~𝒫𝓇ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉~⁴

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Present

Por un momento, todos los sonidos de su al rededor se detuvieron, siendo lo único que escuchaba el sonido del golpeteo de sus latidos en su pecho, fuertes y rápidos, casi causandole dolor

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Por un momento, todos los sonidos de su al rededor se detuvieron, siendo lo único que escuchaba el sonido del golpeteo de sus latidos en su pecho, fuertes y rápidos, casi causandole dolor.

Solo podía concentrarse en una cosa, y eso era el nombre de su cercano amigo que aparecía en su celular.

- Tengo que contestar - Hizo un esfuerzo para hablar, aún que lo único que salió fue un murmullo que sonaba algo conmocionado

México, frente a él, suspiró con algo de irritación.

- ¿No puede ser luego? Aún tenemos cosas de qué hablar - Pidió con tono impaciente el tricolor

- No. - En voz cortante y fría dijo Argentina - No puede ser luego -

Tomó por sorpresa al mexicano la agresividad que asomaba en su voz, hacia años que el argentino no hablaba así, su tono solía ser dulce y calmado, perfecto para la criatura angelical que era él.

O, al menos, la criatura angelical que otros creían que era.

No sé retractó, no se disculpó por su tono, ni siquiera le dió una mirada al de mayor edad, tan solo se dió media vuelta y se alejó.

Buscó una habitación, lo suficiente lejana para que México no pudiera oír lo que decía a través del sonido que escapaba por las paredes.

Escondido ya en el cuarto, tomó una bocanada de aire y atendió la llamada.

- ¿Hola? - Saludó en voz baja, mordiéndose el labio después, esperaba poder oír la voz del alemán, y no la de alguien más que quizá estaba usando su celular

- Hallo - Respondió la voz del otro lado de la línea

Fue como si un rayo de alegría y emoción impactara directamente en su cuerpo, dejando que una gran sonrisa se mostrara en su rostro.

- Hola... - Repitió, está vez en un tono emocionado, como el de una madre hablando a su hijo por primera vez después de años - ¿Cómo estás? - Preguntó

- Bien, ¿Que tal tu? - Oyó que decía el otro

- Bien - Respondió el argentino simple

Mientras, se sentó en su cama, cruzado de piernas y algo encorvado.

- Me alegro de escuchar eso - A pesar de las simples palabras, un deje de sincera felicidad se hacía notar en su voz - Escuché tu mensaje - Agregó

- Sí... - Dijo bajo el del sol, sin notar como su sonrisa lentamente desaparecía

Por un momento, lo único que pudo oír de su celular fue un suspiro de desilusión.

°•~Key~•°  (NazArg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora