Extraño

Capítulo 34

JOSHUA

El día que tanto hemos estado esperando ha llegado, la graduación, el momento de decir adiós a la preparatoria para empezar el sufrimiento de la universidad. He aplicado a varias estos últimos meses y la que más me llamaba la atención fue una de las pocas que han respondido.

No se lo he dicho a nadie aún, Pero Inglaterra me espera en unos meses, y estoy muy feliz por eso, siempre quise estudiar en Oxford, y sinceramente no esperaba tener la oportunidad de hacerlo.

Aún con la carta en mano estoy llorando encerrado en mi habitación, Enzo y mamá han ido a hacer algunas compras, y me han dejado solo. Este día no puede empeorar.

Habíamos acordado que todos iríamos con sus parejas, es decir, Enzo y yo, Olivia y Bruce y Adri, ya que iría solo lo llevaran, me siento mal por él, y por mí también, aunque me cuesta un poco admitirlo.

Pensé que cuando el recuperara toda su memoria volveríamos a estar juntos pero claro, no contaba con la llegada de Enzo y tampoco con las habilidades del italiano para enamorarme otra vez, aunque un poco de cariño todavía quedaba en mí, y rogaba por él.

Tengo toda mi ropa lista sobre la cama, elegí un saco color vino, una camisa blanca y una corbata con tonalidades azules, el pantalón de vestir del mismo color que el saco, Enzo no quiso decirme de qué manera ira, me dijo que sería una sorpresa, así que espero que lo sea.

Dejé de mi habitación para darme un baño y volver, aún faltan 2 horas para todo, pero prefiero estar ya preparado, por cualquier emergencia. Y con esto me refiero a Enzo. También quiero sorprenderlo.

Una vez ya listo me miro por última vez al espejo, dudé un segundo sobre ponerme el prendedor que compre sin pensar hace unos días, tiene mucho significado, pero no quiero lastimar a nadie.

Enzo golpeó la puerta de mi habitación y lo hice esperar un momento antes de entrar, tomé el prendedor y me lo coloqué cerca del pecho sobre el traje.

Enzo llevaba un traje negro abierto con una camisa blanca con los primeros botones desprendidos dejando ver parte de su pecho, lleva un collar de oro y sus cabellos están peinados hacia atrás aun húmedos, todo esto lo hace parecer imponente, y el contraste de colores encaja perfecto con su tono de piel y el de sus ojos.

—Vaya... —se me queda viendo, analizando cada parte de mi cuerpo.

—¿Cómo es que todo eso es mío? —lo señalo y el da un giro en su lugar.

Se acerca a mí y me da un beso corto en los labios.

—Todo tuyo, Vita mía —me susurra y me hace sonrojar.

—Ya pará, al menos espera que tenga algo de alcohol dentro.

—Yo puedo ponerte otra cosa dentro —me giro hacia él y le golpeo el hombro, el solo se ríe, yo me incomodé a pesar de que estamos solos.

—Ya veremos...

Se vuelve a acercar a mí y me abraza casi haciéndonos caer, Lola entro correteando a nuestro alrededor seguida de mamá, quien nos atacó con la cámara tomándonos una foto. Se nos ve muy felices en ella.

—¿Nos vamos? No creo que quieras llegar tarde.

—Vámonos.

Le di un beso a mamá y salimos en dirección al instituto, pero Enzo se pasó de largo y seguimos el camino.

—Enzo, te lo has pasado.

—Lo se cariño, pero nos falta un pasajero.

Reconocí la calle por la que estábamos transitando en cuestión de segundos, la calle de Adri, ¿Qué hacemos aquí? Estacionamos frente a su casa y bajamos a buscarlo, Darlene nos abrió la puerta