Cap. 30 [SOLEDAD🩹🚬]

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Ya todos los amigos de Cameron tenían su rol, Luigi les había asignado sus tareas según sus habilidades, Alberto y Luca se tomaron unas muy merecidas vacaciones, por lo que salieron a Génova a festejar, dejando temporalmente a Luigi a cargo junto a Francesco para que pudiera ver lo que sería de el, Carlo estaba algo estresado, pues debía atender la casa y la pesquería, pero si su padre Alberto pudo durante más de cinco años, el podía hacerlo... ¿verdad?...

Cameron ayudaba a Francesco con ciertos encargos, Luigi cuidaba que los demás hicieran su trabajo bien, prácticamente Carlo estaba solo en la casa, pescaba, repartía y limpiaba junto a sus comidas, hacía lo posible para que la soledad no le pesara en el hombro, pero sentía que nadie lo notaba ya, el negocio dejó exhaustos a sus padres, Cameron se llevó a su único hermano, no se sentía bien, pero trataba de poner una sonrisa falsa a los clientes que atendía, cada día era más difícil.

Por fin Luca y Alberto habían vuelto, pero parecían cambiados, como si ya no fueran ellos, pues Carlo los quiso saludar pero lo dejaron en visto, ni caso le hicieron, como si ya no lo quisieran, Carlo estaba al borde del suicidio, pero decidió perdonar a sus padres pues podrían seguir estresados de tener que volver a sus vidas en poco tiempo, Luca al negocio de la mafia y Alberto a la pesquería, pensó que podría volver a tener una conexión con su padre Alberto, pues su hermano ya casi no se aparecía en la casa porque se la pasaba con Cameron.

Ya había pasado una semana y Alberto iba a pescar con Carlo, sentía que debía aclarar muchas cosas con su hijo, no sólo por el distanciamiento, si no también más;
-Hijo, se que parece que te hemos dado la espalda últimamente, pero es porque no tuvimos los mejores años últimamente por el exceso de trabajo, tu hermano ha estado ocupado porque seguramente pronto tendrá que heredar el puesto de jefe porque tu padre Luca no se ha sentido bien con tanto trabajo ya que ha estado aumentando en estos tiempos- dijo Alberto algo apenado.
-Papá, se que han tenido problemas, yo también los tuve, como ese distanciamiento de todos hacia mi, pero se que han tenido mucho trabajo, yo también, he tratado de olvidarlo con más trabajo, aunque aveces no me sirve... no lo sé... pero me siento del asco... no he hecho nada que pueda darles honor, orgullo... solo les doy el honor de atender la pesquería...- contestó triste Carlo.
-Oye, no digas eso, hagas o no hagas algo importante, tu tienes mi amor completo, eres nuestro primogénito, nos hiciste olvidarnos de nuestro...- Alberto no finalizó lo que estaba diciendo, pues de pronto sintió lágrimas recorrer sus mejillas, volviéndolas a su forma marina.
-¿Qué les ayude a olvidar padre?...- preguntó algo triste y apenado Carlo.
-Pues... íbamos a tener otro hijo... pero tu padre no logró traerlo al mundo... tuvo un aborto espontáneo... no nos dijeron exactamente porque...- Alberto comenzó a llorar al recordar esos momentos demasiados tristes en su vida, y Carlo no sabía que hacer, pues de eso no sabía nada, jamás pensó que sus padres habían sufrido tanto.
-Papá... yo... lo lamento demasiado... no sabía que pasaron por eso...- dijo algo apenado por la pregunta Carlo.
-No es tu culpa, ni de nadie, fue algo que el destino nos había preparado, tal vez teníamos que esperar un poco más... pero no te culpes de nada...- contestó Alberto con una sonrisa de felicidad y tristeza abrazando a su hijo y siendo correspondido por este.

El día estaba llegando a su fin, Carlo se sintió aún peor, pues no sabía el dolor que sus padres habían sufrido durante su vida, jamás se había enterado del aborto, pensó muchas cosas, podrían ser tres hermanos, pudo haber sido niña, pero jamás podría saberlo.

En la cama, Carlo se puso a pensar en cómo reunir a toda la familia, ya que todos, incluyéndolo, estaban estresados por trabajar demás, así que planeo matar a la persona menos importante o más detestable de todo Portorosso para poder preparar una comida muy rica para su familia, tenía muchas ideas y opciones, también podía cazar un tiburón.

Los días pasaban, nada mejoraba, solo empeoraba, Martín quería matar a casi cualquier conocido de Francesco, Luca dormía casi todo el día, Alberto cocinaba y limpiaba, Carlo se la pasaba en la pesquería, Francesco y Cameron comenzaron a tener problemas de pareja, solo empeoraban las cosas, y una noche, Carlo decidió salir a la orilla del mar en Portorosso para relajarse y dejar de pensar en su existencia misma.

Al llegar a la orilla, Carlo se sentía con alguien, no con miedo, si no con un sentimiento nuevo, pues se sentía relajado y escuchado aún si no había hablado en su mente, pues Camille llegó y se sentó a su lado;
-Hola...- dijo Carlo.
-Hola...- dijo Camille.
-Estas estresada por el trabajo y tienes problemas, ¿verdad?- pregunto relajado Carlo.
-Si, Francesco y Cameron han estado peleando en el trabajo, siento que Cameron ya ni siquiera quiere ser mi amigo, las cosas se han puesto difíciles por el padre de Cameron... y me gusta relajarme en lugares como este...- contestó bastante despreocupada Camille.
-Te entiendo... uno de mis padres me confesó algo que no sabe ni Francesco ni alguien más, mi otro padre no sabe qué ya lo sé... y hemos estado distanciados por todo esto... pero no podemos hacer nada de momento...- respondió Carlo.
-Cierto... ¿eres... como yo?...- pregunto Camille de manera extraña.
-No lo sé... ¿igual como?...- decía intrigado Carlo, Camille dejo sus tacones en la arena y se metió al mar, Carlo dejó sus zapatos junto a los de Camille y la siguió;

-Que hermosas escamas...- dijo Carlo algo nervioso.
-Lo sé... después de que su pueblo aceptara a los monstruos marinos, algunos comenzaron a salir de viaje y más, y pues mis padres se conocieron, se amaron, me tuvieron y lo demás es historia... conozco un arrecife de coral hermoso aquí cerca... sígueme- dijo Camille mientras nadaba y Carlo la seguía.

Nadaban sin decir ni una palabra y sin prisa, pues querían ver cada parte del recorrido para relajarse aún más de todo el estrés en el ambiente, al llegar, Camille le dijo a Carlo que se cubriera los ojos, pues era un arrecife hermoso al que llegaron;

-Mira... es hermoso ¿verdad?...- pregunto Camille mientras veía todo a su alrededor junto a Carlo.
-Es precioso... no sabía de esto...- contestó Carlo al ver tales colores en el mar.
-Tal vez porque no te das un tiempo para ver el mar, el que debería ser tu hogar si no vivieras en la superficie, los colores, los peces... en este arrecife se conocieron mis padres, y en un viaje vinimos aquí, nadando para evitar un viaje sin sentido, y era hermoso, pero ahora es mucho más hermoso...- decía Camille.
-Como tu... digo... este arrecife es tan bello que...- Carlo no sabía que decir al solo hablar.
-No te preocupes... lo sé... este lugar es muy especial para mi y para mis padres... no le digas a nadie de este lugar... ¿entendido?- rió Camille al principio y terminó algo seria.
-Entendido... esto si es relajante...- dijo Carlo mientras nadaba al lado de Camille por el colorido arrecife, corales y peces de todos los colores y tamaños.

Después de un par de horas de relajación, Camille y Carlo volvieron a la superficie evitando haber sido seguidos para mantener en secreto el arrecife, al llegar, vieron como Cameron se encontraba en la fuente de la plaza, lograron ver que no estaba bien, así que decidieron platicar con el;

-¿Cameron?... ¿qué pasó?... ¿todo bien con...- Carlo no pudo terminar su pregunta.
-Cállate... no quiero saber nada de el... es un idiota...- Cameron comenzó a llorar de tristeza y enojo, Carlo y Camille lo veían confundidos y algo enojados.
-¿Qué te hizo para que digas eso de el?- preguntó Camille.
-El muy idiota cree que lo engañé, y que no quiere verme hasta que demuestre lo contrario... es un idiota...- contestó aún llorando Cameron.
-Oye... no es un idiota... esta muy estresado seguramente...- decía algo enojado Carlo.
-Ya no eres el que lo conoce mas niño... estaba con Verónica, y de la nada sacó el tema de mis ex-parejas... tuve muchos problemas con ellos y ellas... y pensó que puede que no haya cambiado... es un IMBÉCIL...- respondió enojado, triste, desesperado y con lágrimas Cameron.
-Pues... solo muéstrale como has cambiado, no por el... sino por ti, porque sabes que algo hiciste mal... pero hazlo como en una semana porque ha estado muy estresado por el trabajo y seguramente... bueno, me dijeron algo que no puedo decirte hasta que llegue ese día... pero evitaré que pase todavía... de momento es en lo que te puedo ayudar... lo demás lo debes de hacer tu...- dijo Carlo tratando de calmar a Cameron.
-Espero que tu plan funcione... ¿y ustedes que hacían?...- preguntó Cameron mientras veía a Carlo y Camille muy juntos.
-Nada que te importe... es muy personal...- respondió Camille mientras veía a Carlo, pues habían platicado cosas muy privadas entre ellos, Cameron continuaba llorando, pero sonrió un poco al ver lo juntos que estaban Carlo y Camille.

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🔪 El asesino... caníbal 🍖 || Luberto [Luca × Alberto] || LUCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora