~𝒫𝓇ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉~⁹

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Present

No importaba cuantas veces Argentina saliera ni con quién, últimamente su hogar se sentía como el único lugar seguro que tenía

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No importaba cuantas veces Argentina saliera ni con quién, últimamente su hogar se sentía como el único lugar seguro que tenía.
Era su único escondite, un lugar en donde no temía que, de alguna manera, las personas a su alrededor le leyeran el pensamiento... y eso era porque estaba solo.
Argentina había experimentado los caminos más oscuros de la soledad largos años atras, había sentido hasta sus golpes más duros, en donde el dolor de querer hablar y ser escuchado pero no poder cumplirlo se hacía paso a traves de sus venas, desde allí abriéndo su cuerpo de la manera más dolorosa posible e implantando sus maldiciones en el centro de su pecho.
Luego dejó de estar solo. Luego comprendió que ese dolor no era algo natural a lo que debía acostumbrarse.

La soledad tenía cura, el amor se lo demostró.

Pero ahora, que volvía a temer el quedar solo porque el resto lo dejara, Argentina encontraba otra solución: Quedarse solo por cuenta propia, alejandose antes de que el resto lo hiciera primero.
Sin embargo, por más que quisiera convencerse de que así dolería menos, la verdad era que su sufrimiento parecía haber empeorado a diferencia del que había sentido tanto tiempo atrás...

- Que extraño - Habló Alemania, quien había aparecido allí a su lado

El argentino lo miró extrañado mientras expulsaba el humo de su cigarrillo.

- Hacía años que no te veía fumar - Agregó mientras se apoyaba junto a él en el barandál del balcón

El de tez celestina miró con cuidado el objeto nombrado en su mano mientras esté se quemaba lentamente, suspirándo y apagándolo despues para tomarse la cara con una casí vergüenza increíble.
Alemania tenía razón, no fumaba de no estár en momentos de terrible estrés, de los peores imaginables, de esos que hacía años no sufría. Odiaba estár decayendo tan penosamente en frente suyo.

- Perdón - Murmuró, tirándose un poco del pelo como si tratara de centrarse otra vez en la vida real en vez de en sus pensamientos - No quería que me vieras así, creí que todavía te estarías acostumbrando al cambio horario y descansando - Rió con algo de pena

Volvió el silencio y así Argentina apoyó con pereza su cabeza en su mano, observando la manera en la que lentamente el cielo se oscurecía frente a ellos, un cielo bellícimo y perfectamente visible desde su balcón, el cual daba a su patio y estaba rodeado por vegetación.
Pero quería irse antes de que la noche llegara, un cielo estrellado, silencio y vegetación eran lo último que necesitaba en esos momentos.
Sus recuerdos ya lo habían embriagado lo suficiente, no necesitaba un trago más de estos.

- ¿Estuviste pensando en él ultimamente? - Alemania habló en el momento menos pensado, incluso llegando a sobresaltárlo en el momento

La mirada del mayor reflejó una mezcla entre lo que parecían ser confusión y miedo.
Confusión, al no estar seguro de lo que estaba hablando.
Y miedo, porque la primera era mentira...

°•~Key~•°  (NazArg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora