Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]

CAPÍTULO 7

"Vomitar, mucha agua y una guitarra"

El bartender le dio otra botella de whisky a Aidan y Roberta trató de quitarsela.
-¡No! No más alcohol -dijo Roberta mientras trataba de arrebatarle a Aidan la botella-
-¡No! -gritó Aidan-
-¡Dámela!
-Me solum relinquatis (ya déjame en paz) -objetó Aidan-
-¿Qué? -preguntó con confusión Roberta y le dejó la botella a Aidan-
-Que me dejes en paz. T/N me enseñó bien el latín -dijo Aidan sonriendo-
-Ojalá te hubiese enseñado a cómo no embriagarte -dijo rodando los ojos y después suspiró- Aidan, sólo paga el whisky y vámonos de aquí
-No puedo
-Está bien si quieres seguir bebiendo pero puedes hacerlo en otro lugar, por favor vámonos ya -pidió Roberta-
-Paga tú
-Lo haría, pero no traje dinero. Además, tú fuiste quien quiso venir aquí, tú debes pagar
-No, es que de verdad no puedo, tampoco traje dinero -confesó Aidan-
-¿Hablas en serio? -preguntó Roberta esperando a que fuera broma-
-Sí -dijo Aidan riendo-
-¿Y cómo se supone que vamos a pagar? -gritó alterada-
-Shh, shh -pidió que callara- No vamos a pagar, sólo hay que huir
-¿Qué?
-Vámonos -dijo Aidan y él y Roberta se levantaron para empezar a caminar hacia la salida-
-Deja esa botella ya -le pidió Roberta a Aidan pero este la ignoró y siguieron caminando-
El bartender al verlos huir fue tras de ellos.
-Hey! Ustedes no se pueden ir sin pagar -advirtió el bartender-
-¿Así que hablas español? -preguntó Aidan tratando de cambiar la conversación-
-Uh -esbozó Roberta nerviosa-
-Paguen y después se van -dijo el bartender con obstinación-
-¿Aidan? -preguntó Roberta esperando una solución-
-No sé. Tú eres la sobria aquí, planea algo para huir -dijo Aidan pasando por alto que el bartender estuviera frente a él-
-Estás consciente de que él nos está escuchando, ¿cierto? -dijo Roberta señalando al bartender-
-Uh, lo siento viejo, no tenemos dinero para pagar, pero podemos ayudarte a limpiar el lugar cuando cierren, claro, eso por unas 268 botellas de whisky más -dijo Aidan al bartender-
-¡Aidan! -reparó Roberta-
-Franco -llamó un hombre al bartender y este se acercó a él mientras Aidan y Roberta presenciaban todo-
-¿Si? -preguntó el bartender, Franco, al otro hombre-
-La banda que se presentaría nos falló. Tenemos que encontrar a alguien para que cante antes de que los clientes empiecen a desesperar
-Uh, Franco -llamó Aidan al bartender-
-Shh, no interrumpas, niño -lo calló-
-No, es que Franco, Aidan puede cantar -dijo Roberta-
-¿Tu novio? -preguntó Franco-
-No es mi novio. Y sí, él es... Bueno, tiene experiencia cantando en bares, ¿cierto, Aidan?
-En efecto -confirmó Aidan-
-Él no podría hacerlo, está muy briago -refutó Franco-
-Estoy bien. Puedo hacerlo -dijo Aidan tratando de sonar convincente-
-Por favor Franco, tú necesitas a alguien que cante y nosotros tenemos que pagarte; si dejas a Aidan cantar sería un ganar-ganar -dijo Roberta intentando convencer a Franco-
-¿Quién me garantiza que él canta bien?
-Aidan canta increíble -sonrió Roberta- Confía en él. Confía en nosotros
-Ok, ¿qué necesitas? -dijo Franco soltando un leve suspiro con anterioridad-
-Vomitar, mucha agua y una guitarra -pidió Aidan-
Después de que Roberta convenció a Franco para que dejara a Aidan cantar, este fue al baño y vomitó, luego bebió mucha agua y regresó a donde Franco quien estaba esperándolo con una guitarra en mano.
-¿Listo? -preguntó Franco a Aidan-
-Sí -afirmó Aidan-
-Sorpréndeme, niño -dijo y le entregó la guitarra-
Después de tomar la guitarra, Aidan se presentó ante los clientes y empezó a tocar. Cuando terminó de cantar la gente que había en el lugar se puso de pie aplaudiendo y aclamando a Aidan, todos ellos habían quedado maravillados con la voz del ojiverde.
-No sé si estás personas ya están muy borrachas o si tu novio de verdad canta bien -le dijo Franco a Roberta mientras aplaudía-
-Aidan lo hizo muy bien -dijo Roberta sonriendo-
-¿Y? ¿Qué te pareció? -preguntó Aidan a Franco cuando regresó a donde el último-
-Debo admitir que tienes talento, niño
-Gracias -dijo regresándole la guitarra- Nos vemos -dijo Aidan sonriendo dispuesto a marcharse del lugar-
-No, aún no pueden irse -dijo Franco evitando que Aidan y Roberta saliera del bar-
-Pero Aidan ya cantó, es como si ya hubiese pagado el whisky que se bebió -objetó Roberta-
-No es suficiente -replicó Franco-
-Pero... -Aidan trató de decir algo pero el bartender lo interrumpió-
-Se quedan, dije -concluyó Franco con voz firme-