Prologo

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Este verano ha sido difícil.

No cambió mucho de lo habitual, no pude ver a mis amigos, me pasé casi todo el verano en casa con mi madre. Lo que implica muchas discusiones.

-Josh, tienes que salir más- me dijo Mamá- pasas casi todo el día dentro de casa o en el jardín.

-Sabes que no me gusta, además no está Olivia para acompañarme.

-No la necesitas para salir cariño, ¿Qué pasó con Adrien? - escuchar su nombre me erizó la piel y se me tensó la mandíbula- ¿Por qué no le escribes?

-Ya sabes porque, no puedo hacerlo si Liv no esta aquí- le dije agachando la cabeza.

- ¿Aún te pones nervioso estando a solas con él? - se puso delante mío y me acaricio la cabeza- hace mucho que no lo ves, te haría bien.

- ¡No quiero verlo! - le dije hablándole con la cabeza baja- Simplemente... no me apetece verle.

-Cariño, lo que paso entre ustedes no fue nada malo, solo un malentendido.

-Si mamá, -le dije levantando la cabeza- Pero...

-Cariño, - me dijo acariciando mi ojo morado- ya se lo que me vas a decir.

En ese momento no aguante más y lloré otra vez esa semana.

-Solo dale tiempo, lo entenderá.

-No, su hermano me lo dejo en claro -dije abrazando a mamá con fuerza- no quiere que me acerque a él.

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora