Thais
Cuando me despierto a la mañana siguiente casi a las 6, obviamente seguimos con nuestra rutina diaria; salimos a correr juntos, hoy es un día magnífico, el aire es suave, algunos mechones negros me golpean durante el proceso y el cielo encima de nosotros es azul, y está salpicadas por unas cuantas nubes dando una tranquila sensación de plenitud, el desayunar con Aang es igual de tranquilo. Luego que se va a trabajar vuelvo a la cama, pero antes me acerco a la ventana para observarlo mientras se va.
Aang alza la cabeza en mi dirección y me lanza una sonrisa radiante que me derrite de inmediato antes de subirse al auto y perderse.
¡Este día comienza muy bien!
Una extrañeza me invade al instante en que abro los ojos después de haber descansado un rato. Tomo mi teléfono para llamar a Vero por Skype.
Por suerte mi amiga responde a la primera.
―¿Aún te sientes confundida? ―me pregunta con una sonrisa.
―Sí ―le digo. ―Necesito tu opinión.
Algunos minutos más tarde, después de haberle contado a Vero nuestra velada en casa de los padres de Aang, su trato conmigo, sobre todo comento como me siento en su presencia y cuando no está. Analizamos profundamente la situación.
―Para mí es más que obvio que ambos sienten algo por el otro y se niegan a aceptarlo ―asegura mi amiga.
―¿Tú... crees que él... sienta algo más por mí que no sea deseo? ―digo en un tono de interés que me da un poco de vergüenza al saber que esa idea me acelera el corazón.
Ella se ríe. ―Estoy consciente de que su manera de llevarte no fue la correcta y que no es una persona normal, pero no puedes seguir castigándote por siempre. Solo tienes que aceptar que estas perdidamente enamorada de él ―dice seria. Yo desearía ver la vida de una forma tan simple, pero no soy ella.
Eso que siento está mal, no debería sentirlo. No es correcto. Pero no puedo evitarlo.
―No estoy enamorada ―digo con un tono que incluso a mí no me parece convincente.
Vero y yo hablamos todavía un rato de mis sentimientos difusos y cuando cuelgo, tengo una sonrisa en los labios. Me siento un poco menos tensa.
Aún en la comida, las cosas parecen familiarizarse, ya estoy acostumbrada a la presencia de Anton. Podría adorar esa casa y vivir para siempre en ella. El problema es que aún estoy secuestrada.
A las 7 de la noche como habíamos convenido, estoy lista para la cena en la casa de los padres de Aang de nuevo, excepto que hoy no vamos a dormir ahí.
Ya estoy logrando grandes cosas y espero que en poco tiempo pueda lograr eso que tanto anhelo incluso si con eso tengo que dejar cada gota de mi piel en ello, Aang será como mi juguete, mi entretenimiento y lo tendré comiendo de la palma de mi mano para hacer con él lo que quiera, sin duda es un reto fascinante y excita de mil y una manera posible.
Dominar a un débil lo hace cualquiera. Dominar un líder, no a un seguidor es un lujo poco alcanzable para muchos, pero para los pocos que lo hacen es poder. El sexo es poder.
Y nada más sensual que eso.
Cuando él llega, sonrío en su dirección en el momento que me ve, Aang se detiene y mi corazón también. Él está vestido magníficamente como siempre, doy un paso hacia él.
ESTÁS LEYENDO
Thais [Libro #1]
RomancePrimer libro de la saga «Placeres Culposos». Soy Thais Delgado, una estudiante universitaria que siempre ha estado enamorada de mi mejor amigo. Pero un día, por error, entro en el baño equivocado y me encuentro con Aang Briand, un enigmático magnate...