonces este último se desmayo al ver que ya no tenía manos y que además se las estaba comiendo un loco caníbal. Después de eso, Ércole despertó gritando, pues Alberto le clavo el cuchillo cerca de sus intestinos, se los sacó, los cocino y se los comió en taco frente a Ércole.

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