Capítulo 8

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ADRIEN

—Soy todo oídos —dijo Josh mirándonos a Olivia y a mí fijamente.

Sabía que tarde o temprano íbamos a tener que decirle la verdad. Lo que hicimos fue un malentendido.

—A ver, por donde empiezo...

Hace 2 años.

No es la primera vez que sucede, mamá sufre de depresión y cada vez que Augusto se va "de viaje" ella lo pasa muy mal y ambos sabemos que no solo va a trabajar.

No sé cómo habrá vivido cuando pasó lo de mi padre, cuando la engaño con aquella mujer y él apareció con Alejandro en brazos, mamá me lo contó todo una de las últimas veces que tuve que cuidarla y me explicó cómo tuvo que llevarlo. Lo pasó muy mal.

Cuando la cuidaba terminaba muy agotado, Olivia y Josh vienen a ayudarme con ella y hacerme compañía, pero esta vez solo pudo venir ella. Josh tuvo que viajar, habían internado a su abuela de urgencias y fueron a ver que tal estaba con su madre.

Olivia vino a casa y se quedó toda la noche conmigo, sinceramente se lo agradecí. Ella se quedó en la sala mientras yo iba a acostar a mamá, era nuestra costumbre que, después de que yo hiciera eso, nos quedáramos viendo una película en la sala y cenando pizzas o hamburguesas dependiendo de qué tan duro fue el día.

Esa noche fue un poco alocada, o eso creo, no es que recuerde mucho, queríamos desestresarnos y tomamos unas cuantas cervezas mientras veíamos la película.

Noté que Olivia estaba muy nerviosa, nunca la había visto terminarse su botella tan rápido, no dudé en preguntarle.

— ¿Qué pasa? —me giro hacia ella.

— ¿A qué te refieres? —me da una sonrisa amigable.

—Te conozco, nunca terminas la cerveza tan rápido —ella juega con la botella en sus manos— ¿Por qué estás nerviosa?

— Ner... ¿Nerviosa? —su mandíbula se tensa.

—Olivia, nos conocemos de toda la vida —le acaricio la espalda— Sabes que puedes decirme lo que quieras.

—No... no lo sé —dudó un poco.

—Olivia no creo que sea tan grave —suelto una risa incómoda, ella se tensa aún más— Solo dímelo.

—No lo entenderías Adri —tiene una sonrisa triste en el rostro.

—Olivia, si no me lo dices, no podré decirte si lo entende...

No me dio tiempo a seguir hablando, ella pegó sus labios a los míos y me beso, no era un beso suave, lo sentí como un beso lleno de deseo, un beso salvaje. Le respondí el beso, nuestras lenguas parecían conocerse de toda la vida, se sentía una sincronía perfecta.

Olivia se sentó a horcajadas sobre mí, tomándome del cabello, yo tomé el suyo y la separé un poco para tomar aire.

—Olivia —logré decir jadeando— ¿Qué haces?

—No lo sé —dice dejando besos en todo mi cuello— Pero se siente muy bien.

Nuestros labios volvieron a encontrarse y esta vez el beso fue aún más salvaje que antes, Olivia comienza a moverse sobre mí, rozando mi entrepierna con su intimidad, solo tiene su short de pijama, y estoy seguro de que puede sentir lo duro que me está poniendo.

La tomé de su cintura y la tiré sobre el sofá de la sala yo quedando sobre ella, no me esperaba estar haciendo esto con ella, supongo que el alcohol en mi sistema me está haciendo perder el control, solo quiero sentirla, todo de ella.

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora