🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCA

Cap. 23 [ATACANTE SECRETO🌥️🌵]

Todos volvieron a casa sanos y salvos, pues Luca era el único que se sentía observado y sin privacidad, pero sabía que su familia estaba ahí, y pensó que sólo era una sensación extraña.

-Amor... creo que te prepararé un té de manzanilla para que descanses... estuviste bastante tenso en el paseo- Alberto se fue a la cocina para preparar el té, y Luca estaba muy confundido, estresado y mareado.

Nada estaba bien, Luca de un momento a otro tuvo unas náuseas horribles, no se pudo contener y vomitó, pensó que fue la carne de la pasta, pero sus hijos y esposo también la comieron, así que descartó esa posibilidad.

-Ya está... el té...- Alberto vió a su esposo desmayado en la cama con vómito a su lado, no lo pensó dos veces y fue por cosas para limpiar.

Al terminar de limpiar, Luca despertó, algo confundido, con su esposo a su lado casi llorando, pero al despertar, Alberto lo abrazo muy fuerte, y le dio un beso en la frente;

-No se que te pasó... pero te cuidare para que te recuperes- dijo Alberto algo triste y feliz a la vez de ver a su esposo.
-Pero... ya no me siento mal... es como si hubiese sido un dolor pasajero... pff, quítate ya...- al decir eso Luca, Alberto se hizo a un lado, y el menor vomitó de nuevo, y aunque estaba algo frustrado de limpiar, el moreno decidió hacerlo de nuevo, pues no quería que apestara, y su esposo estaba mal, y esta vez le trajo un balde para que no manchara todo el piso del cuarto.

Luca estuvo un rato tocando su frente ya que sentía calentura, tomó el té que le preparó su esposo, y después de eso, mucha agua, no se le bajaba la calentura, volvió a dormirse, y al despertar, Alberto estaba llorando junto a sus hijos, y también junto a los compañeros de trabajo de Luca, al parecer, le habían hecho algo, por lo que Luca se metió a bañar y ver si tenía algo en su cuerpo y ver que era, así podría saber.

Luca se encontró algo en el cuello, era un piquete de algo, no sabía si había sido un insecto o un dardo con algo, le pidió ayuda a Alberto para que pudiera decirle que era, era una picadura de un dardo y una cortada, la sustancia era desconocida, pero de ser un medicamento, era innecesario.

Luca se sentía cada vez peor, sentía mareos y náuseas a cada rato, todos estaban preocupados por el, así que lo llevaron todos al hospital, Alberto cargándolo en sus brazos mientras lo tenía en su regazo.

Al parecer, le habían inyectado a Luca bastante adrenalina, cantidades peligrosas, pero si fue un dardo pequeño, no tenía sentido que hubiese sido sólo eso, pero de serlo, ¿quién lo había hecho? y ¿para qué?.

Luca salió del hospital, todo estaba algo mejor, lo acostaron en la cama, y Alberto lo cuido toda la noche, y le dijeron que no era necesario que fuese al siguiente día para que se recuperara.

Ya en el "escondite" de los mafiosos, platicaron un rato sobre quien pudo haber sido, todos estaban igual de tensos, solo había sido uno, pero quien fuese, moriría al instante.

Luca se despertó acostado en su cuarto, pues pensó que estaría en el hospital, pero al abrir la puerta, Alberto le llevó su almuerzo a la cama para que no se levantará, y apenas lo vio, lo saludo, y al llegar a la cama, le dio un beso tierno en la frente;
-Ten, aquí esta tu almuerzo amor, hoy iré yo a ese lugar donde se quedan tus trabajadores y veré que puedo averiguar- dijo Alberto, y Luca solo asintió ya que no tenía muchas fuerzas para hablar.

Alberto ya sabía dónde ir, le abrió la puerta Alessandro, todos lo recibieron con gusto, todos se presentaron;
-Hola, soy Luigi Colombo-
-Enrico Leone-
-Alessandro Rizzo-
-Maurizio Bianchi-
-Leonardo Barone-
-Valentino Carbone-
-Alberto Scorfano, vengo porque debo atender un asunto con ustedes, pues ya saben del estado de Luca, así que tienen que llegar al culpable, y si es una de ustedes... entre los demás lo comeremos, ¿entendido?...- afirmó Alberto serio y enojado, todos asintieron con miedo, pues habían matado pero no comido a sus víctimas.
-Lo tengo... una idea perfecta para atrapar a ese hijo de p*ta... se las diré luego... ¿quien es el encargado si no esta Luca?...- pregunto con intriga Alberto.
-Yo...- dijo Alessandro levantando la mano.
-Bueno, adiós a todos- se despidió Alberto y todos lo despidieron.

Alberto llegó a su casa algo serio, pues vio a Luca en la mesa con los niños mientras repasaba cosas de la escuela;
-Oigan... amor, deberías estar en la cama, y ustedes deberían estar en la pesca...- dijo Alberto algo confundido de verlos a todos juntos.
-Me sentí mejor amor, y quise pasar tiempo con los niños, no tiene nada de malo, por cierto, ¿como te fue allá?, ¿descubriste algo nuevo sobre mi atacante?- pregunto con intriga Luca.
-Pues no... pero antes de salir tuve una idea fantástica... pues así podríamos descubrir al atacante o a los atacantes- contestó feliz Alberto de tener un plan para que no se metieran con su esposo otra vez.
-Papá... mira...- decía Francesco mientras le mostraba a su padre una marca en su cuello -...¿que podría ser?...- pregunto el menor de todos mientras se rascaba un poco la herida.
-No te la toques... parece ser una cortada, seguro te la hizo el mismo que atacó a tu papi, pero haremos pagar a ese maldito o malditos, ya verán, jamás se meterán con nosotros otra vez- dijo Alberto confiado.
-Mañana estaré debajo de su bote de pesca niños, y podré ver si es o no un monstruo marino, pero también vigilaré que no sea nadie de la superficie, y de saber algo... su padre y yo veremos como detenerlo con su plan, ¿ok?- les decía Luca a sus hijos, y ambos asintieron.

Ya en la noche, Alberto y Luca se recostaron juntos en su cama;
-Mira amor, mi plan es... hacer una fiesta de disfraces, porque así... si notamos a un sospechoso, lo identificaremos por su disfraz... ¿qué tal la idea?- le preguntó Alberto a su esposo.
-Una muy buena idea, mañana la planeamos completa, de momento, buenas noches amor- decía Luca algo cansado pero fascinado con la idea de su esposo.
-Descansa amor...- dijo Alberto mientras le daba un beso en la frente a Luca -nos las pagarán muy caro- dijo susurrando el moreno mientras se recostaba junto a su esposo.

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