C O U S I N S [TERMINADA]

Capitulo 16: "Revelaciones." (Pt 4)

No sé en qué momento sucede pero al parecer me he quedado dormida, pues cuando vuelvo a ser consciente de mi entorno me encuentro acurrucada en las sillas de plástico con la chaqueta de Dust puesta a modo de cobija y la luz es tenue, indicándome que se ha hecho de noche. Me incorporo de golpe buscando a Dust, o a Caleb (que ilusa) pero me encuentro casi sola en la habitación lúgubre, acompañada solamente por dos personas que seguramente también esperan noticias de sus familiares.

—Hola, Jules, ¿Cómo te encuentras? —Me sacude una vocecita de ardilla a mis espaldas, me giro lentamente y me encuentro con Farah quien está terminándose un vasito de café de máquina.

Su mirada indica preocupación, lastima y culpa. Tiene unos ojos tan bonitos y tan inocentes que entiendo de inmediato la fascinación que Dust siente por ella, nada comparado con Cristal, lo cual me alivia enormemente.

—Hola. —Saludo con voz pastosa, cansada. —¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Dustin? —Pregunto y mi voz suena más dura de lo que pretendo.

—Si... Él tuvo que hacer algo, pero no tarda en volver. ¿Quieres algo de comer? —Estira un paquete abierto y a medio comer de chips de limón en mi dirección pero niego con la cabeza, no creo que pueda comer nada ahora.

—¿Te molesta que esté aquí? —Pregunta de inmediato antes de ponerse de pie y veo de inmediato el temor en sus ojos, me siento culpable.

Soy una persona horrible.

—No, claro que no. —Me apresuro a calmarla. —Es solo que... me sorprende que estés aquí.

—No pretendo incomodar, es solo que, cuando supe lo que había pasado quise ayudar... ustedes hicieron tanto por mí qué, sentí que debía estar aquí. —Sus palabras se atropellan unas con otras y me mira con esos ojos suyos bien abiertos.

—Gracias. —Le respondo a falta de algo mejor. Aunque lo digo en serio. No me queda duda de que es una mejor persona de lo que había pensado, su corazón es puro, inocente y sé que está en buenas manos.

Logro fabricar una sonrisa y ella me aprieta la mano gentilmente.

—Va a ponerse bien. Ya verás. —Susurra y me siento un poco mejor.

Nos quedamos en silencio un par de minutos, cada una sumida en sus propios pensamientos, me encuentro inquieta, por Caleb, porque no he sabido de él desde que se lo llevaron puertas adentro, porque Dust ha estado muy sospechoso desde que nos encontró en la carretera, sin contar el hecho de que tenía el auto de mi madre en su poder, ¿Por qué lo tenía? No creo que mi madre se lo hubiera soltado de buenas a primeras para buscarnos después de lo que pasó ese día. Además me doy cuenta por el rabillo del ojo que Farah no ha dejado de verme con esa cara de cachorro que destella culpa por todos lados.

¿Qué es lo que está pasando?

Cuando me armo de valor para preguntárselo, las puertas dobles se abren de par en par y la enfermera de cabello naranja vuelve a hacer su aparición.

—Familiares de Caleb Cohen. —Anuncia y me pongo de pie inmediatamente, como un resorte.

Camino hacia ella con prisa y las manos entre los bolsillos, nerviosa de repente.

—¿Si?

—¿Eres Jules Cohen? —Pregunta y asiento rápidamente. —Puedes seguir, ha estado preguntando por ti desde que le pasó la anestesia.

—¿Cómo está? —Pregunto con el corazón retumbando en mi pecho.

—Insoportable e impaciente por verte. —Rueda los ojos con algo de diversión y me hace sonreír.

Me giro para ver a Farah y ella está de pie a unos pasos de mí. Su rostro también se ilumina con alivio y me dirige una sonrisa animada.

—¿Podrías... —Empiezo a preguntar y ella asiente antes de que termine la pregunta.

—Le avisaré a Dust tan pronto vuelva. Aquí estaremos. —Le agradezco internamente. —Ahora ve. —Me ordena amistosamente haciendo señas con las manos.

—Gracias. —Vuelvo a dirigirme hacia la enfermera y ella me guía puertas adentro.

Solo han pasado unas cuantas horas, pero se sienten como siglos desde la ultima vez que lo vi y una extraña necesidad empieza a crecer en mí, quiero verlo, quiero abrazarlo y llenarlo de besos, sentir su cálido tacto sobre mi piel.

Lo necesito.