Pasado
Aang
Empiezo mi rutina diaria. Hacer una llamada a mi prometida para saludarla mientras voy de camino a su casa. Le daré la sorpresa, porque he estado de viaje últimamente y me ha lanzado indirectas durante toda la semana de que la tengo abandonada.
Llevo días pensando en cómo reaccionará cuando me vea.
—¿Cuándo vas a volver? —la voz de Anjoly me atrae de nuevo a la conversación.
—En unos meses —miento. Ella suelta un gran suspiro de frustración.
—Ya entiendo —se esfuerza por hacer que su voz suene alegre.
—Te dejo. Tengo una reunión —digo. Ella tuerce los labios. —Sabes que te quiero, ¿verdad?
Anjoly asiente con la cabeza no muy convencida.
—Hablamos mañana —dice con frialdad y cuelga.
—Señor Briand, hemos llegado —me dice Elliot unos minutos más tarde.
Se detiene y yo observo desde el auto la casa de mi prometida. En cuanto bajo del auto hacia la puerta, saco la llave que me había dado hace un año. El ruido de la llave girando en la cerradura parece ensordecedor en el silencio de la casa, entro al salón pensando qué tal vez está en su habitación. El camino de ropa en el suelo me lleva hasta la habitación, parece que tenían prisa por desnudarse. Los gemidos que escucho al acercarme al dormitorio me detienen en seco, mi corazón late frenéticamente. Decido caminar sigilosamente al reconocer los gemidos de ella.
Abro la puerta. Lo que veo no solamente me produce asco, sino unas ganas de matar a ambos por traidores. Respiro con calma y aflojo mi corbata.
Me apoyo en el marco de la puerta, dejo caer el ramo de flores con el collar de diamantes. Luego miro la cama de mi novia por segunda vez mientras veo como se folla a otro tipo, quien es supuestamente mi mejor amigo.
Anjoly está apoyada con los codos en la cama mientras Theodore la embiste implacablemente.
Y pensar que había utilizado esa misma cama conmigo por tres años. Dios, que asco.
Siempre le ha gustado la posición de cuatro patas, pero ahora me doy cuenta porque le gusta tanto.
La representa totalmente.
─Si no le tuerces los pezones no va a llegar al orgasmo ─mi voz los congela.
Él se queda quieto al instante.
─¡Oh, Dios, Aang! ─Anjoly se pone lívida, empujando a Theodore para separarse.
No tengo la intención de vomitar, pero siento esa sensación asquerosa y ese olor putrefacto de su acto flotando en el aire, inundando mis fosas nasales.
Theodore me mira fijamente durante varios segundos con una sonrisa de suficiencia antes de tomar su ropa e ir hasta el baño.
Cruzo ambos brazos sobre mi pecho. Anjoly comienza a vestirse mientras llora.
─Aang, no es lo que piensas ─dice finalmente la muy descarada después de vestirse. ─Te lo puedo explicar.
No me muevo. No digo nada; contemplo su agonía mientras trata de averiguar que estoy pensando.

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Thais [Libro #1]
RomancePrimer libro de la saga «Placeres Culposos». Soy Thais Delgado, una estudiante universitaria que siempre ha estado enamorada de mi mejor amigo. Pero un día, por error, entro en el baño equivocado y me encuentro con Aang Briand, un enigmático magnate...