Cap 41

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Christopher suspiro, sus manos acariciaban el abultado vientre de Dulce, aferrándose a ello como si fuera a despertar... como si todo fuera un sueño...

-Alfonso vino a la cárcel acompañado de dos tipos, mientras ellos me retenían el se dedico a pegarme durante horas, al día siguiente apareciste tu... -guardo silencio al escuchar la exclamación de Dulce y sus ojos llenos de lagrimas, la dio un cálido beso en la mejilla y aferrándose a su mano continuo- Creo que ahora entiendo por que viniste -dijo mirando el vientre de ella- Y dios Dulce no sabes como lo siento, pero no podías ver como el me dejo... ¡te podía hacer daño también a ti!

Dulce al ver la desesperación de el, tomo su rostro entre sus pequeñas manos y lo acerco, besando su frente, sus ojos, su nariz... hasta que sus labios se unieron.

Al separarse para tomar aire, la frente de el quedo apoyada en la de Dulce, la dio un rápido beso en la nariz y con el valor suficiente continuo con el relato.

-Varios días después volvió a aparecer... aquella vez fue peor... estuve en el hospital , y de esos días poco recuerdo, me pasaba el día inconsciente, las enfermeras me dijeron que me pasaba todo el día murmurando tu nombre, cuando desperté no recordaba nada, recordaba tu nombre pero no el por que, ni quien eras, Alfonso hacia todo lo posible para que yo no volviera a recordar, pero un día, a pesar de todos sus esfuerzos, volví a acordarme de todo, de ti, de todo lo que hemos vivido... le pregunte por ti, el se encogió de hombros y dijo que te habías marchado maldiciendo a los Uckermann, pase varios meses en el hospital recuperándome, una noche... -respiro hondo- Esto no va a ser fácil Dulce...

-Chris... -Ella vio el dolor en sus ojos y supo que lo que el estaba apunto de contar no iba a ser nada agradable para ella.

-Alfonso desapareció, a mi me acababan de dar el alta, fui a su casa, el se había marchado, el armario estaba vacío, en su despacho encontré... -La miro con los ojos vidriosos- Fue horroroso...

Dulce lo abrazo, los dos lloraron juntos. Christopher con la cabeza apoyada en el pecho de ella siguió el relato.

-Había papeles de todo tipo, tanto de que el era el culpable de toda la estafa y no yo, había mas estafas y todas lo culpaban a el, también había unas cartas... -Ella tomo el rostro de el entre sus manos.

-¿De que? -susurro.

-Amenazas de muerte -el evito su mirada- a tus padres... Ellos le debían mucho dinero Dulce.

-¿Los mato? -su voz rota por las lagrimas apenas fue un murmullo.

-Estoy casi seguro que fue el. La policía lo busca desde hace tres meses, tuve miedo de que el te buscara.

-¿Por eso viniste? -Dulce contuvo la respiración, deseaba ansiosamente que el dijera que no, que había vuelto por ella. El clavo su mirada en la de ella, descifrando sus pensamientos.

-No sabia lo que me podía encontrar... ¿Y si ahora eras feliz con otra persona como iba a aparecer yo? No podía, entiéndelo.

-El me dijo que estabas muerto, yo nunca te hubiera dejado.

Christopher la beso en la frente. A ella le hubiera gustado apartarse, pero no podía, era imposible, se sentía desfallecer con solo pensar que otra vez lo podía volver a perder.

-Lo se.

-¿Que haremos ahora? -Dijo ella pasando su mano distraidamente por la mano de el.

-No quiero volver a alejarme de ti. -Ella le acarició la mejilla- Ni de mi hijo. -dijo acariciando el abultado vientre de ella.

-No lo hagas.

Las pequeñas manos de Dulce tomaron el rostro de él, acercándolo hasta que sus labios se fundieron en uno.

𝖀𝖓𝖋𝖆𝖎𝖙𝖍𝖋𝖚𝖑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora