C O U S I N S [TERMINADA]

Capitulo 7: "Así es como debe ser" (Pt 2)

—Jules. —Me llama suavemente mientras subo las escaleras.

—¿Querías que me alejara? Eso estoy haciendo Caleb. Déjame en paz. —Termino de ascender el tramo de escaleras y camino por el pasillo hacia el baño encerrándome con llave una vez adentro.

El agua caliente es bienvenida por cada célula de mi cuerpo, arrastrando el día de mierda que he tenido: Casi pierdo mi virginidad con un pervertido, mientras un par de locos codiciosos observaban y tomaban fotos para extorsionarlo y forrarse en dinero, además de eso tengo el cuerpo magullado como un balón que agarraron a patadas, igual que Caleb quien recibió una paliza por tratar de defenderme y me mandó a la mierda por tratar de ayudarlo junto con los sentimientos confusos e incestuosos que tengo por él.

Joder, menudo lío.

Dejo correr el agua caliente por diez minutos seguidos después de aplicar el jabón y el shampoo con más fuerza de la necesaria hasta que siento que estoy completamente limpia. Finalmente cierro la llave y salgo de la ducha envolviéndome en una toalla.

Camino con pesadez hasta mi cuarto y me sorprendo cuando encuentro a Caleb sentado de nuevo al borde de la cama como la noche anterior, con la manos entrelazadas y el ceño fruncido.

Sus ojos viajan desde mis pies hasta mi cabeza lentamente quedándose en mis piernas y escote, húmedos y brillantes por la ducha, un poco más del tiempo estrictamente necesario.

Sé que le despierto algo también, de otra manera no estaría aquí después de lo que dijo en el comedor. De otra manera no me estaría observando de esa forma. Pero no voy a ceder, no le permitiré hacer conmigo y con mi estabilidad emocional lo que le venga en gana.

—Sal. Ahora. —Ordeno mientras me aferro a la toalla húmeda con todas mis fuerzas.

—Jules, escúchame por favor. Solo quiero protegerte. —Se levanta de la cama y camina hacia mí, pero lo esquivo rápidamente y camino hacia el armario.

—No necesito una niñera Caleb. —Le devuelvo sus palabras. —Y tú dejaste todo muy claro hace un par de minutos; No quieres nada que ver conmigo, con nosotros. —Las últimas palabras se escapan de mi boca antes de que el filtro de mi cerebro las pueda detener y Caleb no las deja pasar.

—¿Nosotros? —Aunque le esté dando la espalda puedo percibirlo un par de pasos más cerca. —¿A qué te refieres?

—Nada. Por favor vete de mi habitación. —Sigo de espaldas a él y agradezco que así sea pues las lágrimas empiezan a agolparse de nuevo en la parte de atrás de mis ojos y sé que me he puesto roja.

—No. —Susurra aún más cerca. —Necesito saber lo que piensas. Respecto a... Nosotros.

—Somos primos, Caleb. —Disparo sin anestesia. —Crecimos juntos e intenté estar cerca de ti, hasta que te volviste un cretino desgraciado.

—Solo sigues repitiéndolo en voz alta porque esperas que sea suficiente para mantenerte alejada de mí.

—Tu eres quien me aleja con tus palabras, luego vuelves, me tratas bien, sonríes y... justo cuando pienso que puedo alcanzarte vuelves a irte. No es justo, no es justo conmigo. —No puedo contener las lágrimas más tiempo así que empiezo a sollozar como una Magdalena.

—Solo quiero protegerte. —Masculla.

—Mientes. Solo intentas protegerte a ti mismo. —Afirmo con determinación.

—¿De qué? —Pregunta y podría decir que está asustado.

—De lo que sea que sientes por mí. —Mi afirmación es arriesgada, pero no intenta negarlo, ni siquiera se sorprende.