Capítulo 27

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JOSHUA

Luego de pasar casi toda la tarde en casa de Adrien decidí volver a casa y darme un baño para luego ir a dormir.

No vi a Enzo en toda la noche supongo que se habrá encerrado en su habitación para no tener que despedirse, y si es así, se lo agradezco, no creo que mi corazón aguante otra despedida.

Estaba agotado, no veía el momento de llegar a casa y tirarme en la cama, mañana debo volver al instituto así que voy a dormirme temprano luego de cenar con mamá.

Al día siguiente, me levanto para desayunar con ella antes de darme otro baño para ir hacia el instituto.

Olivia quedo en llevarnos para que no llegáramos tarde.

—Buenos días, cariño —me recibe mamá en la cocina con una taza de café caliente.

El invierno se está acercando, el tiempo paso volando, ya casi estamos en diciembre, la vacaciones de este año las tuvieron que extender bastante por problemas con el edificio así que este año lo terminamos antes de lo previsto.

—Buenos días, mamá... ¿Y Enzo? —la pregunta no puede esperar.

—Se fue temprano en la mañana, no quiso lastimarte otra vez amor.

—Ya... —una sonrisa triste invade mi rostro— Lo entiendo...

Suspiro y termino mi café para ir a darme una ducha rápida, pongo algo de música y me quedo bajo el agua por un buen rato.

Lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas, no sabía que necesitaban ser libres hasta que tuve este momento de tranquilidad.

No puedo entender porque estoy llorando, tengo mucho por lo que hacerlo y a la vez nada...

Adrien...

Enzo...

El abuso de Alejandro...

El hecho de que Adri no pueda recordarme, pero a la vez que quiera hacer todo lo que esté a su alcance para lograrlo.

— ¡Joder! —doy un golpe a la pared y me pego a ella cayéndome hasta quedar sentado en la bañera.

Estoy demasiado confundido y no creo que pueda soportar tanto, en tan solo un mes y medio pasaron tantas cosas que ni siquiera yo lo puedo creer.

Termino de ducharme y salgo del baño solo con una toalla atada a la cintura, al entrar a mi habitación noto algo en mi mesa de noche que no había visto al levantarme.

Era un sobre con mi nombre en él, lo escribió Enzo. Eran una carta y al lado del sobre también había una pequeña caja azul.

Angelo:

Quise irme temprano para no despedirme, sino me hubiese sido imposible alejarme esta semana.

Volveré en unos días, ya lo sabes, estaremos juntos otra vez, lo prometo.

Mientras no esté quiero que uses lo que hay en la caja, quiero que sientas que estoy contigo en todo momento.

No te lo quites por favor, es tuyo, cuídalo y cuídate estos días, ¿vale?

Te ama, Enzo.

Dejo la carta sobre la cama y tomo la pequeña caja para abrirla, dentro estaba uno de sus anillos. Ese con el que siempre jugaba, cuando estábamos tomados de la mano, este es el que más me gusta de todos los que usa.

Me lo pruebo en los dedos y encaja perfectamente, así que me lo pongo en el dedo corazón para llevarlo siempre.

— ¡Josh, Olivia llegó! —grita mamá desde la cocina y me hace volver a la realidad.

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