JOSHUA
—Como te estaba diciendo...
Enzo continúa hablándome a través de mi pantalla por videollamada, lo hacemos todos los días desde que se fue, es el único horario en el que coincidimos ambos y podemos vernos un momento.
Ya hace 2 días que se fue y yo aún conservo su anillo, no me lo quito ni siquiera para dormir, quiero sentirlo en todo momento, aunque no pueda abrazarlo, lo siento a mi lado.
—Lo más probable es que comience a trabajar desde casa y solo deba venir de vez en cuando.
Yo me recuesto en la cama con el computador y él también lo hace, está con una sudadera negra con su capucha puesta, el frio llego más rápido de lo que creía, algunos copos de nieve cayeron esta mañana aquí.
— ¿Josh que sucede? —me devuelve a la realidad en la que estaba sumido.
—No pasa nada... ¿Por qué lo dices?
—Estas perdido, amor, me escuchas pero no me oyes —una sonrisa triste aparece en su rostro—. Esto es algo bueno para ambos...
—Lo siento... tengo algo en la cabeza que me tiene mal desde ayer.
— ¿Quieres hablar de ello?
Solo suspiro y giro el pc para quedarme de pie viendo por mi ventana, Enzo se pasa la mano por el cabello y por su boca.
— ¿Tiene que ver con Adrien, verdad?
—No, olvídalo no es nada —niego con la cabeza y me llevo una mano a la boca.
—Si tengo que verte tan raro, prefiero que me lo digas, aunque me moleste, quiero escucharte.
Me muerdo las uñas, quedo viendo hacia la ventana, no quiero girarme hacia él, se enoja cada vez que hablamos de Adrien, sé que esta celoso, pero últimamente no puedo hablar de otra cosa y ya se cansó de escucharme.
—Prometo no enojarme, ¿vale? Solo no quiero que cargues con todo solo.
Le doy un vistazo lento y me giro hacia mi silla para sentarme en ella y hablar mejor.
—Siento que lo estoy abrumando demasiado... Ayer le recordé algo que trato de olvidar y luego no quiso volver con nosotros, prefirió irse caminando y no lo entiendo.
—Quizás solo quería pensarlo un poco, mucha información para solo una charla.
—Pero él quiso saber, yo sabía que él quería olvidar eso y yo no hice otra cosa que recordárselo.
—No debe ser tan grave, Josh, ¿Qué era?
Sentí que mi boca se secaba, tragué saliva con dificultad y mi vista volvió a perderse por la habitación y estacionándose en la pequeña nevada que comenzaba a caer. Me armo de valor y se lo digo.
—Le recordé nuestro primer beso...
Un silencio intenso se llena en la habitación, ni siquiera una mosca pasaba por allí, podía sentir su mirada directamente hacia mí.
Una carcajada me hace girarme violentamente hacia la cámara y verlo con los ojos entrecerrados.
— ¿Qué es tan gracioso?
— ¿Por qué no querría recordar eso? Con lo dulces que son tus labios, Angelo.
— ¡No lo sé Enzo! Solo sé lo que le dijo a Liv.
—Bueno, pero no me grites... —veo como se retrae contra el cabecero de la cama.
—Idiota.
—Guapo —besa la cámara.
Lo extraño mucho, extraño su humor, sus caricias, sus abrazos y sus besos. Extraño poder estar con él en silencio, haciendo cualquier cosa y lo pasaba bien, porque lo tengo a mi lado. Me dispongo a decírselo cuando él habla antes.
—Estar aquí no es lo mismo que estar contigo, te extraño, vita mía.
Suelto una risa y me sonrojo un poco.
—Estuve a punto de decirte lo mismo —suelto—. Me has ganado otra vez...
Tengo un presentimiento de que lo que sigue no va a ser muy bueno.
—Josh, quiero que estemos juntos —hace una pausa un poco larga—. Pero no a escondidas.
Lo sabía, y yo también quiero lo mismo, pero no tengo buenas experiencias mostrando quien soy yo en realidad, no puedo estar frente a todo el mundo de esa forma aún, no estoy preparado.
— ¿Qué somos, Josh?
Esa pregunta la odio, porque me pongo mal, quiero estar con él, pero él quiere gritarlo a los 4 vientos y yo aún no me siento preparado. Odio dejarme llevar por el qué dirán en lugar de ser yo mismo y disfrutar de todo lo bueno que tuviera admitirlo de una maldita vez.
—Novios, supongo...
— ¿Solo lo supones?
—Enzo ya sabes que me cuesta hacerlo, no soy tan extrovertido como tú.
Por un momento lo veo desaparecer de la pantalla y yo me quedo viendo hacia la ventana otra vez, cierro los ojos un momento, pensando en todo esto, en lo feliz que seré el día que lo diga.
Aunque ya soy feliz solo estando junto a él.
Enzo vuelve a la cámara y trae algo con él y era algo que había pensado que perdí.
— ¿Recuerdas esto?
—No lo traigas ahora, era un niño cuando lo gane.
Tenía en sus manos un panda de peluche con el que jugábamos siempre cuando él vivía aquí, se lo termine regalando y cuando supe que se había ido lo busque por todos lados y no lo encontré.
—Habrás sido un niño, pero tiene un significado para ambos.
Tiene razón y aún recuerdo las palabras que le dije aquel día, no tuve que pensarlas porque él las dijo en voz alta.
—"Puedes querer a muchas personas por las cuales te preocupas, pero solo amar a una, que es la que te va a acompañar siempre."
Vuelvo a la cama y tomo mi laptop nuevamente, para quedarme viéndolo como un bobo, eso es lo que tiene Cortese, con solo verle ya te quedas bobo.
—Lo sé, Enzo...
—Te daré el tiempo que necesites...
— ¿Qué?
—Sé que es difícil admitirlo ante todos, así que no me importa lo que tardes, solo prométeme que estaremos juntos todo el tiempo.
—Lo prometo, Enzo.
Una campana se escucha del lado de Enzo y él se disculpa y sale de la cámara. Al cabo de unos minutos vuelve agitado.
—Lo siento Josh, Tengo que irme, un beso guapo.
No me dio tiempo a despedirme que él ya había cortado la llamada.
Dejé el laptop a un lado y busqué mis cosas para ir al instituto de una vez y hasta la tarde.
Hoy será un día largo.

ESTÁS LEYENDO
Extraño
RomanceJoshua estuvo enamorado toda su vida de su mejor amigo Adrien, pero el destino les impedirá obtener su libertad. ¿Qué harías Si el amor de tu vida se olvida de tí?