Cap 17

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Dulce removía la ensalada en su plato, no tenia apetito, se había pasado todo el día llorando, oyó la puerta abrirse y se tenso en su asiento, unos pasos se acercaron hasta que Alfonso entro en la cocina. Dulce le miro recelosa hasta que encontró una gran marca morada sobre la mejilla izquierda, alzo las cejas y el la miro furioso.

-¿Qué miras? ¡Me di un golpe!

Dulce se encogió cuando el paso por su lado furioso, creyendo que la iba a pegar coloco sus manos delante de su cara pero Alfonso paso de largo sin mirarla. Minutos después se oía el agua de la ducha caer.

Dulce no quería compartir la cama con el, así que aguardo en el sofá, la música de un celular comenzó a sonar, la chaqueta de Alfonso estaba encima de una silla, Dulce se acerco tomo el móvil pero no reconoció el numero. Sin pensarlo lo abrió y contexto.

-¿Bueno?

-Hola cariño.

Una voz femenina la hablo desde el otro lado.

-¿Quién habla?

La voz guardo silencio y una mano fuerte aparto el teléfono de las manos de Dulce, cuando se volvió se encontró con Alfonso mas enfadado de lo que nunca le había visto.

-¿Quién te dijo que tocaras mis cosas ¿Quién?

Alfonso la tomo de los hombros y la zarandeo, Dulce gemía de dolor.

-Por favor Alfonso, me lastimas, el teléfono sonó tu estabas en la ducha y…

-¿Y que? Ya conoces las reglas y nunca tuviste que tomar ese teléfono, ahora serás castigada.

Alfonso la empujo, su cara estaba aplastada contra la fría pared, mientras el la forzaba a su espalda, la subió el camisón hasta la cintura y le arranco el pequeño tanga de encaje, mientras con una mano se apartaba la toalla con la otra fue abriendo con fuerza las nalgas de Dulce.

Dulce lloraba, todo tenia que ser una pesadilla ¿En que se había convertido su vida?

-Por favor Alfonso no lo hagas.

-¡Cállate! ¡La culpa es tuya, te lo mereces!
Con una mano la tapo la boca para que no gritara y de una fuerte embestida se introdujo en ella. Dulce grito y le mordió un par de dedos pero Alfonso la pego una bofetada y Dulce quedo inconsciente.

Dulce despertó aturdida, le dolía todo el cuerpo, igual que si un camión hubiese pasado por encima de ella, se intento levantar y vio que estaba en el suelo, miro hacia un lado y ahí estaba su tanga roto en varios trozos, conteniendo las lágrimas se levanto.

No aguantaba mas, aquello había sido suficiente, se tenia que largar de allí, ¿pero a donde iba con apenas un camisón, sin ropa interior, de madrugada y sin dinero? Fue hasta a la habitación donde tenia sus pertenencias pero Alfonso estaba durmiendo allí, intento entrar pero el se movió en sueños, era mejor no tentar al diablo.

Volvió al salón y busco desesperadamente las llaves de su coche, por lo menos tenia eso. Salió en silencio de allí, hacia frió y el cielo estaba despejado, apunto de nevar, un escalofrió recorrió su débil cuerpo, solo llevaba un camisón de tirantes, se metió en el coche y salió sin rumbo antes de pensarlo mejor.

Mientras iba conduciendo sin saber bien a donde ir, se fijo en la poca gasolina que quedaba, ¿Qué había echo para recibir una vida así? Maldijo, mordiéndose los labios para no romper en llanto. Siguió conduciendo hasta que llego a un gran bloque de departamentos, paro el coche e inspiro hondo intentando arreglar sus ideas.

No tenia ningún lugar mas donde ir, estaba sola, sin dinero y apenas desnuda y solo un coche que no la llevaría mas de dos kilómetros lejos de allí.

Un ruido en la ventanilla la hizo saltar de su asiento. Dulce alarmada puso el seguro en el coche, aquella persona intento abrir la puerta pero no lo consiguió, Dulce intento arrancar el coche pero los nervios se lo impedían. El desconocido seguía llamando a la ventanilla, cada vez mas fuerte.

-¡Dulce abre!

¿Chris? Dulce quito el seguro y el abrió la puerta.

-¿Pero que…

Chris se interrumpió al ver el estado de Dulce.

-¿Qué te a pasado?

𝖀𝖓𝖋𝖆𝖎𝖙𝖍𝖋𝖚𝖑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora