Argentina, un país muy conocido y curioso.
Sus amigos saben todo de él... bueno... exepto por algo...
nadie sabe la utilidad de esa pequeña llave que siempre lleva en el cuello.
¿Que cerradura desbloquea? Nadie sabe ¿Que tan vieja es? Nadie sabe ¿Po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El chico lo tomó, forzandolo para hacerlo entrar por completo, cerrando aquella puerta secreta en el proceso, todo con la mayor velocidad posible. El de tez rojiza se veía increíblemente nervioso, pero también molesto.
- Eres un imbécil - Le dijo a su amigo, tomándolo de los brazos - ¿Cómo se te ocurre venir sin avisar? ¿¡Sabes los problemas en los que podrías meterte!? ¡Tienes suerte de ser mi amigo, si no fuera por eso, ni siquiera te hubiera dejado pasar! -
El argentino frunció el ceño
- Si no fuera tu amigo, ni siquiera me habría molestado en venir - Sentenció con molestia - Me preocupaste, podrías ser un poco más amable ¿No? - Dijo mientras desviaba la mirada
Después de unos momentos de silencio, el alemán soltó al de piel celestina, suspirando.
- Lo lamento... ¡Pero avísame la próxima vez! - Reclamó, dándole un pequeño golpe en la nuca
Argentina se quejó por el golpe, pero aún así mostró una pequeña sonrisa divertida, al verlo la cara del contrario cambio de seria y enojada a alegre, sonriendo abiertamente para mostrar esos dientes filosos que tanto lo caracterizaban, como los de un tiburón.
- Te extrañé, idiota - El alemán puso los ojos en blanco
- Yo también - Rió el contrario - Pero dejá de insultarme cada dos por tres -
- Mmm... Sigue soñando, enano - Se burló, sonriendo
- No soy enano, pelotudo - El americano lo miró con mala cara
- Eres tan enano que podrían confundirte con un niño de diez años - El europeo siguió burlándose, claramente exagerando para molestar al contrario
- Dos centímetros. Soy DOS CENTÍMETROS más bajo que vos - Dijo el otro, remarcando la diferencia de estatura que tenía con el alemán. Sonreía, pero no sabía muy bien si de gracia o de ira
- Chiquito, pequeño, enano, corto, bajito... -
- Ah, pero vos querés hacerme enojar - Argentina dió por sentado
El apenas más alto sonrió divertido, apretando los cachetes del de tez celestina, este se quejó por eso.
- Quizá - Dijo en tono desentendido - Dubistsüß, wennduwütendwirst(Eres lindo cuando te enojas) - Sonrió
El país hispanohablante puso los ojos en blanco.
- Dejá de decir boludeces - Rió
Los dos países se separaron, haciéndose los ofendidos, pero aún así mostrando unas tímidas sonrisas. Ellos era ese tipo de amistad que se podía llenar de insultos de pies a cabeza, más nunca se lo tomarían enserio, era una manera de demostrar si cariño... Aún que se vea algo raro.