Tres horas después tengo un ensayo medio decente terminado imprimiéndose en la oficina de mamá.
—Tienes que ir por el ensayo Jules. —Me dice Dustin mientras me señala la puerta.
—No puedo, Dust... Esta es mi trinchera, soy feliz en mi trinchera, no me hagas salir a buscar Alemanes. —Las referencias históricas son lo mío, me gusta mucho la historia porque es como una mala telenovela mexicana, hay mucho drama, una y otra vez, por los siglos de los siglos y las adaptaciones de cada época son imperdibles.
—Los Alemanes del 1914 suenan más amables que el demonio que tienes por primo, pero ese no es mi problema, así que ve, pelea, enfrentalo y gana, como diría mi buena amiga Edna. Anda ya. —Me empuja con los pies fuera de la cama obligándome a ponerme de pie, asi que supongo que es mi única opción.
Cuando pongo un pie fuera me sorprende escuchar el silencio total inundando los pasillos de la casa.¿Se habrá ido? Me pregunto a mi misma, pero no tengo el tiempo suficiente para sopesar una respuesta cuando escucho el timbre en la puerta de abajo. No tengo que imaginar quien es, su perfume de trescientos dólares invade mis fosas nasales a la distancia.
Es Cristal.
Mi pensamiento inicial es abrir la puerta hasta que caigo en cuenta de mi estado deplorable; ropa deportiva, olor a día pesado, cabello hecho un enjambre y mejillas rojas luego de sacar todas mis frustraciones corriendo en el pavimento.
Me devuelvo corriendo al cuarto en busca de un aliado.
—Dust, es Cristal, ¿Podrías abrir la puerta mientras arreglo este desastre? —Me señaló a mi misma de arriba a abajo con ambos dedos índices para enfatizar el problema.
—Amigos en las buenas y en las malas, ¿Verdad? —Se levanta de la cama en un salto y sus ojos han adquirido un brillo que delata su emoción infantil.
—Fingiré de nuevo que haces esto por ayudarme y no por pasar tiempo a solas con ella, mantén tus manos donde pueda verlas.
—A sus órdenes, capitán. —Se para derecho y hace un saludo militar exagerado antes de salir escaleras abajo.
Mientras Dustin de dirije escaleras abajo para abrirle la puerta a su crush yo me meto al baño y elimino mi sudor y cólera residuales en menos de diez minutos, lo justo y necesario. Al salir siento la inesperada necesidad de lucir bien, no puedo permitir que Cristal me supere en mi propio campo de batalla, así que me arreglo lo mejor que mi escaso guardarropa lo permite. Me maquillo sutilmente, cosa que solo ocurre en ocasiones especiales, y esta es una de ellas.
Ordenó mi cabello bajo una diadema de perlas de fantasía para mantenerlo lejos de mi cara y me lanzó escaleras abajo, no tan lista para lo que me espera.
Dustin se encuentra particularmente embelesado, tratando de llamar su atención mientras ella revisa sus redes sociales y lo mira con desdén.
—¿Podrías traerme un poco más de agua mineral, Justin? —Pregunta mientras los observó desde atrás. Él se pone de pie como un resorte y corre a la cocina con el vaso vacío.
—Oh, ahí estás July. —Dice Cristal al captar mi presencia por el rabillo del ojo.
—Es Jules. —La corrijo y hago mi camino a la sala con ella. —¿Pasamos a mi cuarto, para empezar a trabajar?
—Me gusta más July, es mi apodo de cariño para ti. Jules es un poco... Meh. —Me regala una sonrisa deslumbrante y si no la conociera me sentiría halagada, pero capto su ofensa entre lineas. —Pensé que podríamos trabajar aquí en el comedor. ¿Está Caleb en casa? —Pregunta y empieza a buscarlo sin disimular.
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C O U S I N S [TERMINADA]
Teen FictionNo saben en qué parte de la biblia está escrito, que su amor está prohibido e incluso aunque lo intenten no pueden evitarlo, así se caiga el cielo, así se vayan al infierno. Saben que los pecados nos condenan a la desgracia y ellos ya tienen un asie...