Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]

CAPÍTULO 12

"No puedes culparte por mantener la esperanza"

Habían pasado dos días desde que compré el smoking y Mau el vestido, lo que significaba que ese día tenía un jodido baile de graduación, con una vestimenta jodida pero cool, y peor aún, tenía que dar un jodido discurso. No estaba nerviosa, solo quería matar a todo el jodido mundo por haberme elegido a mí para dar ese estúpido discurso. Quizá lo único bueno de ese día es que estaba con Mau.
–¿Lista para el baile? -preguntó Mau cuando llegó a mi casa el día de mi graduación-
–Eso creo -dije dudando-
–No conseguí una limosina; la renta de una es muy costosa -dijo y yo reí ligeramente- Así que iremos caminando, ¿te parece? 
–¡Me parece perfecto! Así disfruto ver como caminas sobre esos tacones -dije y reí-
Empezamos a caminar uno al lado del otro. Afortunadamente las calles estaban desoladas, así que no había nadie que nos mirara raro, claro, eso, hasta llegar al lugar de mi jodida graduación.
–Bueno, la verdad es que aún no domino completamente los tacones, de hecho, ahora mismo estoy rogando no caerme -confesó Mau-
–Prometo que si te caes, reiré muchísimo
–Gracias -dijo con ironía- Creí que dirías que me ayudarías a levantarme 
–Tal vez lo haga. Después de haberme burlado de ti, claro. Oye...
–Oigo -dijo Mau mientras intentaba caminar sobre sus tacones sin caer-
–¿Cómo crees que reaccionen cuando nos vean llegar al baile así? -pregunté señalando nuestra ropa-
–Probablemente les parezca extraño, se sorprendan, nos critiquen y se burlen de nosotros. ¿Estás preparada para eso?
–Sí -dije con seguridad- ¿Qué hay de ti? La gente creerá que...
–La gente sólo cree lo que quiere creer -dijo Mau interrumpiéndome- 
–Tal vez piensen que eres trans, gay, o algo así -continué-
–Pregúntame si me importa
–¿Te importa?
–Noup, no me importa
–¿Ni un poquito?
–Ni un poquito. Lo único que me importa ahora es no caer -dijo con cierto pavor-
–Te ayudo -dije entre risas y tomé su mano para ayudarlo a caminar-
Cuando llegamos al baile todos pusieron sus miradas sobre nosotros. No dejaban de vernos y de cuchichear entre ellos ni un sólo instante, pero no me importó y tampoco a Mau.
–¿Y? ¿Estás lista? -preguntó Mau cuando estaba apunto de dar mi discurso-
–Sinceramente no -dije y como si fuera un chiste, Mau rio-
Anteriormente dije que no sentía nervios, pero ahora sí los sentía. Estaba muy nerviosa.
–Ya quiero escuchar lo que escribiste -dijo Mau burlándose de mí-
Suspiré y me dirigí hasta la tribuna para dar mi discurso.
–Buenas noches estimado profesorado, alumnos, y familiares de nuestros compañeros graduados. -empecé con el discurso- Es un honor estar aquí arriba el día de hoy. -en realidad no lo era, pero tenía que fingir que sí- Sé que creemos que somos inmortales, debemos sentirnos así, nos estamos graduando; pero al igual que nuestros breves años de instituto, lo que hace que la vida sea tan valiosa es que no dura siempre, lo que la hace tan valiosa es que se acaba. Lo sabemos ahora más que nunca, y lo digo justamente hoy para recordarnos que el tiempo es suerte, así que no lo malgastes viviendo la vida de los demás, haz que la tuya valga la pena, lucha por lo que te importa, pase lo que pase, porque inclusive si fallamos, ¿qué mejor manera de vivir? Es sencillo sentir esperanza en un día como este, pero también habrá días oscuros en el futuro, habrán días en los que se sientan solos y es cuando más esperanza necesitarán, no importa si creen que no existe o si sienten perdidos, deben prometerme que van a aferrarse a la esperanza, manténganla viva, debemos superar el sufrimiento. Mi deseo para todos es que se vuelvan la esperanza, todos la necesitan. Porque siempre habrá un motivo para mantener la esperanza, y mi motivo eres tú y lo que algún día prometiste, Aidan Gallagher.
(Sí, el discurso es de Gwen Stacy en The Amazing Spiderman 2. No se me ocurrió algo mejor, así que gracias a la persona que escribió este discurso XD✨)
Concluí el discurso con agradecimientos para mis compañeros y profesores y luego regresé con Mau.
–Wow, ¿así que la mayor parte del discurso fue para Aidan? -dijo Mau atónito-
–Me siento tan estúpida -dije con agobio y culpándome-
–No puedes culparte por mantener la esperanza -dijo Mau con voz suave y luego me abrazó-
La verdad absoluta era que yo no había dejado de pensar en Aidan ni un segundo desde la última vez que lo vi. Todo me recordaba a él, y el discurso no iba a ser la excepción; sí, el discurso fue para Aidan, lo escribí pensando en él. Aunque intentaba, no podía olvidarlo, me costaba tanto dejar de pensarlo, de soñarlo, de imaginarlo; por eso, la esperanza de volver a verlo, seguía viva en mí. 
–Entonces, ¿bailamos? -preguntó Mau después de haberme convencido de que mi discurso fue maravilloso y que fue muy lindo que lo haya escrito pensando en Aidan y que de cierta manera se lo haya dedicado-
–¿Puedes hacerlo con esos tacones?
–¡Por supuesto!
–Uh... -dije dudando-
–Tranquila, no te dejaré en ridículo
–No te preocupes por eso; míranos, ante todos ellos ya hicimos el ridículo
–Aún podemos intercambiar outfit, si eso quieres -ofreció Mau-
–No gracias
–Entonces, ¡bailemos! -dijo y me extendió su mano-
–No creo que esa sea una buena idea -me negué-
–Claro que lo es. Vamos, no me obligues a rogarte -insistió-
–Está bien -dije rodando los ojos mientras nos dirigíamos a la pista de baile-
Cuando entramos a la pista de baile sonó una canción romántica. Mientras bailábamos, Mau y yo nos veíamos directamente a los ojos y esbozábamos pequeñas sonrisas. 
–No sé porqué dices que no sabes bailar, lo haces muy bien -dijo Mau mientras sonreía-
–Es porque tú bailas peor que yo, por eso crees que lo hago bien
–¿Qué te pasa? Yo soy un bailarín profesional, tomé clases en Julliard -dijo fingiendo indignación-
–¿Julliard? -pregunté con conmoción-
–Sí, el conservatorio de artes en Nueva York
–Sí sé que es la Academia Julliard, es sólo que me hiciste recordar...
–¿Recordar qué?
–Cuando Aidan empezó a tocar la guitarra y a cantar, descubrió que eso le apasionaba, y alguna vez me confesó que le gustaría estudiar música en Julliard -expliqué-
–Tsss, si eso pasa, sus padres lo matan
–Gracias
–¿Por qué? -preguntó con confusión-
–Creí que me darías un zape por hablar de Aidan
–No pienso golpearte en tu graduación -dijo riendo- Pero T/N, ya -dijo y dejamos de bailar, luego él tomó mi cara entres sus manos acariciando mis mejillas con sus pulgares- Está bien si quieres seguir manteniendo la esperanza, pero tú no mereces seguir sufriendo por su recuerdo y...
Mau no terminó de decir lo que quería porque en ese preciso momento la canción lenta y romántica que sonaba en aquella pista de baile, cambió a una movida y rápida, y el ambiente de la pista se tornó divertido.
–¡Ya! Vamos a sentarnos -dije después de haber bailado la canción que interrumpió a Mau-
–Hey, no! Sigamos bailando 
–¡No! Sentémonos. Ya casi es la coronación del rey y la reina -dije y lo tomé de la mano llevándolo hasta nuestra mesa para sentarnos- 
–Pero yo quería seguir bailando -dijo haciendo puchero, pero yo lo ignoré-
–¿Por quiénes crees que hayan votado?
–NPI -dijo Mau mostrando desinterés-
–¿Ni puta idea? -pregunté haciendo referencia a su previa expresión-
–¿Qué te pasa? No seas grosera. NPI; no poseo información -explicó y ambos reímos-
Andrik y Daniela resultaron coronados como el rey y la reina del baile. Después de eso Mau y yo decidimos regresar a casa.
–Daniela y Andrik, los reyes del baile; ¿te lo esperabas? -preguntó Mau cuando íbamos de regreso a casa-
Un "no" fue todo lo que dije. La verdad no quería hablar sobre Daniela.
–Que gran graduación, ¿no crees? -preguntó con sarcasmo-
–¿Eso fue sarcasmo? 
–De hecho. T/N, ¿sabes qué hacen los graduados después de su baile de graduación?
–No. ¿Qué?
–5 letras; a-f-t-e-r -deletreó- After! -gritó en mi oído, aturdiéndome- 
–¿Sabes cuál es nuestro after? -pregunté con una sonrisa lobuna-
–¿Cual?
–Leerte Fangirl -dije en venganza por haberme aturdido con su grito en mi oído-
–¡No! -Mau se quejó-
–¡Sí! Tú dijiste que el libro te estaba gustando
–¿Yo dije eso? No. Yo dije que me parecía interesante, mas no que... ¡Mierda! -gritó-
Mau tropezó con un bache en la calle y cayó.