capítulo 28

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ADRIEN

Nuestro primer beso...

Por más que lo intento no puedo recordarlo, nada de esa noche, nada de la rueda de la fortuna. Nada de él.

Josh está sentado a mi lado y me incomoda un poco, estoy demasiado nervioso como para levantar mi rostro, así que lo mantengo agachado.

Luego de lo que me ha contado hoy, me siento muy mal. Mi pecho se oprime y siento como si mi corazón se hiciera añicos por no poder recordar aquel momento, nuestro primer momento.

Las manos de Olivia frente a mí me hacen volver a la realidad y darme cuenta de que era el único que quedaba en nuestra mesa.

— ¿Y los demás? —pregunto confuso.

—Nos esperan en el auto —me dijo dando un vistazo a la puerta de salida y sentándose a mi lado— ¿Tu estas bien?

¿Por qué me siento tan seguro con ella?, es como si quisiera besarla y abrazarla hasta quedarme dormido a su lado.

—No... —la miro con los ojos vidriosos—. No puedo creer que haya olvidado eso Liv. Soy una mierda.

Ella pasa su mano por mi espalda consolándome y yo me cubro el rostro a punto de llorar.

—Tranquilo amor... —ella suspira— ¿Sabes? Siempre trataste de ignorar el hecho de que él te beso.

Eso me confundió aún más, ¿Por qué haría eso si él también me gustaba?

—Decías que estabas confundido —continua Liv—. Casi como lo estas ahora, pero, aunque no lo admitieras... sé que eso te importaba. Y mucho.

Ella se levanta de mi lado y me ofrece la mano para irnos, yo me le quedo viendo un momento y me levanto para darle un abrazo y un beso en la comisura de sus labios.

¿¡QUE COÑO ESTOY HACIENDO!?

—Lo siento, yo... —miro en todas las direcciones pensando alguna excusa—. Prefiero volver a casa solo, nos vemos mañana.

—Adri, espera.

—Lo siento Liv, necesito pensar todo nuevamente —le digo y salgo del McDonald's en dirección a mi casa.

Decidí tomar el camino largo para no tener que cruzarme con Josh o con Bruce.

¡Joder, Bruce! Si sabe lo que hice me mata. ¿Pero que mierda pasa conmigo? ¿Por qué hago todo esto? ¿Por qué lo hice?

Solo necesito llegar a casa darme una ducha y descansar, mañana ya será otro día.

El sol ya se está poniendo y el cielo naranja me acompaña en el último tramo del camino, el invierno está cerca y el aire frio ya comienza a sentirse, tengo el presentimiento de que nevara pronto.

Llego a casa, dejo mi abrigo en el armario a un lado de la entrada, voy a la cocina por un poco de agua y aviso a mamá que ya llegué.

— ¡Mamá, estoy aquí!

Silencio es lo único que recibo como respuesta, dejo el vaso a un lado y me dispongo a buscarla por toda la casa, su habitación, el baño y su estudio, que por alguna razón está cerrado, y este siempre está abierto, eso me asusto un poco.

— ¿¡Mamá, estas ahí!?

A lo lejos puedo escuchar algo que se cae dentro del estudio y eso me asusta aún más.

— ¡Mamá!

Nada, no hay respuesta, golpeo la puerta con el cuerpo para intentar abrirla, llego a romper la cerradura y gracias a eso logro entrar y vuelvo a respirar.

Mamá estaba trabajando en unos planos nuevos que le han encargado, pero está con sus audífonos a todo volumen, tanto que incluso yo llego a escuchar su música.

Le toco el hombro y ella salta asustada quitándose los audífonos y los deja caer al suelo.

— ¡Adri por dios! —se pone la mano en su corazón— ¿Qué tal cariño?

— ¿Por qué llaveaste la puerta? Tuve que romperla mamá, me asusté.

Ella pone sus manos en mis mejillas y luego le da un vistazo a la puerta viendo el destrozo que conseguí hacerle, pero no le da mucha importancia.

—Lo siento cariño, me sentía más segura así.

—Vale, pero la próxima no pongas la música tan fuerte.

—Lo prometo —me revuelve el cabello como si tuviese doce años.

Yo suspiro en alivio y salgo en dirección a mi habitación con las manos en mis bolsillos.

Ya en mi habitación dejo todo lo que traía conmigo en el pequeño sillón que tengo allí y me tire sobre la cama mirando hacia el techo. Ya no sé lo que estoy haciendo, no sé si lo haré en algún momento.

Me siento en la cama, con las manos en las rodillas, meditando todo lo que ha sucedido hoy, quiero romper algo, pero en lugar de eso me levanté y me senté en mi escritorio a escribir en el diario que me regalo Josh, paso la página repleta por su nombre que he escrito mil veces cuando solo podía pensar en lo mal que estaba haciendo.

Josh me ha perdonado mucho y está ayudándome a que pueda recordarlo, debe tener mucha carga en estos momentos, pero no quiero ocultarle nada.

No quiero volver a ser ese imbécil que por querer ocultarle lo mucho que le importo aquel beso en la noria, termino literalmente olvidándose de eso, no esta vez.

Arrojé todo lo que tenía sobre la mesa y me puse a llorar tirado sobre ella, me siento muy mal.

Él no se merece a alguien como yo, maldigo a esta puta amnesia que me hace olvidarme de él, pudiendo olvidarme del bastardo de Augusto ¡Joder! No lo soporto más.

Estoy llorando por esto, porque sé que él no me perdonara, porque sé que tarde o temprano se rendirá conmigo, se terminara yendo de mi lado y no quiero que eso pase, ni hoy ni en mil vidas más.

Lo quiero a él, no entiendo porque besé a Liv, quiero dejar de sufrir por amor, quiero dejar de sufrir por Josh, pero no quiero alejarme, aunque tampoco quiero que sigan dañándolo.

— ¡Por que la vida es tan difícil!

Grite con toda la fuerza de mis pulmones, tanto que hasta mamá entro corriendo en la habitación para saber que sucedida.

— ¡Cariño! ¿Estas bien?

—No mamá, no lo estoy —ella se acercó a mí y yo me desmorone completamente sobre sus brazos—. Lo quiero mucho mamá.

—Ya cariño, estoy aquí, tranquilo.

—No quiero ser uno más para él mamá, no quiero ser solo esa estrella fugaz que vez una sola vez en la vida y que si no la aprovechas lo pierdes para siempre.

—Adri, créeme, tú eres más que eso para él —ella me acaricia la espalda—. Tú eres todo lo que él quiere, y tú solo estas confundido. No te separes de él y veras que todo se arreglará.

— ¿Eso crees mamá?

—No lo creo, lo sé, cariño —me separo de ella—. No has visto la manera en la que se comporta contigo, no hubiese aceptado ayudarte si no le importaras.

Ya es la segunda persona que me lo dice, pero a mí me cuesta creerlo completamente.

Solo espero que todo se solucione y él no me abandone.

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora