Argentina, un país muy conocido y curioso.
Sus amigos saben todo de él... bueno... exepto por algo...
nadie sabe la utilidad de esa pequeña llave que siempre lleva en el cuello.
¿Que cerradura desbloquea? Nadie sabe ¿Que tan vieja es? Nadie sabe ¿Po...
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- ¿Argentina? -
- ¡Arge! -
- Despierta, aweona'o-
Un golpe repentino lo despertó. Abrió los ojos con sorpresa mientras se levantaba casi de un salto.
- Pero qu... - Exclamó
Levantó la mirada, mirando a sus dos amigos, que lo veían con algo de burla.
- ¿Te tomastei' una bonita siesta, weon? - Le preguntó el chileno, sarcástico
¿Se había quedado dormido? ¿Cuando?
- Eh... ¿Si? - Respondió algo confundido, todavía algo dormido como para saber que más decir
- ¿Sí? - Rió el peruano - ¿Tuviste un buen sueño? - Preguntó, levantando una ceja
Argentina abrió los ojos y desvió la mirada, con un pequeño sonrojo, apenas notable. Su mano se fue a esa llave de oro inconscientemente otra vez.
Ciertamente había tenido un buen sueño, pero no quería hablar de eso. Bueno, había sido un buen sueño para él, pero probablemente no para otros, ¿Cómo le explicaba a sus amigos que estaba soñando con aquel país que había muerto durante la segunda guerra mundial?
- Que te importa - Murmuró, sin mirarlos a los ojos
Los otros dos latinos soltaron algunas risillas pícaras.
- ¿Con quién soñaste? - Volvió a hablar el peruano con picardía, levantando las cejas
Su corazón se aceleró con nerviosismo mientras su sonrojo crecía un poco.
- ¡C-Con nadie! - Exclamó - No fue nada "subido de tono", si eso es lo que pensaban... - Sabía que eso era lo que pensaban
Los conocía bien, quizá demasiado bien.
- Pff, aburrido - Se quejó el chileno, ganándose una mala mirada por parte de su vecino albiceleste
- ¿No nos estarás mintiendo? - Dijo Perú, pegándose a su amigo
- ... - El de tez celestina lo miró con seriedad - Salgan de mi casa -
- Que -
- Pero... -
- Afuera - Insistió, señalando a la puerta
Sus vecinos se quejaron, pero aún así caminaron hasta la puerta, Argentina los seguía. El del sol acercó su mano a la manija de la puerta, más alguien llamó desde afuera antes de siquiera alcanzarla.