~ℳ𝓎 𝒫𝓇ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉 𝒶𝓃𝒹 ℋ𝒾𝓈 𝒫𝓇ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉~

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"My Present and His Present"

No sé cuándo dejé que esto se nos fuera de las manos

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No sé cuándo dejé que esto se nos fuera de las manos.
Yo no quería que nadie se enterase ¡Chile no quería que nadie se enterase!
Pero como chingados íbamos a saber que la casa de Argentina estaba rodeada de periodistas, atentos para escuchar cada palabra que digan desde adentro...

No pasaron ni tres días y la noticia ya está en todos lados, no hay persona que no esté hablando de ello, si hasta mi gobierno me pidió hacer un comunicado.
Pero se pueden ir bien a la verga.
Ellos ya saben donde se pueden meter sus ruedas de prensa y sus comunicados vacíos y sus ganas de volverme un peón más en la corporación de su falsa humanidad.
A mí no me importan sus profesionalismos.
Lo único que me importa ahora es mi amigo.

Me importa tanto ese cabrón...
Ese día se sigue repitiendo en mi cabeza desde el segundo en el que di un paso afuera de su casa, pude escuchar que se deshacía la garganta mientras me gritaba patético y nos echaba de su casa.
Está bien, tiene razón después de todo, soy patético.
Cuando se trata de él, siempre fui patético.
Porque me arrastraría en un camino de clavos si mi sangre pudiera llenar sus heridas, y me tragaría litros de sus lágrimas si así pudiera hacer que dejara de llorar.

Soy tan pinche patético.

Que estoy aquí. Frente a su casa. Frente al lugar del que me echó, diciendo que se arrancaría los ojos con tal de no volver a verme, que desearía no haberme conocido.

¿Pero es que cómo se suponía que reaccionara?
Nos conocimos hace tanto tiempo, en esa primera reunión de la ONU, la segunda guerra mundial apenas terminando.
Él estaba en una esquina oscura, Perú estaba a su lado pero ni siquiera se miraban, sus ojos estaban bañados de melancolía mientras se perdían entre la multitud, no mirando hacia ningun lado en particular más allá de su propia mente... y el aire a mi alrededor se volvió tan denso... que ni siquiera recuerdo cuando mi cuerpo empezó a actuar solo, solo sé que de repente estaba frente a él, y sus ojitos verdes, con esos bosques que tiene en las iris, llenos de vida, se pusieron sobre los míos por primera vez...
Y entonces pude sentir su escencia en mi paladar, tan dulce.
Y el sonido de su voz como el canto de un ave mañanera.
Y cuando vi su primera sonrisa... puta madre, creí que Dios me quería ver y este era el ángel que había enviado a buscarme.

Nuestra conversación fue corta en su momento, sí, pero cada segundo se quedó pegado en mí y sentí como si hubieramos estado juntos todo el día.
Quería estar con él, de la mano.

Creí que estaba triste por la destrucción que dejó la guerra atrás...
Nunca me hubiera imaginado que estaba de luto por la muerte de su... amante.

No todos los días aprendes que tu mejor amigo estaba en una relación seria con un genocida realmente...
Supongo que a eso se refería cada vez que me dijo que no lo conocía realmente, que había hecho cosas imperdonables, cosas que no me podía decir, cosas por las que lo odiaría. Cada vez que me evitó la mirada o murmuraba bajo su aliento, su nerviosismo cada vez que le preguntaba por qué estaba tan deprimido.
Todo nace de ese único secreto...
Ese que guardaba la llave en su pecho.
Esa... pinche llave.

°•~Key~•°  (NazArg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora