Capitulo 15: "Juguemos en el bosque, mientras el lobo está..." (Pt 1)

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Esto no está bien.

Si hay algo peor que estar secuestrada y al borde de la muerte es el hecho de que la persona a quien amo parece preferir estar muerta a compartir cadenas conmigo. Incluso peor, parece rehusarse a compartir mi mismo aire y Caleb... bueno él no me ha dirigido la palabra desde que decidí abrir mi bocota imprudente.

¿Cómo íbamos a salir de esto si ni siquiera me dirige la palabra?

—Lo siento —. Susurro por milésima vez.

Nada. Por milésima vez.

Han pasado al rededor de cinco horas desde que Caleb me dirigió la palabra por última vez y estoy empezando a pensar que esto ha sido todo; moriremos en cualquier momento, enemistados y distanciados, como dos extraños.

La idea me arruga el corazón de una manera indescriptiblemente dolorosa.

Los escasos rayos de luz se han empezado a filtrar por la ventana y puedo ver —a través del costal— las facciones de Caleb con más claridad. Con círculos negros bajo los ojos, una barba incipiente y el cabello revuelto. No pierde su encanto, pero luce abatido, derrotado e increíblemente cansado.

—¿Te arrepientes de esto? —Su voz me toma por sorpresa, distante, fría y dolida.

—No —. Replico casi en un susurro luego de un rato. —Siento mucho lo que dije hace rato, pero quiero que sepas que no cambiaría un solo segundo. Es un mundo jodido Caleb, retorcido, egoísta, violento y aterrador, pero atravesarlo tomada de tu mano hace que todo valga la pena. Eres lo mejor que ha podido pasarme y si tuviera que pasar de nuevo por esto para encontrarte al final del camino lo haría sin pensar.

Él no responde, pero limpia sus mejillas con el hombro de su camisa.

—Lo siento, he dicho algo malo —. Me disculpo y aparto la mirada.

—Es lo mejor que me han dicho en la vida, Jules —. Confiesa y entonces entiendo que son lágrimas de emoción. —Lamento mucho haberte puesto en esta posición.

Niego rápidamente con la cabeza y me apresuro a decir:

—Vamos a salir de esto juntos.

—¿Tienes algún plan? —Pregunta luego de un rato. Un poco más calmado.

Cuando estoy a punto de abrir la boca una puerta de hierro y a prueba de sonido, ubicada atrás de Caleb y frente a mí se abre de golpe. El estruendo chirriante y desagradable que suelta me produce un mareo y un pánico terrible, las palmas de mis manos sudan y mi cara ha empezado a dormirse.

—Buenos días, tórtolos —. Saluda Gian entrando triunfal por la habitación, sosteniendo una rueda de cinta aislante y un par de cuerdas gruesas.

Ninguno le devuelve el saludo.

—¿Les mordió la lengua el gato? —Su expresión es petulante y agradezco que no pueda verme a través del costal pues le estoy soltando todos los tacos e improperios de los que mi joven mente puede echar mano.

—Déjala ir Gian, esto es entre tu y yo. —Sisea Caleb y se remueve impaciente en su puesto mientras Gian se acerca hacia mí con una sonrisa ladina.

—Dejó de serlo desde que intentó llevarnos a la policía. ¿No es verdad? —Se agacha a mi nivel y me quita el costal de la cabeza para ver mi reacción mientras acaricia mis piernas desnudas enviando punzadas de asco a lo largo de mi cuerpo. Intento apartarme pero es inútil. Con una navaja corta la cinta que ata mis pies, supongo que va a reemplazarla con una de las cuerdas robustas que sostiene entre las manos.

—Suéltala. —Ordena de nuevo y se remueve con más violencia. Unas lágrimas escuetas ruedan por mis mejillas.

—Jamás, Caleb. Jamás volveré a obedecerte. Es humillante. Eres tú quien debería estarse arrastrando a mis pies. Todo lo que Baxter te dio, volverá a ser mío.

C O U S I N S [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora