Capítulo 6

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ADRIEN

No pude dejar a mamá sola en la noche, verla en ese estado me hace mucho daño, no quiero que nadie a mi alrededor sufra, no soporto ver a las personas llorar, soy de lágrima fácil, si lloras, lloro, punto.

Dormí con ella toda la noche, solo quería verla tranquilizarse y volver a ser la mujer fuerte que me educó, la que siempre se pone delante ante cualquier problema, la que siempre pone a su familia primero.

Estuve en vela toda la noche, quería estar seguro de que ella durmiera, ya eran las ocho cuando me levanté a preparar el desayuno, apenas y cenó algo la noche anterior.

Le preparé unos huevos revueltos y un café con un poco de jugo de naranja, esto es lo que siempre hago para ella desde que tuvo aquella fuerte depresión por culpa del imbécil de Augusto, sinceramente no quiero que tenga una recaída, no fue una buena época para ella.

Entre en la habitación con la bandeja, la dejé en la mesita de noche, ya comerá cuando se despierte, yo solo tomé un café con unas tostadas, aún seguía sin apetito. Terminé de desayunar y fui a revisar otra vez a mamá antes de ir a darme una ducha rápida.

Terminé de bañarme y fui a mi habitación a cambiarme, aproveché para tomar mi celular y enviarle un mensaje a Bruce.

Adrien: No creo que pueda salir hoy

No quiero dejar a mamá sola,

No lo está pasando bien. 10:30

Tomé el libro de mi mesita y bajé hacia el salón, me tiré en el sofá a leer, esperando a que mamá despertara. Tengo que admitir que si no fuera por culpa de Josh no habría logrado leer ni un solo libro, el me enseñó libros muy buenos, incluso me prestó algunos y sí que valieron la pena, me ayudaron a alejarme de la realidad de casa, y meterme en mundos de fantasías, asesinos, personas con problemas mentales y sobre todo esos clichés románticos que a él le encantaban.

Josh. Necesito hablar con él, tengo que contarle todo lo que sucedió ayer.

Tomé mi móvil y marqué el número de Olivia, aun no estoy preparado para hablar con él a solas, necesito más explicaciones de las que me dio ella, necesito escucharlo a él.

Al tercer repique ella contestó.

— ¿Ho... Hola? —dijo con voz adormilada— Adri, ¿Qué sucede?

—Te desperté, lo siento.

—No te preocupes ¿Pasó algo?

—A ver, por donde empiezo —me mordí las uñas.

—No me asustes Adri, dímelo ya.

Me tomé un momento para contarle todo lo que había sucedido con Augusto y Alejandro, ella solo me escuchó.

—Vaya... Si que sabias como encargarte de ellos ¿eh? —soltó una risita.

—Te dije que me encargaría, eso hice.

—Pues... me alegro de que hayas podido hacerlo Adri, ojalá pudiera hacer lo mismo —soltó un suspiro— Pero con ambos, no los soporto.

—Ya todo se va a arreglar Livvie, solo dales tiempo.

—Tiempo es lo que no tengo si seguimos como hasta ahora.

Ambos nos reímos, yo me quedé en silencio un momento mientras pensaba cómo decirlo.

— ¿Qué pasa Adri? —cortó el silencio— No me llamaste para esto, ¿Necesitas algo?

—La verdad es que sí —respiré profundo— Quiero verlo, quiero hablar con él.

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora