JOSHUA
La alarma me despierta del profundo sueño en el que me encontraba, estaba tan dormido que el ruido me hace saltar tan abruptamente que caigo de la cama golpeándome el culo contra el piso de madera.
Mi cabeza duele, demasiado, apenas puedo recordar lo que sucedió anoche. Me levanto lentamente y me paso la mano por la zona dolorida tratando de disminuirlo.
Apago la alarma y al girarme hacia la cama veo al chico que estaba durmiendo a mi lado sin camiseta. Hasta durmiendo se ve precioso, tiene la boca abierta y su pelo revuelto.
Vuelvo a recostarme y lo observo dormir ¿cómo es que esta cosa tan hermosa que parece tallado por la misma Afrodita puede roncar tan fuerte? Tomo la almohada y me cubro los oídos.
Le toco el hombro para despertarlo, intento moverlo, pero nada resulta. Está profundamente dormido.
—Adri... —le digo susurrando— Adri, despierta.
—Cinco minutos más —dice adormilado.
Se gira hacia mí y me abraza obligándome a quedar a su lado, tengo su cara al lado de la mía, nunca pensé tenerlo tan cerca.
¿Qué carajos pasó anoche? No recuerdo nada.
¿Por qué mejor no te preguntas porque estás prácticamente desnudo?
No me había percatado de eso hasta ahora, gracias conciencia.
Me safo del agarre de Adri y recojo mi ropa del suelo para vestirme.
—Adri... —vuelvo a moverlo— necesito que me lleves a casa.
El hace un sonido ronco desde su garganta, como si se estuviera quejando. Él se levanta y tiene su cabello apuntando en todas direcciones. Le queda hermoso.
¿Podemos despertarnos más seguido con él?
No es momento conciencia.
—De verdad tengo que enseñarte a conducir, Koala.
Que me llame así me hace recordar algo que me dijo la noche anterior, aunque mi mente no logra recordarlo por completo.
— ¿Koala? —ladeo mi cabeza— ¿Por qué me llamas así?
El solo suelta una risa ronca que me vuelve loco.
—Por la manera en la que me abrazaste anoche... —me mira con una sonrisa torcida en su rostro— Parecías un koala, así que de ahora en más te llamaré así.
—Y... Yo —titubeo— ¿Te abracé anoche?
— ¿De verdad no te acuerdas de nada? —El solo se ríe.
—De nada, solo algunas imágenes, pero nada más.
Otra vez su risa ronca.
—Mejor así. —se pasa la mano por su cabello.
— ¿Y eso? —arqueo una ceja.
—Quedará en mi memoria —se ríe y apunta a su sien.
—Vaya Monroe, ¿tan chistoso estuve? —me rio.
—No sé si chistoso sería la palabra...
Arqueé una ceja y él solo volvió a reírse.
—Me cambiaré —se levanta de la cama con una notable erección— Pareces sorprendido, ¿no te pasa o qué?
—Venga, cámbiate —le apunto el baño— Te espero abajo.
Bajo las escaleras y me acomodo en el sofá de la sala a esperarlo.

ESTÁS LEYENDO
Extraño
RomanceJoshua estuvo enamorado toda su vida de su mejor amigo Adrien, pero el destino les impedirá obtener su libertad. ¿Qué harías Si el amor de tu vida se olvida de tí?