Capítulo 35

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JOSHUA

Luego de pasar el resto de la noche acostado sobre Adrien, nuestros amigos salieron por la puerta principal abrazados como si se conocieran de toda la vida, salieron cantando y tratando de vocalizar alguna palabra. Bruce venía detrás de ellos sosteniéndolos, iban muy borrachos.

Enzo se puso a saltar una vez se acercó a nosotros y me apuntó.

—¡Se me acaba de ocurrir la mejor idea!

Todos nos quedamos mirándolo mientras intentaba encontrar las palabras y mantenerse en pie, pero fallo en ambas y cayó al suelo. Todos nos reímos ante su acción. Se levantó como pudo y se sacudió el culo para luego sacarnos el dedo del medio.

—¡Que les den!

—¿Y tú idea qué? —saltó Liv abrazándolo.

—¿Qué? —pareció recordarlo al instante— ¡Ah, eso! ¡Todos al coche!

—Pero Enzo, estás ebrio —traté de hacer que entré en razón.

—¡Al coche dije! —dio un paso y volvió a caerse esta vez de frente, se levantó al instante— ¡Sigo vivo! ¡Vamos!

Todos nos reímos detrás de él pero le detuve del brazo.

—Ni pienses que vas a conducir en este estado —le dije tajante y le arrebaté las llaves.

—Oh, vamos cariño, no seas así —hace puchero e intenta abrazarme.

—No, Enzo, no lo harás —le arrojé las llaves a Adri y este las atrapo en el aire— Tú lo harás.

—Angelo, malo —se cruzó de brazos y me dio la espalda.

Me acerqué a él y lo tomé por detrás para susurrarle algo al oído.

—Compórtate o te quedas sin "eso" —en ese instante se giró y sonrió, era muy fácil de convencer.

—Ahora sí, vamos.

Adri, Enzo y yo nos subimos al auto de mi novio y Bruce y Liv nos seguirían por detrás, nos metimos a la carretera, pero Enzo no fue capaz de decirnos el destino y ya se encontraba durmiendo en los asientos traseros, negué con mi cabeza y le indiqué el camino a Adri, decidí que iríamos al lugar donde Alejandro me atacó la última vez, es un lugar precioso para pasar lo que queda del día.

Llegamos y bajamos del coche para tomar un poco de aire fresco, al pelinegro lo dejamos dormir le vendrá bien para luego cuando deba armar la fogata. Me acerqué a Adri a la orilla del lago y nos quedamos viendo a la luna que aún estaba en su punto más alto, la vista era clara así que se podía apreciar perfectamente.

—Me recuerda a nuestro lugar... —me dice cuando me siente llegar—. Por cierto, ¿Cómo esta? No he ido desde la última vez.

—Está igual que siempre, solo que más personas lo han encontrado... ya no es solo nuestro.

Sentí que sus ojos se fijaron en mí pero no quise darle mucha importancia, tragué saliva y me quedé observando el paisaje, era digno de una pintura, saqué mi móvil para sacarle una foto y recordar este día.

—¡Ahora nosotros! —dice Adri al ver lo que hacía.

Nos pusimos de espaldas a la vista para sacar una mejor fotografía, besó mi mejilla y saqué la foto, cuando estaba a punto de guardar mi móvil me tomó de la barbilla y me dio un beso en los labios, un flash me cegó por un momento, él había sacado una foto. Nos veíamos muy bien en ella.

Me alejé sonriente de él pero empecé a abrumarme pesando en lo que estaba haciendo. ¿Por qué me beso con Adri estando con Enzo? Técnicamente con Adri seguimos siendo pareja desde aquel día, pero también lo soy con Enzo, no quiero engañar a nadie, no quiero lastimar a nadie, niego con la cabeza y vuelvo mi vista al lago.

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